En Suecia hace rato se preguntan: ¿Hay una forma correcta de combatir el covid-19? ¡No!, se responden ellos mismos. Y por eso, aguantan los cuestionamientos que se les ha hecho a su estrategia para combatir el virus.

El gobierno de centroizquierda sueco, alabado por Bernie Sanders y que ha sido puesto como ejemplo por otros lideres progresistas del mundo por sus políticas sociales, hoy contrariamente recibe los aplausos de la “derecha libertaria” que no quiere saber nada de la palabra “cierre” por causa de la pandemia.

Y es que ni el Presidente de EE.UU., Donald J. Trump se animó a tanto en su país (aunque ganas no le faltaron). Suecia, con diez millones de habitantes, ya cuenta con más de 3.700 muertos por cocid-19. Y a pesar de la alta tasa de mortalidad, el gobierno nunca cerró el país.

“La vida allá es un poco sorprendente, pueden ir a restaurantes, pueden salir a caminar, nuestra hija sale todos los días a correr. Nuestros hijos van a trabajar, los nietos hacen su vida normal y van al colegio. Hay una cuasinormalidad. No se puede decir que hay una normalidad total, pero creo que no hay ningún otro país en el que hay una situación de ese tipo”, afirma el escritor y exministro Mauricio Rojas, que tiene a toda su familia allá.

Hay cinco países europeos que superan la tasa de mortalidad de Suecia: Francia, Reino Unido, Italia, España y Bélgica. Pero según cuenta Rojas, “los últimos días han sido muy duros en la cantidad de muertos, se han reportado más de 100 algunos días”. Además, cuenta que sorprende también que si una persona que tiene todos los síntomas le recomiendan que se quede en la casa. “De hecho, si uno mira la cantidad de test per cápita está casi igual a la cantidad que Chile ha realizado y muy inferior a Francia o Reino Unido”, agrega.

Pero pesar de las cifras, el 73% de los suecos, según la última encuesta Ipsos publicada por el diario Dagens Nyheter, apoya la gestión de Anders Tegnell, el epidemiólogo detrás de esta estrategia.

“Suecia tiene una tradición de consenso bastante grande. También se han dado en el ámbito económico medidas que han sido muchas y amplias, y con acuerdos con la oposición. Eso diferencia a Suecia de Chile o de la mayoría de los países. Ha habido un gran apoyo de la población. La gente ha tendido a solidarizar con el gobierno. El Estado y las autoridades en Suecia son muy respetadas. La gente les cree. El criterio de los técnicos es muy respetado”.

Las medidas

Para Tegnell, el distanciamiento social y evitar multitudes es suficiente para controlar el virus. Prohibió las reuniones de más de 50 personas, los colegios siguieron abiertos (para los menores de 16 años, el resto estudia desde sus casas). Los bares, restaurantes y gimnasios también permanecieron abiertos, aunque con reglas de distanciamiento social. Se pidió que los que pudieran trabajar desde la casa lo hicieran, y a la tercera edad se le pidió que se quedara en casa.

Pero, a juicio de Rojas no todos siguieron las instrucciones. “Las estadísticas no apuntan a eso cuando tienes más de 30 mil contagiados, lo que es bastante alto si lo comparas con otros países nórdicos. Cuando ves que las guarderías funcionan, ves restaurantes llenos de gente incluso sin mascarilla, al final la señal del gobierno ha sido esa. Una cierta normalidad, complicada, en las que sí hay medidas, pero en Suecia nunca ha habido una medida obligatoria. Nada de cuarentenas ni algo parecido. Ni hablar de toque de queda”.

Para Rojas, lo sorprendente de todo esto es que en Suecia se mantenga un alto nivel de consenso a pesar de que se trata de una tragedia enorme. “Creen en el Estado. El Estado es un acompañante de las personas. El nivel de confianza de los suecos en el Estado creo que es único en el mundo, y el mundo también tiene un índice de confianza muy alto hacia Suecia. Por eso creo que no ha habido una crítica mayor a una estrategia que está causando un perjuicio humano que muchos países no soportarían”.

Como explica el también ex speechwriter del Presidente Piñera, Suecia nunca cerró su economía como la mayoría de Europa ¿Por qué? Para Tegnell, esa medida “no tiene una base científica”. Además, agregó que “no hay otro escape”, sino encontrar formas de convivir el virus. Y como “no hay signos de una vacuna en el horizonte inmediato. No podemos arruinar la economía mundial indefinidamente. Es mejor concentrarse en proteger nuestros servicios de salud contra el virus”, aseguró.

Uno de los principales asesores, Johan Giesecke, fue más allá: “cuando los países europeos cuenten sus muertes dentro de un año, las cifras de fallecidos proporcionales serán similares, independientemente de las medidas. Sin embargo, el daño económico en Suecia puede ser menor”.

“Si alguien quisiera tomar el modelo sueco para un país menos desarrollado, sería un suicidio”, dice Rojas. “El sistema médico sueco, que está muy estresado, no ha colapsado. Y tampoco va a colapsar”, afirma. Pero no creo que eso sea exento de costo “Suecia está quedando como la oveja negra. Por ejemplo, ahora se está discutiendo la apertura de fronteras y los países vecinos dicen que con Suecia no, porque lo que han hecho es irresponsable”.

Efecto económico

El PIB sueco se contrajo un 0,3% en el primer trimestre con respecto a los tres meses anteriores, menos de una décima parte del ritmo al que se contrajo la economía de la zona euro. Aunque igualmente la economía sueca se ha resentido, fundamentalmente, en su sector exportador.

Entre las políticas que han permitido a Suecia mantenerse mejor que sus vecinos está su generoso sistema de asistencia social, el cual facilita que los trabajadores suecos se autoaíslen sin sufrir dificultades financieras. El país gasta aproximadamente un 25% del PIB en gasto social, uno de los más altos de la OCDE, y tiene un seguro de cesantía que se aplica incluso a los trabajadores por cuenta propia.

Y dado que la deuda pública sueca ascendía a solo el 35% del PIB en 2019, la política fiscal tuvo margen para actuar. Además, el gobierno anunció en abril un plan de US$ 4 mil millones que irán destinados a pagar hasta tres cuartos de los costos fijos de las empresas, en función de la pérdida de facturación. Esto limitó los despidos, y según ellos, garantizará una recuperación rápida.

73%

de los suecos apoya la gestión de la autoridad de Salud y la estrategia adoptada contra el coronavirus en el país, según la encuesta Ipsos.

LEER MÁS