En las telesillas, si es de dos personas existirá señalética que solo podrán subirse juntos los que son de una misma familia”

James Ackerson

Aceski.

“Queremos informarles que nuestra apertura para esta temporada es posible, pero no podemos garantizarla. Nos estamos preparando para distintos escenarios, que incluyen una temporada más corta con una fecha de apertura más tardía”. Con esas palabras el gerente general del Hotel Portillo, Miguel Purcell, informó a sus clientes cómo será este 2020 en lo que a deportes invernales se refiere.

Un escenario difícil para esta industria -que da en promedio más de 15 mil empleos- en medio de las restricciones de la pandemia, pero además de la escasez de nieve y lluvias que hasta ahora alcanza un déficit de 100% en la zona central.

“Sin duda existe incertidumbre sobre lo que ocurrirá las próximas semanas, por lo que aún no podemos hablar de apertura hasta que las autoridades determinen el momento indicado”, dice el gerente comercial de Corralco, Guillermo Vergara.

El año pasado los centros de esquí del país recibieron cerca de un millón de visitantes en la temporada invernal, según cifras de la Asociación de Centros de Ski (Aceski). De ellos, casi el 60% fueron chilenos y el 40% extranjeros, liderados por brasileños, argentinos, europeos y norteamericanos. Cifras que este año podrían desaparecer debido al cierre de fronteras. “Con el cierre de fronteras y la baja operación de las líneas aéreas el panorama para la actividad turística en general es bastante pesimista”, dice el subgerente comercial de La Parva, Camila Margozzini.

Y aunque –como muchas otras industrias- el esquí se está moviendo en el terreno de la incertidumbre, igual se está preparando para abrir con todas las medidas de seguridad para evitar más contagios.

La propuesta de 44 páginas

La venta de tickets solo on-line, la utilización de telesillas con un máximo de una o dos personas, el uso obligatorio de mascarillas y guantes, la suspensión de arriendos de equipos, el reforzamiento de la higiene en baños y vehículos de acercamiento, parte de las medidas que a principio de mayo la Aceski (que agrupa a doce socios) presentó a las autoridades.

En un documento de 44 páginas, entregaron a la subsecretaría de Turismo y Deportes una propuesta con protocolos de acción para prevenir el covid-19 en los centros de esquí a nivel nacional. “Sin duda es el desafío que tendremos este año. Estamos haciendo todos los trabajos con las autoridades, teniendo mucho cuidado de no ejercer presión”, dice el presidente de Aceski, James Ackerson.

La propuesta del gremio apunta a sacar partido a este deporte que se realiza en grandes extensiones y al aire libre, donde el distanciamiento social es posible durante su práctica, no así durante las aglomeraciones que ocurren en las filas para tomar los andariveles. Para evitar estas situaciones están creando sistemas de cercos de ingreso para controlar la distancia. “En el caso de las telesillas por ejemplo, si es de dos personas existirá señalética que solo podrán subirse juntos los que son de una misma familia, el resto tendrá que funcionar con una sola persona a la vez”, agrega Ackerson. Sin embargo, explica que afortunadamente en Chile la mayor cantidad de los andariveles son de arrastre donde sólo va una persona.

Capacidad Cómoda de Carga

Otra área de preocupación son las escuelas de esquí para principiantes, donde el contacto con el profesor y alumno es estrecho, por lo que se están estudiando fórmulas para sortear esta característica o tal vez suspenderlas. “Tenemos claridad que todo depende de la evolución de la pandemia y que lo más importante es la salud de las personas”, dice Camila Margozzini.

Ackerson explica que –como asociación- para cada centro de esquí crearon el concepto de Confort Carrying Capacity (Capacidad Cómoda de Carga, CCC), que es la capacidad que tiene cada centro para llevar deportistas a la cima de la pista, combinado la cantidad de hectáreas que tienen para ese andarivel. “Creamos el CCC para asegurar que podemos respetar esta nueva realidad. Estamos haciendo todos los esfuerzos para asegurar atención bajo estas condiciones”, explica Ackerson.

La otra preocupación

Y pese a que hasta ahora el déficit de agua caída en la zona central de Chile es de 100%, la industria está confiada en que habrá nieve para esta temporada que esperan parta la primera semana de julio. “El tema de lluvia lo tenemos que contemplar todos los centros de esquí todos los años... es parte del negocio. En 2019 fue seco en la zona central, pero totalmente normal en el resto del país”, sostiene Ackerson, recordando que Corralco el año pasado cayó un poco más de siete metros de nieve y la temporada duró hasta el 1 de noviembre.

Camila Margozzini agrega que desde hace más de una década los centros de esquí afrontan temporadas complicadas mediante la fabricación de nieve. “En los próximos días las temperaturas bajan (en la zona central) y podrían venir precipitaciones que, sumada a la fabricación de nieve, nos pueda generar la base necesaria para la operación del centro”, enfatiza.

Ackerson dice que “un año seco no es el fin del mundo, no es inusual tener que enfrentar eso”.

Sin embargo desde hace un par de años los centros de esquí comenzaron a ampliar su negocio para no solo depender de la temporada invernal, convirtiéndose en centro de convenciones y de deportes de verano que incluyen senderos para hacer trekking, las rutas de ciclismo de montaña y de downhill (descenso). “Los centros están cada vez más metidos en productos para las cuatro estaciones, porque utilizar la infraestructura y el capital solo cuatro meses al año, en ningún lugar del mundo es factible”, explica Ackerson.

LEER MÁS
 
Más Información