Consultados los sindicatos de otras clínicas, como la Alemana y Santa María, afirmaron que hasta ahora no ha habido solicitudes para reducir sueldos o acogerse a la LPE. Pero la presidenta de la Federación Nacional de Sindicatos de la Salud Privada, Gloria Flores, llamó la atención respecto a la precaria situación en que se encuentran clínicas más pequeñas o regionales, cuyos dueños, dijo, estarían presionando a sus trabajadores a asumir recortes de sueldo o acogerse a la citada ley. “Es impresentable que hoy a los trabajadores que tanto se destacan porque están en la primera línea contra esta pandemia se les plantee una reducción de remuneraciones o de beneficios laborales”, dijo Flores.
En Santiago, el escenario más complejo es el que enfrentan los tres sindicatos de la Clínica Indisa ante la petición de la empresa. “Indisa se encuentra en un proceso de conversaciones para llegar a un acuerdo, sin que se busque imponer algo específico y con la finalidad de mantener los puestos de trabajo”, dijo la clínica.
Pero su sindicato 1, el más grande con 1.600 trabajadores y que actualmente se encuentra en negociación colectiva y con fuero sindical hasta la primera semana de julio, ya dijo que no aceptaría las condiciones de la compañía que entre sus socios tiene a los chilenos Juan Antonio Guzmán, Alejandro Pérez y Jorge Selume.
Los otros dos sindicatos, el 2 de enfermeros y enfermeras (que reúne a 400 socios), y el 3 de profesionales de la salud (con 300 entre enfermeras/os, matronas/es, médicos, kinesiólogos/as y nutricionistas), siguen conversando con la administración. Estos sindicatos, dijeron que aún no hay un acuerdo, pero podría haber novedades esta semana.
Una de las dudas de los sindicatos al evaluar la propuesta de la empresa es que Indisa tuvo utilidades por $11.630 millones en 2019, y distribuyó como dividendos $4.650 millones, es decir el 40% y no el mínimo legal de 30%.
Desde Integramédica, en tanto, admiten la rebaja solicitada a 250 doctores de 2 mil que trabajan en sus centros médicos (no afectaría a las clínicas Bupa Santiago ni Reñaca) y sostienen que, al igual que el resto de los prestadores de salud, han sufrido una baja de 80% en sus operaciones. “A eso se suma el incremento en los costos y el valor de los insumos derivados de la pandemia, lo que también ha afectado gravemente nuestra operación. Por lo anterior, nos hemos visto en la obligación de implementar algunos ajustes que nos permitan asegurar la continuidad operativa de nuestros centros médicos en el mediano y en el largo plazo”, agregó.
El Colegio Médico está canalizando denuncias y evaluando cada situación. “En Integramédica, (…) los colegas nos piden que esta disminución sea por un plazo definido y reevaluable dependiendo de la evolución de la pandemia”, comenta el vicepresidente Patricio Meza.