Desde hace 141 años, cada mes de mayo la Armada de Chile conmemora la gesta heroica del Combate Naval de Iquique y Punta Gruesa y Día de las Glorias Navales. La invitación siempre ha sido a celebrar con la ciudadanía en torno al mar y, este año, motivaba realzar los 500 años que se cumplirán en octubre del descubrimiento del Estrecho de Magallanes y su importancia para el mundo y la institución.

Pero este año es diferente. La realidad del país ante la llegada y propagación del covid-19 en el territorio nacional impide rememorar la hazaña de Prat y debemos replantearnos nuestras prioridades. Esta pandemia a lo único que responde es a las intangibles respuestas humanas frente a la adversidad, tal como lo dijera Arturo Prat la mañana de ese inolvidable 21 de mayo de 1879: “Muchachos, la contienda es desigual, pero ánimo y valor”.

Estas palabras resuenan hoy en los hombres y mujeres que integran las filas de la Armada, quienes han sabido adaptarse al escenario que se vive y responder con éxito a los nuevos desafíos que han surgido, cumpliendo así el juramento que hicieron de servir a la Patria hasta dar la vida si fuera necesario.

Ellos son los héroes anónimos que están en las calles día y noche en todo nuestro litoral, de norte a sur, manteniendo el orden y la seguridad de la población al hacer cumplir las medidas preventivas que ha establecido el Ministerio de Salud para evitar el aumento de contagios y también cumpliendo, como siempre, con las tareas permanentes asignadas a nuestra institución.

“Hoy nuestros marinos están dejando la impronta de Prat en cada lugar donde están siendo desplegados, adquiriendo una relevancia fundamental por estos días, y ante lo que como institución nos sentimos orgullosos”, asegura el contraalmirante Raúl Zamorano, secretario general de la Armada de Chile.

Como el comandante Prat lo hubiera querido, es ahora el momento de seguir adelante. “El desafío ante el contexto actual es inmenso, pero estaremos a la altura. No podemos olvidar, sin embargo, que como Armada de Chile también debemos mantener y desarrollar las capacidades navales y marítimas que nos permiten cumplir con nuestras tareas permanentes, que son nuestra razón de ser como institución”, enfatiza el oficial.

Recientemente, y en sintonía con el Ministerio de Defensa, se reestablecieron las llamadas Áreas de Misión de la Armada, siendo: Defensa de la Soberanía e Integridad Territorial; Emergencia Nacional y Protección Civil; Cooperación Internacional y Apoyo a la Política Exterior; Contribución al Desarrollo Nacional y a la Acción del Estado; Seguridad e Intereses Marítimos.

Para cumplir con ellas, la institución posee medios navales y marítimos balanceados: una escuadra moderna que le permite operar en todo tiempo y por períodos prolongados; una fuerza de submarinos que permite realizar labores de inteligencia; una brigada anfibia expedicionaria y fuerzas especiales, que le permiten proyectar poder naval a tierra; y una aviación naval que además de ser una extensión de la escuadra permite realizar tareas de vigilancia oceánica.

Desde el punto de vista marítimo, cuenta con medios que van desde lanchas para dar seguridad a la vida humana en el mar, hasta patrulleros oceánicos capaces de operar desde Arica hasta la Antártica Chilena, y desde el conteniente hasta Rapa Nui en tareas de vigilancia y control.

Todas estas fuerzas operativas son sustentadas por una infraestructura terrestre compuesta por organizaciones logísticas que permiten su administración, operación y sostenimiento en el tiempo, y nuestras dotaciones, que están al centro de la institución.

Con todos estos medios humanos y materiales, y gracias a la polivalencia que poseen los mismos, la Armada de Chile hoy es capaz de prestar el apoyo requerido ante la emergencia sanitaria que vive el país y, además, seguir cumpliendo sus tareas permanentes.