El pasado 6 de mayo, el fundador de Mercado Libre, el argentino Marcos Galperín y el principal ejecutivo de la empresa, su amigo y compañero de MBA en Stanford Stelleo Passos Tolda, tenían buenas noticias para sus accionistas. Tras un 2019 complejo, donde la compañía perdió US$172 millones, informaron que solo en el primer trimestre la empresa listada en EE.UU. tuvo ganancias por US$312 millones, casi un 50% más que el año pasado.

Desde Sao Paulo, Tolda, vicepresidente ejecutivo de la firma, comenta que esos buenos números se construyeron cuando gran parte del continente aún no estaba en pleno confinamiento y que no estuvo exento de momentos adversos.

“En nuestros principales mercados, que son Argentina y Brasil, tuvimos dos semanas muy difíciles. Donde la gente salía a buscar productos para su seguridad y su salud. Salían a comprar alimentos esenciales y nuestra oferta en esas categorías era bastante limitada. En esas dos semanas tal vez hizo que no cerráramos con una nota tan positiva”, relata el ejecutivo de una empresa que en sus 20 años ha estado al borde de la quiebra en cuatro oportunidades y que hoy sobresale en la región.

Los buenos resultados de Mercado Libre y su unidad de negocios Mercado Pago, catapultaron a la acción de la empresa en el último mes desde los US$ 450 a los US$ 772. El salto fue destacado por medios como Bloomberg y la página de noticias del Nasdaq comparó a la firma con Amazon. Hoy su valor supera los US$37 mil millones, con lo que es la sexta empresa más valiosa de Latinoamérica, casi sextuplica el peso de Falabella en la Bolsa de Santiago (US$6.727 millones) y equivale al 8% del PIB de Chile.

—Usted trabajaba en Wall Street, ¿cuándo abordó el buque?

—No era tan grande el buque cuando entré. Era un botecito pequeño. Entré en 1999 y conocí a Marcos (Galperín) en StanFord. El se fue a Argentina para lanzar Mercado Libre. Terminamos el MBA en junio y él en agosto estaba lanzando la empresa en Argentina. Yo trabajaba en Wall Street y Marcos llegó al banco donde yo trabajaba. Era gracioso verlo, quería levantar capital y entonces por coincidencia participé de las reuniones. De ahí me ofrecí a trabajar con él. Ahí me mudé a Sao Paulo, para iniciar la operación de la empresa en Brasil, en noviembre de ese mismo año.

El impulso del coronavirus

—¿Cuánto pesa Chile en la operación de la empresa?

—Brasil es más de la mitad de nuestros negocios, después Argentina, luego México. Ahí vienen Chile y Colombia.

—¿Cuánto los han beneficiado las cuarentenas por la pandemia?

La gente está comprando más, en distintas categorías y tenemos cinco millones de nuevos compradores. Hay situaciones distintas en los diferentes mercados, pero es evidente que los comercios de la calle o están cerrados o con tránsito de gente muy bajo, con lo cual somos hoy una opción para la gente que está confinada.

—Muchas pymes no pueden atender por la pandemia y no tienen canales online desarrollados, ahí entran ustedes.

—Totalmente. Somos una vidriera importante para quienes quieren tener su primera experiencia on line. En Brasil bajamos las comisiones para atraer a comercios que están cerrando.

—¿El retail físico está amenazado?

—No es que sea el uno o el otro, hay espacio para ambos. Para mí es mucho más conveniente recibir un producto en mi casa, pero yo entiendo que haya gente que quiera ir a un centro comercial. Lo que también entiendo es que las tiendas físicas tienen que tener presencia en línea. Las tiendas que no tienen presencia on line están en el pasado.

Tolda va poco al mall: “Lo hago más cuando estoy de viaje, en el día a día es difícil verme en un centro comercial”.

—¿Cómo han cambiado los patrones de consumo por el coronavirus?

—La categoría más perdedora es la automotriz, ese negocio es importante en todos los mercados, pero la gente no está enfocada en eso. Moda también ha caído, la gente no sale de fiestas. Los ganadores son artículos para hacer ejercicio en la casa, video juegos y decoración.

—A principios de abril, su empresa dio de baja varias ofertas de productos sanitarios por altos precios. ¿Por qué?

—No es algo nuevo y no lo hicimos por la pandemia, siempre tenemos sistema de monitoreo y los vendedores tienen una reputación. Lo que pasó es que la pandemia hizo que la gente fuera a sitios a buscar mascarillas, alcohol gel, productos de salud y hay gente que se aprovecha de esta instancia para publicar precios superiores a los del mercado.

—Hoy son la sexta empresa en valor bursátil de la región y la pandemia les favorece ¿Esperan seguir subiendo?

—No lo sé, las empresas funcionan en base a sus resultados, no estamos tan pendientes al precio de la acción sino que estamos trabajando para hacer mejores experiencias de compra. El valor de la empresa es consecuencia de ello.

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