Hemos visto un aumento de pacientes graves en domicilios, algunos fallecidos porque alcanzamos a llegar”. Jorge Ramírez,médico regulador Samu Metropolitano.

“El escenario es cada vez peor, cada vez veo pacientes más graves y más jóvenes. Están llegando incluso, muchas veces sin nada que hacer”, cuenta Pamela Saavedra, doctora de la urgencia de la ex Posta Central.

Trabaja hace un año ahí y, tal como todos los profesionales del área de la salud, relata que esta es la situación más difícil que ha enfrentado. Los más de 80 mil contagios acumulados hasta hoy hacen que sea difícil no conocer a alguien enfermo con coronavirus. En el caso de Saavedra, una de las escenas más duras que recuerda durante esta emergencia fue cuando le tocó tratar a la mamá de un amigo: “Hacerles videollamada y llorar con ellos por la impotencia de no poder hacer más”.

Ayer nuevamente ambulancias se apostaron afuera de la urgencia del Hospital El Pino de San Bernardo con pacientes esperando ser atendidos. Algunos lo hicieron por más de 12 horas, por lo que en la madrugada hicieron tocar sus sirenas en señal de manifestación. Al amanecer seguían ahí ocho y volvían a tocarlas.

Ana ve un grupo de periodistas y sale angustiada desde el centro asistencial a pedir ayuda. Jadeante, dice que acudió por una dificultad respiratoria, que tendría neumonía, que está desde las 19 horas... que le dieron otras 9 horas de espera. Otra mujer, Luz, sale a respirar y deja a su madre internada. Dice que esperó dos días por una ambulancia y recién ayer llegó una, donde pasó toda la tarde. Le dijeron que era coronavirus, sin test.

Jorge Ramírez, médico regulador del Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu) Metropolitano, encargado de los traslados en ambulancias, dice que estos vehículos, tanto del sector público como del privado, están siendo sobreexigidos, ya que cuando no hay espacio en las urgencias los pacientes deben permanecer dentro de ellos. “Pero ahí no hay disponibilidad de tomar exámenes y el oxígeno dura un tiempo acotado. Además, esa ambulancia no queda operativa para atender otros casos”.

Y cuenta que dada la saturación del sistema, “el grado de seriedad que tiene que mostrar un paciente para hospitalizarlo aumenta. Cambian un poco los estándares. Pacientes que tienen una buena red de contacto y que en ese momento no se ven tan graves como uno sabe que van a estar en algunas horas o días después, son enviados a sus domicilios con obligación estricta de reconsultar. Eso no es lo ideal, pero es lo correcto en el sentido de que las urgencias funcionan priorizando”.

Agrega que la disponibilidad de ambulancias del Samu Metropolitano se ha visto afectada producto del traslado a regiones: “Las personas que van a cargo del paciente son del Samu; el problema es que eso hace que los funcionarios de turno… (disminuya)”. “Hoy hay más menos 20 ambulancias disponicles para la RM”, complementa.

Aumentan pacientes graves en sus casas

El profesional advierte que han “visto un aumento de pacientes graves en domicilios, algunos fallecidos porque no hemos alcanzado a llegar” producto de la escasez de ambulancias. Esta mañana en TVN el alcalde de La Granja e integrante de la mesa social covid19, Felipe Delpin, aseguró que en su comuna hay personas hospitalizadas en los consultorios, esperando una cama.

La doctora Saavedra, de la ex Posta Central -convertida 100% en hospital coronavirus-, dice que ven cómo pacientes que están con leve sintomatología en sus casas, llegan entre el 7º al 10º día graves. Y afirma que hoy quedan 2 ventiladores para toda la posta.

“La carga emocional para nosotros como personal de salud es tremenda. Tratamos de dar todo de nosotros. Hasta videollamada con familiares estoy haciendo, entendiendo la situación de gravedad que estamos. El miedo nos consume... más que de contagiarnos nosotros, contagiar a la gente que amamos, nuestras familias”, sincera.

El presidente de la Sociedad Chilena de Medicina de Urgencia (SOCHIMU), Luis Enberg, dijo que “hay alrededor de 60 pacientes ventilados sólo en las urgencias de la Región Metropolitana, y eso genera una gran sobrecarga, porque un paciente ventilado no sólo necesita el aparato sino personal que esté pendiente y eso hace que el esfuerzo sea grande y tener menor disposición para ver otros pacientes que vayan llegando a la urgencia. Es como un embudo: tengo una gran entrada, porque la urgencia nunca cierra, pero tengo una pequeña salida, porque las camas críticas son escasas, a pesar del aumento de capacidades que ha hecho la autoridad.

Respecto de la situación en El Pino, esta mañana el subdirector médico, Mauricio Muñoz, explicó que “tuvimos una alta demanda de pacientes complejos. Lo normal es que lleguen ocho pacientes y ayer tuvimos 32, lo que demandó un esfuerzo integrado. De las 32 pudimos atender a 24 y tuvimos que derivar ocho a distintos hospitales del servicio metropolitano: Sótero del Río (los que llegaron al Sótero del Río no pudieron entrar tampoco y fueron derivados al Barros Luco y al Salvador), Lucio Córdova y Parroquial de San Bernardo”.

Muñoz añadió que “estamos en una pandemia y tenemos pacientes de demanda compleja. Lamentamos profundamente las incomodidades pero estamos trabajando. Nuestra UCI creció de 12 a 33 camas. Siempre vamos a tener camas ocupadas, porque cuando desocupamos una avisamos a la red que tenemos esa cama disponible. Tenemos camas ocupadas y camas en un proceso de destete, de pacientes que van a ir a una unidad menos compleja. El proceso de sacar a un paciente de ventilación puede tomar mucho en ese proceso”. Una dirigente del hospital dice que han sido todas las noches iguales y que en el recinto van más de 20 pacientes fallecidos, advirtiendo que la morgue ya no da abasto.

