La cuarentena, las noticias dramáticas todos los días, la incertidumbre ante el futuro y el temor a ser contagiado o que se enferme algún cercano, tienen a Dante Pesce, relator de la ONU, afectado emocionalmente. Como a casi todos. Se le nota a través de la pantalla cuando conversamos mediante Zoom. Con los ojos humedecidos cuenta que el virus lo ha impactado directamente.

“Un pariente murió en Nueva York, dos papás de dos amigas también murieron en esa ciudad, eh… Estuve con unos amigos en Suiza con su hija de seis meses hospitalizada, tengo otra familia completa que está hospitalizada en Londres, amiga mía. Ha sido duro”, reconoce.

Dice que eso lo tiene nervioso y admite que influyó en la manera en que reaccionó cuando vio en un supermercado de La Dehesa a un cliente sin mascarilla. Decidió grabarlo mientras lo encaraba duramente en un video que se hizo viral en las redes sociales, aunque recalca que él no tenía esa intención, que lo compartió en un chat y de ahí no supo más, hasta que apenas una hora después empezaron a llamarlo de la televisión y su celular se llenó de mensajes, tanto de apoyo como de rechazo.

Hay que reconocer que el ahora famoso encuentro, o funa, muestra a dos personas alteradas. No son escenas agradables. Evidencian que la crisis sanitaria también saca a la luz nuestros defectos, azuzados por el miedo.

Pesce pasa mucho tiempo fuera de Chile, porque es relator de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Su foco en este campo es el mundo de las empresas, las relaciones laborales, la sustentabilidad, un aspecto no tan conocido pero que ha ido ganando relevancia.

“Para mí este es un tema cerrado y lo único que espero es que el país salga del problema para lo cual todos estamos llamados a cumplir la ley y seguir las instrucciones de la autoridad sanitaria. Eso es lo verdaderamente importante”, reflexiona.

Más calmado, y con las perspectiva de los días transcurridos desde el incidente, cuenta su versión.

-Empecemos desde el principio. ¿Cómo llegaste a ese momento? ¿Hubieses preferido que no pasara?

-Claro. Pero te cuento cómo lo viví yo: Fui a comprar al supermercado y estaba haciendo la fila afuera, porque van entrando de a poco, por grupos, impidiendo que se generen multitudes. Era una fila larga, cien metros, fácil. Bueno, el caso es que delante nuestro estaba una persona sin mascarilla, y se notaba claramente.

-En la calle se ve a mucha gente que no la usa. ¿Era el único que estaba sin mascarilla?

-Sí y por eso llamaba la atención, había harta gente en la fila y sólo él no cumplía la norma, que estaba claramente escrita en la entrada del supermercado y que es una ordenanza municipal. Yo iba con mi señora, todos con mascarilla de distintos tipos, unas más artesanales, otras menos, y todos esperando en la misma fila. Y él se notaba notoriamente que no tenía mascarilla y miraba para todos lados. Pensé: bueno, seguramente está esperando que se la traigan, alguien está estacionando, y se la trae, no sé. Era un pensamiento razonable: el gallo no estará actuando con maldad.

-En el video, tu reacción parece desproporcionada, aunque no es menor incumplir la norma…

-Sí, lo entiendo, pero empecé a molestarme cuando vi su actitud: nos tocaba el turno para entrar al mall estaban los guardias, y el tipo pasó rapidito. Yo pasé después y le pregunté a los guardias: “Oiga, disculpe, pero pasó una persona sin máscara” Entonces, me dicen: “Mire, señor, es que en realidad no se puede hacer mucho. Porque estamos atados de manos. Esto depende de Seguridad Ciudadana o de Carabineros, y en realidad no podemos hacer mucho. Si hay gente que no quiere cumplir, no cumple”.

-¿Por qué no simplemente dejar una queja? ¿Qué pensaste?

-Quedé para adentro. Y seguí caminado y veo el letrero al lado de la puerta que dice: “Máscara obligatoria dentro del supermercado por ordenanza municipal”. Entonces me enojé más porque esta persona pasó al lado del letrero, era muy claro. Si él hubiese tratado de irse luego, ya que incumplía la norma, no hubiese pasado nada. Pero estaba casi inmediatamente al lado revisando sábanas por todos lados.

