La última semana de marzo, Fonasa introdujo un inédito cambio, permitiendo que más de 40 prestaciones se realizaran de manera remota. Consultas como geriatría, endocrinología, psiquiatría, medicina interna, pediatría, diabetología, nefrología y nutriología ahora pueden ser atendidas con la nueva modalidad. También especialidades como reumatología, endocrinología pediátrica, neurología, oncología, cardiología, obstetricia y ginecología.

Eso permitió que los afiliados al sector privado también pudieran hacer uso de estas prestaciones.

La primera semana de abril, a su vez —y ya en medio de la crisis sanitaria— el Gobierno, bajo el alero del programa Hospital Digital, lanzó un nuevo sitio de telemedicina (coronavirus.minsal.cl) para dar orientación a quienes tengan afecciones respiratorias, síntomas o sospechas de haber contraído el covid-19.

Hoy, la mayoría de las instituciones privadas cuentan con el servicio o están en vías de implementarlo. Y según un sondeo de “La Segunda” por las principales clínicas, las atenciones remotas pueden llegar a ser hasta un 35% más baratas.

Ajustes por clínica

l En la Clínica Alemana, la telemedicina baja los costos “en torno a un 35%” respecto a las atenciones presenciales.

Por ejemplo, si una atención en medicina general cuesta $60 mil pesos, por telemedicina baja a $37 mil. Ambos valores son particulares, pues no consideran los bonos, que dependen de la isapre y el plan de cada afiliado.

La institución creó un servicio ambulatorio, Alemana/Go, de consultas online para que los pacientes puedan atenderse desde sus hogares “con valores preferenciales que varían entre los $35 mil y $40 mil durante el período de pandemia. También contamos con un servicio de telerrehabilitación”, informaron desde el departamento de Comunicaciones del establecimiento.

l La Red UC Christus tiene un sistema de consultas remotas que es “alredor del 30%” más barato que el presencial. Por ejemplo, en la atención broncopulmonar la consulta presencial (sin bonos) vale 51mil pesos para adulto, y la telemedicina, $37 mil.

“En el mundo y en Chile la atención por telemedicina es alrededor del 30% más barata que la presencial. En el caso nuestro es aproximadamente el mismo rango”, señalaron desde la institución.

l En la clínica Las Condes la diferencia entre telemedicina y atención presencial depende de la especialidad.

“Desde la semana pasada estamos realizando consultas por telemedicina, en la cual próximamente se sumarán 200 especialistas. Y esta semana comenzaremos a realizar consultas domiciliarias”, aseguraron desde el Departamento de Comunicaciones.

En CLC, una consulta presencial en medicina general vale $57 mil, y por telemedicina, $56 mil.

l La clínica Indisa está en proceso de implementación de telemedicina. En la institución sostienen que “en los próximos días ofreceremos (el servicio), con un valor menor de hasta un 25% dependiendo del caso”.

l Las empresas Banmédica (que agrupa a las clínicas Santa María, Dávila, Vespucio, Bío Bío, Ciudad del Mar, Vida Integra y Help) mantendrán los “mismos” precios tanto para la atención presencial como para la remota.

Santelices: “Permitirá democratizar la salud”

El exministro de Salud Emilio Santelices (2018-2019) fue el promotor del llamado Hospital Digital. A su juicio, “la telemedicina ha demostrado las ventajas que tiene para resolver temas de conectividad. Hay condiciones que se pueden resolver sin tener la presencia física. Otra ventaja es que no es solamente medicina; con este sistema puedes hacer que la información fluya y acompañe al enfermo independiente de dónde se encuentre”.

Dentro de las desventajas, afirma que “obviamente está acotada para cierta cantidad de prestaciones. Hay otras que necesariamente van a requerir atenciones presenciales. Es para diagnósticos que no requieren mayor análisis”.

En cuanto al coronavirus, Santelices dice que la telemedicina sirve “para hacer la pesquisa precoz a partir de cuestionarios automatizados y hacer seguimiento de los pacientes”.

El exministro afirma que esta metodología incluso “debiese ser más barata” que un 30% en comparación a la atención presencial, pues “tú estás independizando la acción propia médica de todos los otros gastos físicos; el equipamiento, los costos fijos de la infraestructura aquí desaparecen”. A su juicio, esta innovadora forma de atención permitirá en un futuro “democratizar la salud”.

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