Lleva a discutir un punto que no estaba en la reforma y que hay que zanjar antes de seguir”

Guillermo Larraín

Académico FEN U. de Chile

Puede desviar la atención y dificultar la viabilidad de la reforma”

Juan Pablo Letelier

Senador PS

Va a tener efectos negativos en la discusión de la reforma”

David Bravo

Estudios Longitudinales UC

El proyecto de Reforma Previsional del Gobierno, una de las iniciativas estructurales con las que llegó el Presidente Sebastián Piñera al asumir no ha tenido una tramitación fácil. Y su futuro se ve complejo.

Tras un año y ocho meses en el Congreso, donde sufrió cambios relevantes tras el estallido social, y desde marzo en la Comisión de Trabajo del Senado, ahora se suma un nuevo factor que enrreda el debate: las propuestas de parlamentarios para realizar un cambio constitucional que permita retirar el 10% de los ahorros de los fondos de las AFP, como medida para entregar liquidez a los afiliados ante la crisis económica que está provocando la pandemia.

Esta iniciativa se ha llenado de críticas por sus posibles efectos en pensiones futuras y en el mercado (ver recuadro). Ahora, se suma que puede complicar la tramitación de la reforma. “Distrae la atención, lleva a discutir un punto que no estaba en la reforma y que hay que zanjar antes de seguir, porque es bien importante como contexto”, advierte Guillermo Larraín, profesor de la U. de Chile y ex superintendente de Pensiones. Explica que el problema está en que el retiro de fondos pone el foco en un elemento contraproducente: “Deberíamos buscar fortalecer el sistema, pero al sacarle recursos lo debilitamos. Va en contra de los objetivos de la reforma”.

Varios economistas han entregado ideas para compensar un eventual retiro de fondos, sugerencias que también entrecruzan la discusión de la reforma.

El académico de la Universidad de Chile Joseph Ramos propuso que el retiro de 10% se “pague” posponiendo la edad de jubilación, y el economista de Clapes UC Salvador Valdés sugirió un “crédito a sí mismo” donde el afiliado retire recursos y los pague con cargo a mayores cotizaciones futuras.

Estas medidas, a juicio de David Bravo, director del Centro de Estudios Longitudinales de la UC, no serían suficientes para contener el efecto negativo en la discusión de la reforma. “Y, especialmente, en la calidad de la discusión”, aclara. “Las propuestas sobre retiro de fondos rompen la concepción de seguridad social de largo plazo del sistema de pensiones. La economía política que tienen es mala, se sacarán los fondos y se olvidarán las condiciones más adelante”, dice Bravo. “Si se implementan, creo que se infringirá un daño permanente al ya escuálido sistema de pensiones”. Esto, advierte, ya que llevaría a una “concepción errada del sistema”.

La viabilidad de la reforma

En el oficialismo esperan que no se mezclen las discusiones. “Las propuestas de retiro del 10% han sido planteadas como una situación excepcional”, dice el senador RN Andrés Allamand. “El lunes se reinicia la tramitación de la reforma y ésta debe avanzar en forma rápida”, dice.

Incluso en la oposición, creen que esta discusión complejiza el debate. El senador PS Juan Pablo Letelier, presidente de la Comisión de Trabajo, advierte que el retiro de fondos no solo desvía la atención, sino que dificulta la viabilidad de la reforma. “Si se abre la puerta al retiro de fondos, se transforma la naturaleza jurídica de estos fondos al tratarlos como cuenta corriente, lo que es un error porque son recursos para pensiones. Evidentemente se pone en riesgo la reforma previsional”. Letelier cree que la petición de retirar fondos de las AFP es “síntoma de otra enfermedad”. “Que haya gente pidiendo plata de la AFP es porque no les está llegando ayuda estatal”, dice.

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Los efectos de retirar el 10% de los ahorros de las AFP, advierte Guillermo Larraín, profesor de la FEN de la U. de Chile, golpearían las pensiones futuras por dos frentes. Primero, se saca un porcentaje del ahorro que se iba a usar como pensión y, segundo, en un momento en que los fondos han tenido fuertes pérdidas, obliga a las AFP a vender activos, perdiendo ese porcentaje del valor que, en circunstancias normales, podría recuperarse en un par de años, explica.

A esto se suman efectos en el mercado. “El nivel general del ahorro bajaría y eso tiene un impacto”, advierte. Al necesitar liquidez para entregar el 10%, las AFP deben sacar del mercado un porcentaje importante de sus fondos y esto puede tener varios efectos: afectar el precio de las acciones, la tasa de interés o el tipo de cambio, “dependiendo de dónde saquen los recursos las AFP para entregar el monto a las personas”, dice Larraín.

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