Todo comenzó con una nueva jugada del estudio audiovisual Delight Lab en la Torre de Telefónica, donde el lunes proyectaron la palabra HAMBRE. El colectivo comenzó con estas iniciativas junto con el estallido social, cuando proyectaron “Dignidad”, “No Estamos en guerra. Estamos unidos” o “Que sus rostros cubran el horizonte”, (de Raúl Zurita).

La polémica se desató porque ayer proyectaron HUMANIDAD y luego SOLIDARIDAD, lo que pocos alcanzaron a ver, porque rápidamente apareció un camión que se detuvo en Avda. Providencia, a un costado del Parque Balmaceda, para apuntar unos enormes focos hacia el edificio, cubriendo la intervención. Sus directores, Octavio y Andrea Gana, quienes se denominan “activistas lumínicos”, se excusaron de emitir comentarios.

Desde Carabineros reconocen que uno de sus funcionarios sí estuvo en el lugar, pero que se trataba simplemente de un perito de tránsito. “Efectivamente se controló al camión, y se chequeó que este contaba con todos los permisos correspondientes. Esa fue nuestra labor”, dicen a La Segunda.

En la Municipalidad de Providencia aclaran –desde su equipo de comunicaciones- que nunca se han involucrado en este tipo de manifestaciones “porque no tenemos ni injerencia ni herramientas legales para intervenir”. Sólo podrían actuar si se tratara de algo de índole publicitaria pero no en términos de consignas políticas o sociales, dicen.

Algunos identificaron al camión como perteneciente a la empresa de iluminación Rentapower. Su dueño, Nelson Sáez, lo negó tajantemente y aclara que pueden demostrar con boletas y facturas que no han realizado ningún tipo de servicio hace varias semanas. Dice que desde anoche ha recibido decenas de mensajes y llamadas, incluso con amenazas.

Felipe Guevara, intendente de Santiago respondió: “No hemos dado ningún permiso. Es más, no podemos dar autorización para actividades que ocurren en toque de queda. Lo que pueden haber tenido es un salvoconducto, pero eso no tiene nada que ver con nosotros, eso se justifica en la comisaría virtual de Carabineros. Cuando nos enteramos el otro día que alguien estaba proyectando sobre el edificio de la Telefónica hicimos una denuncia al ministerio público. El fiscal Mery, de la Fiscalía Oriente tiene el caso".

José Francisco Lagos: “Los censurados fuimos nosotros”

José Francisco Lagos, abogado y director ejecutivo de Res Pública, es autor de la frase Solidaridad, que también se proyectó.

“Con un grupo de amigos, todos profesionales jóvenes, vimos este mensaje HAMBRE el lunes y nos pareció un simbolismo demasiado importante en las circunstancias actuales, cuando hay que dar una señal positiva. Está bien preocuparse por quienes más lo necesitan, pero hay una frontera demasiado frágil y empezar a preocuparte de los problemas y no de las soluciones. Nos contactamos con estas personas (Delight lab) para que transmitieran nuestro mensaje, con otro color para que se note que era distinto”, cuenta esta mañana a La Segunda.

“Así llegamos a la palabra Solidaridad, que proyectamos en el edificio. Solo quisimos entregar un buen mensaje. Ese famoso camión nos censuró a nosotros. No censuró Hambre ni Humanidad”, contesta debido a que algunos lo acusaron a él de estar relacionado con el camión.

“Nosotros no censuramos a nadie. No tenemos idea quienes son ni tenemos ningún vínculo con ellos. No vamos a estar predicando de unidad y andar tapando estos mensajes”, asegura.

“Estamos contentos igual, porque logramos que se proyectara aunque sea un rato. No pretendemos negar ninguna realidad social. La cuarentena prolongada tiene muchas consecuencias sociales, por eso se aplazaba tanto. Pero si a los males de la pandemia le asumamos los males de la violencia o el conflicto, en nada contribuyen y es más, se transforman en parte del problema”.

Agrega: “Los mensajes no solucionan nada, pero después de ver el mensaje Hambre, que nos dejaba con desazón, pienso que muchos necesitan una palabra de ánimo o algo que los empuje a actuar de manera distinta”.

—El diputado Diego Schalper dijo que hay que perseguir a los autores de Hambre, porque “en vez de aportar, prefieren agrandar el problema para ponerlo al servicio de su ideología y agenda política, violencia incluida”.

—Si prohibimos esta proyección en un edificio no hay nada que impida que lo hagan en otro lugar. Creemos que es mejor combatir el mensaje mismo: ante hambre, solidaridad y trabajemos juntos. Porque si es ojo por ojo, quedamos todos ciegos.

—¿Es caro pagar por un mensaje como este?

—No. Para lo simbólico que es, no lo es. Hicimos una vaquita con los amigos.

Gregorio Fernández: “Es un acto de matonaje”

“Cualquier esfuerzo por acallar una intervención de cualquier tipo huele a censura. Lo pueden disfrazar, pero es censura. La palabra HAMBRE busca una forma de repartir cajas, de ser solidarios. Loa autores querían poner el punto en discusión y así lo han hecho siempre”, dice esta mañana Gregorio Fernández, subdirector de la escuela de Publicidad de la Universidad Católica.

“¿Es arte cuando te conviene y cuando no hay que censurarlo? Es muy violento lo que pasó, porque esta es una expresión artística. Aunque la apaguen para poner otra al lado. Si las palabras no movilizaran no la hubiesen acallado. Hambre es una palabra que molesta, pero las verdades siempre incomodan. Poner un camión para apagar el mensaje es un acto de matonaje”.

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