El grupo Penta, de los empresarios Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, decidió disolver su filial Penta Capital de Riesgo (PCR), que tenía por objeto la administración de fondos para ingresar a sectores productivos de alta rentabilidad en los que el grupo no tenía participación o experiencia. De esta forma, a mediados de febrero se protocolizó la disolución de PCR tras ser absorbida por Penta Inmobiliaria.

PCR fue parte de las filiales del grupo investigadas por el Ministerio Público por una eventual evasión tributaria, luego que el exejecutivo de confianza de Délano y Lavín Hugo Bravo (fallecido a inicios de 2017) destapara en 2014 el denominado Caso Penta, cuando denunció –en la arista fraude al FUT- una serie de maniobras contables y financieras a través de cuatro empresas controladas por PCR, y que según Ciper habría permitido reducir el pago de impuestos en al menos $20 mil millones.

Hasta 2017, PCR controlaba entre otras empresas a Plásticos Burgos y Pet Packing, ambas fusionadas y vendidas a Wenco. En la actualidad, mantiene el control de Soldaduras Soltec, Arrimaq (arriendo de maquinaria) y PH Glass (vidrios).

Todos estos activos ahora pasarán a quedar bajo el control de Penta Inmobiliaria, una filial creada por el grupo en 2003 con el propósito de administrar y gestionar sus inversiones en el área.

En paralelo, el grupo Penta ha seguido activo en sus otras inversiones. A inicios de mayo, duplicó su apuesta por el negocio agroindustrial, a través de su empresa Packing Merkén, creada a mediados de 2019.

Para esta firma emplazada en Paine, Délano y Lavín a través de Empresas Penta determinaron una inyección de capital por unos US$20,3 millones, los que se deberán materializar en un plazo máximo de cinco años.

Ambos empresarios reestructuraron el giro de Packing Merkén, que dentro del ámbito agroindustrial se orientará a los negocios de envasado, congelado, compraventa y exportación de alimentos para humanos o animales en base a productos agrícolas.

Délano y Lavín ingresaron al negocio agrícola en 2006 a través de Agrícola Mercedario, que explota un fundo de igual nombre en la comuna de Salamanca (Región de Coquimbo). Luego, en 2011, formaron Quelen Export, para la agroexportación.

En los próximos días, Corfo presentará los detalles de su plan de financiamiento para pymes a través de créditos con empresas de factoring, entre otras instituciones financieras no bancarias.

El vicepresidente ejecutivo de Corfo, Pablo Terrazas, había anunciado el inicio de este plan para fines de junio. Pero desde la corporación estatal indicaron que el martes 30 el decreto que estructura el plan ingresó a la Contraloría para su toma de razón, mientras que el reglamento “está en su última revisión” con el equipo jurídico de Corfo.

La idea forma parte de las medidas del gobierno para enfrentar la crisis económica suscitada por la pandemia y apunta a crear (a través del Fondo Crece de Corfo) un fondo con garantía estatal por US$1.000 millones para que entidades financieras no bancarias lleguen con créditos a las empresas más pequeñas.

La buena racha de las bolsas mundiales en las últimas jornadas y la paulatina vuelta a la normalidad en China, el país donde se inició la pandemia, ha llenado de optimismo a los inversionistas que operan en la bolsa de Shanghái.

Este viernes, el CSI 300 subió un 1,9% y, de este modo, terminó la semana en su nivel más alto desde junio de 2015.

Desde el comienzo de año a la fecha, la bolsa china ha rentado 4% en dólares, superando el desempeño del S&P 500 de Estados Unidos (que ha perdido 3% en lo que va de 2020) y al principal índice europeo, el European Stoxx 600, ha caído un 11%.

Para explicar la escalada en Shanghái, un reporte del Bank of America explicó que “hasta ahora, los casos de contagio chinos parecen estar bajo control y la reapertura de la economía ha sido relativamente exitosa”.

Hoy fue publicado en el Diario Oficial el reglamento de la nueva Ley de Teletrabajo, que busca crear un marco legal para los trabajadores que laboren desde sus hogares, situación que ha proliferado desde que comenzaran las cuarentenas por la crisis sanitaria.

Una de las nuevas obligaciones del empleador será confeccionar una matriz de identificación de riesgos laborales en el puesto de trabajo del teletrabajador. Esto se hará en base a una “autoevaluación” del empleado que tendrá la obligación de llenar un formulario donde exprese los riesgos ergonómicos y ambientales de su puesto de trabajo.

Con esa matriz, el empleador deberá desarrollar, en un máximo de 15 días, un programa de trabajo con medidas preventivas y correctivas, que deberá ser financiado por la propia empresa.

Respecto a cómo se supervisará el cumplimiento de estas medidas en los domicilios de los trabajadores, una de las mayores dudas que dejó la ley, la nueva regulación solo explica que su fiscalización y sanción correrá por cuenta de la Dirección del Trabajo sin especificar la manera en que lo hará.