-Ya, pero podrías haberle dicho algo…

-Lo que pasa es que mi experiencia en este centro comercial es que la gente fuma en cualquier parte, aunque diga No Fumar, se estacionan en estacionamiento de discapacitados, aunque diga no estacionar. En la parte de emergencia para bombero, se estacionan igual. Y cuando yo le llamo la atención a alguien y le digo: “Disculpa, ¿te das cuenta que aquí no se puede fumar?”. En el 50% de los casos me agarran a puteadas inmediatamente: “Qué te has imaginado guatón c…, me importa una raja lo que estís pensando”. O sea, insultos, altiro.

-¿Por qué decides grabarlo?

-Mira, lo primero que pensé fue: “Le voy a decir, oye estás sin máscara. No sé cómo se lo va a tomar, y en una de esas se lo toma en mala y entonces, lo voy a grabar por si acaso. Pero si me dice, oye no me grabes… si la actitud es razonable… no lo grabo” . Yo esperaba que dijera: “Perdona, no tenía y estoy urgido, necesito comprar esta cuestión… me voy altiro…” Eso habría sido lo razonable.

-¿Cómo fue su reacción?

-Súper a la defensiva altiro, descalificación inmediatamente, una reacción destemplada.

-En todo caso, también te ves alterado.

-Sí, pero quiero explicar que yo llevaba tres semanas de encierro y estaba nervioso, viendo todos los días que se muere gente por todas partes, entonces. Obviamente, mi reacción si yo la miro para atrás debería haber sido más tranquila, por supuesto. Y más caballerosa, por supuesto, no lo niego. Pero, además y se ve en el video, él me subió el tono el primer segundo, y en vez de ser mínimamente humilde, me echó la foca. Entonces, yo reaccioné enojado en definitiva y esto se escapó de las manos. Luego me estrella el carro, y se pone a gritar hacia los guardias diciendo: guardias, guardias, me están persiguiendo. este acosador me dice que ando sin máscara….

-¿Qué hacen los guardias? Porque es cierto que no se puede andar sin mascarilla.

-Exacto. Le dicen: “Caballero, tiene que andar con máscara, es una ordenanza municipal, tiene razón el otro señor”. Y había más compradores, más gente alrededor diciéndole: “Sí, ponte la máscara irresponsable”. Se escucha un poquito en el audio eso. Y los guardias insisten: “Tiene que andar con máscara”. Y aún así, me empezó a insultar. Me levantaba el dedo... Luego se fue. Yo me quedé conversando un ratito con los guardias. Y les dije: “¿por qué no hicieron más?”. Me dijeron que tienen malas experiencias previas. Cuando alguien soberbio entra sin cumplir alguna regla y le llaman la atención, lo primero que hacen es amenazarlos con que lo van a echar: “Voy a hablar con tu jefe pa que te echen”

-¿Los guardias criticaron tu actitud?

-Mas bien los vi complicados. “Acá el hilo más delgado soy yo. Y estamos acostumbrados a esta actitud prepotente. Y los que pagan el pato somos nosotros”. Y eso, a mí me dio pena, me dio bronca, me dio rabia.

-¿No te parece agresivo filmar a alguien? ¿No crees que esta costumbre de funar es peligrosa?

-Sí. Estoy de acuerdo que puede ser, efectivamente, agresivo. Si él hubiese dicho: “Sí, tenís razón, pero no me sigái filmando que es incómodo”. Y yo hubiera dicho: “Ya, tenís razón, pero cuídate un poco y no perjudiques al resto!”. Eso hubiera sido lo esperable. Ahora… el tipo se fue, y yo me devolví a comprar shampoo y se me olvidó el asunto… Yo no andaba caliente, no había salido en tres semanas, no es que anduviera buscando una pelea por gusto, digamos. Estaba metido en el pasillo de los shampoo y de repente escucho a esta misma persona gritando, envuelto en papel confort la cabeza: “mira, huevón, viste que no me pasó nada”. Y destempladamente insultándome y amedrentándome. Levanté el teléfono y le dije: “oye, te estoy filmando”. Igual me puse un poco nervioso, y no grabé esta segunda parte. Guatón seboso me dijo como tres o cuatro veces. Me das asco, y no sé qué. Así, pero grosero, descontrolado. Ahora, sobre eso, no tengo ninguna prueba, porque no lo grabé. Es mi testimonio, no más.

La explosión viral

-¿Cómo llega el video a la redes sociales?

-Nunca tuve la intención de que eso pasare. Estaba molesto y le compartí este video a un grupo de amigos y a mis hijos, y les dije: “miren lo que me pasó recién”. Terminamos de comparar, llegamos a la casa, en fin, y como a los 15 minutos de haber llegado a la casa me llaman de Chilevisión y me dicen: ¿oye, tú eres el del video? ¿Cuál video? El del supermercado… Ah, bueno sí”. Fue totalmente inesperada la llamada. Y luego me llamó Canal 13. Yo no sabía que eso iba a suceder.

