El Dr. Fernando Bustos, del Instituto de Ciencias Biomédicas UNAB, lidera el diseño de un kit rápido de alta confiabilidad para el diagnóstico de covid-19, que permita aumentar la cobertura actual y así identificar casos positivos que no son testeados, ayudando a controlar el proceso de expansión de la infección y a facilitar una próxima fase de “nueva normalidad”.

“Hoy, el test de covid-19 se realiza con la técnica qPCR, donde el cuello de botella se da en la extracción de ARN requerida, pues debe ser realizado por personal especializado, con equipamiento complejo como columnas de centrifugación o magnetos y reactivos, cuya disponibilidad tiende a disminuir por la alta demanda actual”, señala Fernando Bustos. Este proceso tiene una duración de cerca de tres horas, más la interpretación de resultados.

El desarrollo del Dr. Bustos se basa en la técnica Loop Mediated Isothermal Amplification (LAMP) en conjunto con un mecanismo de obtención de muestras sin purificación de ARN, lo cual permite la amplificación específica y rápida de los ARN virales a una temperatura constante por 30-40 minutos, sin requerir termocicladores o equipos sofisticados, sino solo un baño termorregulado.

En la práctica, explica, esta nueva tecnología “considera utilizar directamente la muestra nasofaríngea o saliva de los pacientes para realizar una extracción simple de ARN viral en siete minutos, para luego realizar una reacción LAMP por un período estimado entre 30 y 40 minutos, lográndose un resultado que puede ser interpretado fácilmente, al basarse en el color de la reacción (rojo o amarillo)”.

Este método tiene una alta confiabilidad, ya que está basado en el uso de múltiples parejas de partidores para la detección de SARS-CoV2 diseñados por el Dr. Bustos, lo que evita significativamente una amplificación inespecífica. Además, al ser un test colorimétrico, puede ser analizado por cualquier persona de forma rápida, con el potencial de ser adaptado posteriormente para la detección de virus o bacterias que afecten a la población en el futuro.

En cuanto a los costos, para un test la nueva tecnología se valorizaría entre $7.000 y $8.000, frente a los $17.000 a $20.000 de la opción actual.

Esta tecnología, que permitiría tener resultados para el diagnóstico de covid-19 en un menor plazo, con alta confiabilidad y a un costo significativamente menor, está en desarrollo y en busca de financiamiento que se sume a los recursos ya aportados por la UNAB.