Lo más evidente de la segunda temporada de “After Life” (a partir de mañana en Netflix) es que su creador, director y protagonista, Ricky Gervais, insiste en los mismos ingredientes, personajes, interacciones y chistes de la exitosa primera entrega. Lejos de ser un defecto, esto refuerza una idea que ha imperado desde el inicio: que la existencia no es más que una series de ciclos repetidos que nos permiten —o no— mejorar como personas (esta vez hay una mención a “El día de la Marmota” para reforzar el juego).

La estructura repetitiva no significa sin embargo que Tony, el amargo periodista que debe lidiar con la vida cotidiana tras la trágica muerte de su mujer, no haya cambiado desde el primer episodio. Podríamos decir que ahora intenta mejorar o, tal vez, simplemente ha aprendido a controlar sus impulsos negativos. O, al menos, es lo que cree. De qué manera encuentra el equilibrio —-entre el new-age del siglo XXI y su tendencia a deprimirse, emborracharse y cuestionarlo todo— es probablemente el quid de la cuestión.

Gervais, quien lleva décadas explorando los límites de la corrección política en el humor, se burla de la meditación, de las terapias en boga, de los procesos creativos colectivos, de las frases armadas de optimismo. “Estar sano es solo morir más lento”, lanza en una escena frente a un consejo relacionado con la vida saludable. Su pesimismo resulta más sincero que la falsedad que exuda, por ejemplo, un maestro zen caricaturizado. Digamos que en los instantes satíricos asoma el Gervais más reconocible. Aunque lo interesante de “After Life” está en el polo opuesto, en las conversaciones existenciales que Tony mantiene con una viuda que frecuenta el mismo cementerio que él, en sus visitas al geriátrico donde descansa su padre, en su amistad con una entrañable prostituta, en los trazos de sentimentalismo que afloran cuando revisa, una y otra vez, los registros visuales del paso de su mujer por este planeta. Pareciera ser que en la sucesión de rutinas la vida va cambiando como lo comprueba Tony junto a unos personajes secundarios que Gervais no relega a la fila de acompañantes funcionales.

“After Life” es tan nihilista como compasiva. Se desarrolla entre fuerzas antagónicas sin caer en soluciones rebuscadas. Sus capítulos, cortos y bien musicalizados, son tragos amargos que deparan un extraño dulzor al final del vaso.

“After Life: Más allá de mi mujer”. 6 episodios. BUENA. Desde mañana en Netflix.

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Tenía que pasar: una lectura feminista en torno al universo de Batman, ese millonario mujeriego que por las noches se convierte en un antihéroe vengativo. La protagonista es ahora su prima, joven lesbiana menospreciada por su padre —jefe de una agencia privada de seguridad— y oprimida por una sociedad que no acepta su identidad sexual. Con todo en contra, tendrá que reinventarse como supeheroína y luchar por la justicia en una Ciudad Gótica que se ha vuelto caótica luego de que Batman desapareciera misteriosamente.

El primer capitulo de “Batwoman” cuenta el origen del personaje, muestra los vínculos con su familia, traza una historia de amor lésbico que se arrastra desde la adolescencia e introduce a una villana carismática. Todo esto con el envoltorio violento y sombrío que el cineasta Christopher Nolan (“Batman inicia”) donó al género a través de sus adaptaciones cinematográficas y, por supuesto, siguiendo las pautas de un mirada anti-patriarcal que no deja bien parados a los personajes masculinos.

A pesar de que los tiempos de recambio favorecen este tipo de iniciativas, las decisiones de los responsables de “Batwoman” no dejan de ser arriesgadas. Un punto a favor para DC Comics, compañía que, al menos en cines, ha perdido la batalla contra la indestructible factoría Marvel.

“Batwoman”. 16 episodios.

ENTRETENIDA. HBO-Go.

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El Bazofi nació hace 8 años en Argentina como respuesta humorística a Bafici, el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires. Detrás de él está el crítico, coleccionista y restaurador Fernando Martín Peña, cuyo plan era proyectar viejas joyas encontradas en celuloide. Este año, cuando los festivales del mundo se encuentran cancelando sus ediciones, Bazofi ha decidido salir adelante con una versión online y gratuita…pero con horario para no perder las buenas costumbres.

Desde hoy hasta el domingo 3 de mayo se exhibirá, en tres turnos (17, 19, y 20:30 de Chile), una amplia selección de hallazgos y rarezas. Entre ellos, “La guerra, la música y nosotros” (1976), película inclasificable que narra la Segunda Guerra Mundial a través de películas de propaganda y covers de Los Beatles. O “Mejor muerto que rojo” (1920), singular alerta anti-anticomunista realizada después de la revolución de 1917.

Mayor información en cuenta de YouTube “Bazofi On-Line”.

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“La serie ‘Freud' (Netflix) porque presenta la figura de este padre del psicoanálisis con sus pasiones, genialidad y miserias, en una mezcla de realidad, ficción y magia”.

La periodista y escritora acaba de publicar “1520. Cuentos del Estrecho de Magallanes”, como homenaje a los 500 años del viaje de Hernando de Magallanes.

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