Cuando alguien debuta con una enfermedad, menos debe postergar los controles, porque no sabe a ciencia cierta cómo va a evolucionar”.

Una caída del 62% en la cantidad de mamografías, un 60% en los Papanicolau (PAP) y 56% en los exámenes de antígenos prostáticos realizados han detectado diversos servicios de la Clínica Alemana al comparar este tipo de exámenes preventivos de cáncer, respecto de los registrados a la misma fecha el año pasado.

“Estamos muy preocupados porque esta pandemia ha generado una postergación de controles preventivos importantes, así como de enfermedades crónicas complejas”, dice el doctor Jorge Roque, médico subdirector de la clínica privada.

Explicó que “las caídas en mamografías, PAP y antígeno prostático son muy altas. Todos esos exámenes permiten detectar algún tipo de cáncer que si se trata de manera temprana tiene muy buen pronóstico. Pero si no, puede generar muchas complicaciones. No olvidemos que el cáncer de mamas es la primera causa de muerte en la mujer en edad fértil y no solo en Chile, en todo el mundo”, señala.

Los crónicos

Si bien en la mayor parte de las especialidades médicas se ha detectado una brusca caída en las consultas presenciales (en torno a un 75%), Roque señala que hay áreas donde esta realidad es mucho más compleja debido al impacto que provocará en la salud de los pacientes en un futuro cercano.

“Los controles de enfermos crónicos también han caído. Por ejemplo, para diabetes hemos visto un 46% menos de controles de enfermos con esta patología, y en hipertensión un 52%. Sabemos que se están acumulando allí enfermedades que día a día se van complejizando más. Las personas tienen miedo de ir a sus controles y de hacerse sus exámenes preventivos, así que las instituciones de salud estamos trabajando para adaptarnos de la forma más creativa y flexible para atender esos pacientes”, señala.

Apuestan por telemedicina en primera instancia, y de acuerdo a los que le indique el médico, ver si es necesario hacerse examenes (algunos se pueden hacer en domicilio), cambiar medicamentos (la receta puede ser enviada por medios digitales) o bien se le recomienda asistir presencialmente. “Los pacientes deben entender que deben hacerse responsables de su salud. Si tiene control médico, contactarse con su médico. Si se puede, seguro van diferir su control, pero eso debe decidirlo el profesional y no el paciente”.

Enfermedades debutantes

-Para muchos es entendible que la gente evite ir a centros hospitalarios, más si es un control y no una urgencia...

-Claro, pero las personas deben mantenerse lo más sanas posibles. En el caso de una enfermedad crónica como hipertensión arterial, diabetes o cáncer deben acudir a sus controles y tomar sus medicamentos para una adecuada evolución de su enfermedad. Es la manera de evitar complicaciones porque, en la medida que estén fuertes y compensados, podrán tener mejores oportunidades en el caso de que se infecten o enfermen de cualquier cosa. Y también es la forma de evitar complicaciones futuras de su misma enfermedad.

-¿Y qué pasa con personas que no son enfermos crónicos? Una persona con resistencia a la insulina (etapa previa a la diabetes) o con un pequeño aumento del colesterol ¿debería ir, en medio de la pandemia, a hacerse un control?

-Cuando una persona debuta con una enfermedad, menos debe postergar los controles, porque no sabe a ciencia cierta cómo va a evolucionar, si el tratamiento que está siguiendo es adecuado o hay que ajustarlo. Si posterga el control dos, tres, cuatro meses, puede traerle más complicaciones, más procedimientos, más exámenes y más medicamentos porque son enfermedades que avanzan silenciosamente. Si te tratas en este momento, vas a disminuir cualquier complicación, vas a bajar tu gasto en salud y vas a mejorar tu calidad de vida.

Agrega que hay controles preventivos en que especialmente importante su continuidad: “los recién nacidos, los niños que deben ser monitoreados con su pediatra, la colocación de vacunas, los controles de visión, los controles neurológicos. Todo ello tiene un impacto muy importante en la calidad de vida del paciente. Hay preocupación porque esto podría generar una segunda ola de enfermedades que no es consecuencia directa del covid, sino originadas por la postergación de controles médicos y consultas tardías”.

Apéndices perforados

El subdirector de la clínica advierte que “otro fenómeno que estamos viviendo es cómo pacientes con enfermedades no infecciosas están consultando de manera muy tardía, y por lo tanto, con muchas más complicaciones”.

Cuenta que antes de la pandemia, llegaban pacientes consultando por un dolor abdominal. “Sospechábamos apendicitis, por ejemplo, revisábamos, hacíamos los exámenes, interveníamos y a los días ya estaba recuperado. Hoy los pacientes llegan con el apéndice perforado, lo que quiere decir que esperaron hasta último minuto, cuando no pudieron más del dolor e incluso algunos hasta se automedicaron. Entonces, tenemos menos tiempo para tratarlo y llegan en estado mucho más grave”, señala.

Lo mismo pasa, dice, con los infartos cardiacos y accidentes cerebrovasculares. “Estamos viendo casos que no veíamos hace tres o cuatro meses atrás. Por eso, el llamado es que ante enfermedades agudas no posterguen la consulta, tenemos flujos separados de atención de pacientes (covid y no covid) que disminuyen al mínimo el riesgo de contagio, tanto de covid como de otros virus. Uno de los efectos positivos de las cuarentenas y medidas sanitarias ha sido que las enfermedades infecciosas virales típicas de este tiempo, como el sincicial, el adenovirus, la influenza o el rinovirus prácticamente han desaparecido. Pero no ir a la consulta por el riesgo de contagio, al final pone más en riesgo al paciente por la complicaciones que está generando su dolencia”, explica.

Doctor Roque, subdirector Clinica Alemana.

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