Estamos lanzando esta semana un programa de vuelos a China para traer insumos para el covid-19 con aviones de pasajeros”.

Andrés Bianchi, CEO de Latam Carga.

A falta de pasajeros, bienvenidas las cajas y paquetes. Así al menos lo ven en Latam Airlines, la aerolínea que controlan el grupo Cueto y la estadounidense Delta Air Lines, que por estos días está sumergida en un plan de fortalecimiento de su área de transporte de carga. La idea de fondo es mitigar el duro impacto económico que le significa no poder trasladar pasajeros, su negocio principal, por el coronavirus.

Fue el 16 de marzo cuando la compañía anunció que por el cierre de fronteras internacionales se veía obligada a reducir el 70% de su operación, manteniendo solo vuelos domésticos en los países donde opera en la región. Este porcentaje se elevó a partir de abril al 95%. Así, la maquinaria ejecutiva interna se vio obligada a pensar fórmulas para ayudar a sortear la crisis financiera por los menores flujos.

Como las fronteras siguen abiertas al comercio, el transporte de carga surgió espontáneamente como alternativa.

China se suma

Latam tiene su base de operaciones de carga en Miami (EE.UU.) porque es el punto por donde se mueve el mayor flujo comercial hacia y desde América Latina.

Desde allá su CEO, Andrés Bianchi, cuenta vía teleconferencia que son varios los cambios impulsados en las últimas semanas. Lo primero fue modificar el itinerario de sus 11 cargueros, con cambio de rutas y suma de frecuencias.

Por ejemplo, quintuplicó la oferta entre Santiago y Miami, pasando de 6 a 31 frecuencias semanales, para apoyar a los exportadores de salmón. Y elevó en 15% el flujo entre esa ciudad de EE.UU. y Sudamérica en general. Además, inauguró la ruta de carga Santiago – Los Ángeles, que tiene una ubicación estratégica por su conectividad con Asia. Y aumentó en 40% sus frecuencias a Europa, pasando de 5 a 7 (con un vuelo diario).

En paralelo, la compañía habilitó aviones de pasajeros para ser usados como cargueros. Solo esta semana, explica Bianchi, han realizado más de 20 vuelos de Santiago a EE.UU. con esta modalidad. “Es un experimento importante”, dice el ejecutivo, junto con describir que en los asientos la carga es acomodada y fijada con máxima precaución.

“La combinación de sacar a volar más a los cargueros, activar todos estos vuelos internacionales con aviones de pasajeros sin pasajeros, nos permite generar más oferta. Estamos también lanzando esta semana un programa de vuelos a China para traer insumos para el covid-19 con aviones de pasajeros”, relata el ejecutivo.

La ruta para llegar a Shanghai será por el Pacífico Sur con escala en Auckland, Nueva Zelanda, y fue escogida para evitar el paso por países en que se ha visto retención de aviones con cargamento sanitario.

Bianchi explica que tienen previsto sumar otras ciudades de China, siempre pensando en carga sanitaria. La ruta que tradicionalmente puede durar hasta 7 días (con aerolíneas intermediarias), pueden servirla fácilmente en 50 horas ahora.

A nivel doméstico, cuenta que han reemplazado aviones pequeños por otros con más capacidad en las rutas hacia el sur para sacar la carga de los salmoneros y desde el norte para traer al centro las verduras y perecibles de Lluta y Azapa. También ha realizado seis vuelos a Isla de Pascua, con alimentos e insumos médicos.

Carga en el ADN

Para entender el enfoque en carga de Latam hay que explicar el contexto internacional. Lo primero: si bien el consumo de bienes en el mundo ha caído, también lo hizo la disponibilidad de aviones para mover carga. Hay que recordar que las aerolíneas dedicadas a este negocio venían de un difícil 2019 por la guerra comercial. Por eso Latam vio la oportunidad, considerando también que las tarifas se han movido al alza.

La carga es parte del ADN de los Cueto. Mal que mal, cuando se desarmó el llamado grupo Banco Concepción (mediados de los 80), donde participaba el patriarca Juan Cueto y otros socios españoles, él se quedó con Fast Air, que era un avión de carga y nada más.

Bastante después la familia compró Lan Chile, donde antes de la fusión con la brasileña TAM, la carga representaba el 28% de sus ingresos. Bastante más que ahora: de los US$10.431 millones de ingresos en 2019, el 10,2% fue carga.

LEER MÁS
 

“Hemos gestionado los permisos necesarios para llevar carga en cabina, utilizando los asientos y poder aprovechar al máximo el espacio de los aviones. Estos vuelos están enfocados en los destinos de Antofagasta e Iquique”, cuenta Carmen Gloria Serrat, directora comercial de Sky Airline.

Cuenta que la carga transportada se concentra principalmente en courier y e-commerce. “Este último ha tenido un crecimiento exponencial, y un gran porcentaje de ello corresponde a medicamentos”, explica.

“El foco de la compañía es el transporte de pasajeros, pero dado que hoy nuestras operaciones están suspendidas, estamos concentrados en ayudar a las personas de regiones, para que los insumos que requieren lleguen de manera rápida y segura”.

La idea, agrega Serrat, es mantenerlo hasta fin de año, “pero estamos evaluando que se prolongue en el tiempo y combinarlo con vuelos de pasajeros”.

LEER MÁS