-Al grabarlo, ¿tenías la intención de funarlo?

-Yo más bien, lo que quería era llamarle la atención. Y por supuesto, puede interpretarse como un amedrentamiento, es posible. Si él no me hubiese insultado, me insultó a gritos, no habría pasado nada, digamos. En lo absoluto.

-Pero, tú también lo insultaste.

-Bueno, yo creo que no lo insulté con ningún garabato. O sea, está grabado tal cual. Yo no soy de usar garabatos. Entonces, no me salen y me siento muy incómodo. Por lo tanto, no hay ninguna grabación posible en la que yo le diga un garabato.

-Le dices “criminal”, que igual es fuerte.

-Es fuerte. Su actitud es criminal. Porque obviamente podemos morirnos. Y lo que él está haciendo es de una irresponsabilidad total. Y criminal tiene que ver con vida. Entonces, sí, por supuesto, le dije eso, es una acusación grave. Porque tuvo una actitud criminal. Efectivamente. Ahora, eso yo no lo considero un garabato. Y lo que él me decía era garabato tras garabato. Claro algunas cosas están grabadas y otras no, porque fue después cuando se abalanzó en el pasillo. Y así fue cómo se desencadenó. Fue muy inesperado para mí, que esto se hubiese subido, viralizado, que me llamaran de la tele, en fin.

-¿No te arrepientes?

-Ahora, claro. Mirando para atrás, por supuesto, podría haber cuidado la forma. Se me pasó la mano, reaccioné mal, coincido con eso. Y si yo pudiera re escribir la historia, la haría distinta. Sin embargo y quiero decirlo igual de claro: en el fondo, acá no hay un empate moral. Es decir: hay una persona que incumple todas las normas, que es abogado, que debería saber, que debería dar el ejemplo absolutamente y que no puede declarar ningún tipo de ignorancia y que no tiene ninguna justificación para arriesgarnos a todo el resto que estaba alrededor de esta persona. Incluso él mismo se puso en riesgo, porque también podría contagiarse. Había gente comprando y trabajadores reponiendo, guardias, en fin, somos potenciales víctimas de una persona irresponsable. Y el hecho de que el tono haya sido agresivo y se me pasó la mano en mi reacción no lleva a un empate.

-Te han criticado también…

-Yo puedo aceptar un cierto reproche, puedo aceptar que se me pasó la mano en mi reacción, puede ser, producto del contexto, de que estoy nervioso, de que estaba encerrado hace tres semanas, de que hay muertos por todas partes, incluso parientes míos, en Estados Unidos…

-Lo lamento.

-Ha sido duro, admito que estaba nervioso.

-¿Cómo reaccionó la gente que vio el episodio?

-Se acercó gente a felicitarme. Y los guardias me felicitaron: “caballero, muchas gracias por pararle el carro porque nosotros no podemos. A este tipo de gente lo tenemos a cada rato y no sabemos cómo manejarlo”. En fin.

-¿Aprendiste algo de todo esto, algo que no volverías a hacer?

-Mirando para atrás, ¿cuál es mi conclusión? La forma, por supuesto, yo habría cambiado la forma. No me siento orgulloso de haberme pasado de la ralla y que me haya enojado más de la cuenta. Concedido. Insuficientemente caballeroso, por supuesto. Pero, en el fondo, estoy completamente por el lado de la razón, es decir, es una persona irresponsable, egoísta. Porque cómo puede no saber cuáles son las consecuencias de sus actos.

-¿Has pensado en disculparte por la forma?

-Si él estuviera dispuesto, en público, en vivo, al mismo tiempo conmigo, de que yo le pida disculpas por mis modales, y que él pida disculpas por arriesgar nuestra vida, yo estoy dispuesto a eso, no tengo ningún inconveniente. Pero no hay un empate. Estoy dispuesto a pedir disculpas y a tratar de buscar una posición que sea razonable y qué se yo, que sea decente. En lo demás no. Sigo estando totalmente convencido de que tuvo una actitud increíblemente irresponsable. Y hoy día vi que el presidente Piñera anunció endurecimiento de las penas para personas que no cumplan con los reglamentos y las directrices municipales y nacionales, precisamente porque es una inmoralidad arriesgar al resto de las personas, pudiendo cumplir y no cumpliendo, las normas mínimas de una situación de crisis sanitaria que todos tenemos que cumplir y poner de nuestra parte.

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