“El colapso es total”

La doctora Carla Rey, de la Urgencia del Hospital de la U. de Chile y del SAMU Metropolitano, describe un panorama complejo. “Es colapso total. Las llamadas aumentaron mucho y ya no hay flota de ambulancias para responder a toda la gente que necesita atención. Hay mucha gente afuera por cuarentena y el SAMU está encargado de hacer traslados fuera de Santiago, lo que significa sacar personal y ambulancias”.

“El número de llamados ha aumentado mucho, le damos prioridad al riesgo vital. Hay pacientes con síntomas leves, que están bien, pero hay otros que están graves y que han tenido paro cardiorrespiratorio y han fallecido. En muchos casos no hay examen del covid-19, solamente sospecha”, agrega.

Ya en las urgencias, continua Carla Rey, “hay un cuello de botella muy grande, porque están todas colapsadas. Normalmente los pacientes se reciben rápido, pero si no hay cómo trasladar al paciente adentro y sigue en la camilla, la ambulancia queda en QRX: retenida sin poder seguir en su trabajo. Nos ha pasado que llegan a los hospitales públicos que están colapsados y se los trata de llevar a las clínicas, pero también están colapsadas. El médico de la coordinación tiene que estar muy claro de dónde llevar al paciente. El paciente va al centro hospitalario más cercano a la casa, pero ahora se están mandando al que esté disponible y así quedan pacientes que no están tan graves 11 ó 12 horas afuera en el patio de ambulancias”.

El traslado fuera de Santiago de los enfermos de coronavirus es otro punto difícil. Ella dice que cuando le toca ese procedimiento puede llegar a las 8 de la mañana al SAMU e irse para la casa recién a las 2 de la mañana del día siguiente, viaje en avión ida y vuelta incluido. “A veces uno sale de un turno pero tiene que continuar cuando toca un traslado aéreo. Tenemos que evaluar a los pacientes, se tienen que ver las condiciones del día. En los medios se ha presentado que es subirlo al avión y trasladarlo, pero están súper graves, hay que transformar el avión y la ambulancia en una UCI. A mí me ha tocado ir a Puerto Montt y Concepción, fácil 12 horas con mascarilla, traje plástico, escudos faciales. En esas horas no podemos comer nada, no podemos tomar agua, no podemos ir al baño, luego llegamos de madrugada y dejar los equipos limpios y cargados”, relata. Un traslado habitual en Santiago toma dos horas con un paciente grave.

Hoy el ministro de Salud Jaime Mañalich, dijo que se están replicando acciones de triage tomadas en el Hospital San José en otros centros para evitar el acumulamiento de ambulancias en hospitales y derivando estos vehículos a centros asistenciales de campaña.

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“Estamos en una etapa muy dura sobre todo en la Región Metropolitana. Otros lugares han pasado la ola más adversa. Y creo que lo que nos corresponde en la Región Metropolitana es preocuparnos del prójimo para que este periodo de confinamiento sea lo más breve posible”, planteó el ministro de Salud, Jaime Mañalich.

La declaración la hizo al informar que se renueva por una semana más, a partir del viernes, el periodo de cuarentena para el Gran Santiago, así como para Iquique, Alto Hospicio y Lonquimay. En cambio, salen del confinamiento Antofagasta y Mejillones y se levantan los cordones sanitarios que había en Temuco y Padre Las Casas, pero se mantienen en Chiloé, Puerto Williams, Punta Arenas y San Antonio.

Hasta las 21 horas de ayer se confirmaron 4.328 nuevos contagios (3.956 con síntomas y 372 sin ellos) llegando a un total de 82.289. De ellos el 80% corresponden a la Región Metropolitana. El reporte dio cuenta del fallecimiento de 35 personas, sumando 841.

Mañalich alertó que si bien los adultos mayores son un grupo de riesgo, eso no significa que otras personas menores no se contagien. E indicó que "más del 50% de los casos confirmados hasta la fecha son personas menores de 40 años, tenemos fallecidos en ese grupo de edad y también tenemos muchos casos en menores de 25 años. Los hospitalizados en UCI menores de 40 años, son el 12%”.

El la UCI hay 1.251 personas, de las cuales 959 están en la RM; 1.048 con ventilador mecánico y 44 con ventilación mecánica no invasiva. Hay 331 ventiladores mecánicos disponibles y anunció que entre hoy al 3 de junio llegarán 404 nuevos equipos. La ocupación actual de ventiladores mecánicos es de un 94% en la R. Metropolitana y de un 86% en todo el país.

Al referirse a distintos estudios sobre proyecciones del Covid en Chile, Mañalich indicó que "lo importante es, como dijo el Presidente, es ponernos en el peor escenario: 100 mil personas contagiadas y contagiantes en el mismo momento".

Seguro para sector salud

Mañalich anunció que junto con la Asociación de Aseguradores de Chile comenzará a operar, de manera gratuita, un seguro de vida para los 235 mil trabajadores de salud. Serán pólizas con un capital de $ 7,2 millones por trabajador y tendrán vigencia hasta el 31 de diciembre de 2020, considerando una cobertura retroactiva desde que se decretó en Chile el Estado de Emergencia Sanitaria a raíz de la pandemia mundial.

12 %

de los internados

en UCI son menores

de 40 años.

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