En medio de las malas noticias, los 1.200 trabajadores de Casaideas recibieron una buena: en la tarde del viernes pasado el gerente general, Javier Rodas, les comunicó a través de un correo electrónico que recibirán sus sueldos completos en abril.

Era una información privada, pero el domingo un trabajador del área de operaciones de una tienda de la cadena lo contó en Twitter y algunos medios lo recogieron al día siguiente. Hubo 18 mil “me gusta” y un sinnúmero de comentarios positivos, cosa inusual en esta red social, más proclive a las críticas que a los halagos.

Casaideas pudo acogerse a la ley aprobada recientemente que permite suspender el vínculo laboral durante la crisis sanitaria y que los trabajadores usen sus seguros de cesantía, pero después de estudiarlo llegó al convencimiento de que, si bien era una iniciativa útil, “está alejada de los principios y valores que Casaideas práctica diariamente”, dice la carta.

El gerente comentó a sus trabajadores que era “un orgullo” comunicar que junto al comité ejecutivo -compuesto por Mauricio Russo y Claudia Venegas, socios de Casaideas, y Alejandro Yarad, presidente del directorio- habian tomado la decisión de respetar las condiciones laborales y asegurar los recursos para que en abril cada uno reciba la remuneración que normalmente percibe.

“Es un esfuerzo grande para nosotros, pero el país entero depende de los grandes esfuerzos que hagamos todos”, afirma Javier Rodas a La Segunda.

-Ustedes cerraron las tiendas desde el 18 de marzo, dos días antes de la medida obligatoria impuesta por el gobierno para el comercio, cine y restaurantes. ¿Por qué?

-Para proteger la salud de los trabajadores y sus familias, y contribuir al cuidado de los clientes. Creemos que para agregar valor a una marca que tiene un punto de vista frente a la sociedad, esto no solo se manifiesta en una propuesta de valor democrática y a un precio justo, sino también en sus valores, el servicio ofrecido y la forma de relacionarse con sus colaboradores.

Casaideas no tiene ningún trabajador contagiado de coronavirus hasta ahora, asegura Rodas, quien lleva cinco años y medio en la compañía y antes trabajó en Coca Cola Polar y The Coca Cola Company.

“Estamos teletrabajando 200 personas de la casa matriz de las áreas de finanzas, comercial y tecnología de la información. La gente de las tiendas no”.

O sea, hay mil empleados libres de obligaciones al estar cerrados los 40 locales de la cadena.

“El año pasado fue difícil, este año lo será más”, afirma Rodas sin entregar cifras.

Casaideas dejó de publicar sus resultados financieros en diciembre de 2009, porque se cerró y no transó más sus acciones en la bolsa.

El estallido social no golpeó a sus locales: solo uno, el de La Serena, fue saqueado y el de Providencia sufrió daños, pero el cierre obligado por algunos días y el horario restringido afectaron sus ventas. “En enero y febrero veníamos con un comportamiento de ventas razonable”, dice.

Todo se trastocó por el coronavirus. “Teníamos planeado abrir dos tiendas en Colombia, pero se está revisando”. En Bogotá tienen cuatro. En Perú son 20. Todas cerradas, por cierto.

El alza salarial a la que se comprometió Casaideas, una de las primeras diez empresas que se matriculó con el Desafio 10X, para que la remuneración mínima de sus trabajadores no sea inferior a 22 UF ($504 mil líquidos) también se vio alterado. La iniciativa lanzada el 22 de octubre -a cuatro días del estallido social- ofrece la opción de que la brecha entre el sueldo más alto y el más bajo no supere las 10 veces. La cadena de artículos de diseño para el hogar se sumó el 23 de marzo y es una de las 1.513 comprometidas.

“Es una política definida y comunicada. La implementación partió en enero y terminaba en abril, pero con la crisis se retrasará hasta la reapertura de las tiendas”.

En febrero Casaideas comenzó la marcha blanca de sus ventas por internet con despacho desde las tiendas más cercanas al cliente.

“Era un modelo con una fuerte diferenciación en servicio: a partir de abril ofreceríamos entrega express en una franja de 90 minutos en el día escogido por el cliente. Esta crisis nos planteó otro desafío”.

Cuenta que en diez días lograron levantar otro sistema y desde este lunes está operando. El despacho se hace desde el centro de distribución en Lampa y ya llegaron a acuerdos con distintas empresas de courier. Cuando pase la emergencia sanitaria contarán con una “tienda ciega” que será una bodega pensada para el e-commerce, es decir, sin atención a público.