Cuando pasas a ser empresario entierras tu orgullo. Tienes que pedir reuniones, a veces no te responden”

Jorge Ihnen.

Lo que más me costó es que estaba acostumbrado a delegar y ahora tenía que hacerlo todo yo”

Cristián Ureta.

No importa el cargo, el último día siempre llega. Pasados los 50 y, en menor medida, los 60, la carrera ejecutiva llega a su fin. Quedan por delante varios años productivos que, dependiendo de las decisiones tomadas, pueden ser tanto o más gratificantes.

Latam Airlines fue el único empleador de los dos. Y por el mismo tiempo: 29 años, aunque cuando entraron la empresa tenía un solo avión de carga y se llamaba Fast Air. Cristián Ureta —ingeniero civil UC, 57— era vicepresidente de carga y dejó la aerolínea en 2017. Jorge Ihnen —ingeniero comercial UC, 54— vicepresidente de operaciones y se fue en 2018.

Para ninguno, fue imprevisto. “Me demoré 12 años en salir. Yo me iba en 2005, había hablado con dos gerentes. Era una decisión, pero me ofrecieron un cargo de mayor responsabilidad (antes era gerente de planificación y operaciones de carga)”, cuenta Ureta, quien decidió hacer un plan para su su futuro. No sabía cuándo se iría, pero en 2012 se asoció en partes iguales con su hermano Guillermo, dueño de Addval, una firma de auditoría, outsourcing contable y cumplimiento tributario en la que trabajaban 45 personas.

Un año antes de irse de Latam, Ihnen acordó de palabra entrar a GEC, una consultora en abastecimiento estratégico creada por cuatro ex Latam. “Nombraron un director de operaciones, por sobre mí, y sentí que era una señal. Con el nuevo jefe acordé estar tres años más y cuando se cumplieron, me fui”.

Recuerdan su primera jornada como ex vicepresidentes. “Dejé el teléfono en apagado por primera vez y me fui a dormir. Al día siguiente estaba trabajando en la consultora GEC, pero ese primer año tomé 50 días de vacaciones en Europa con mi señora”, cuenta Ihnen.

Ureta, por su parte, sintió una mezcla de incertidumbre y alivio, “por no tener una responsabilidad, no más viajes, durante tres años viajé todas las semanas a Miami”. Eso no quita que se embarcara con su mujer y cuatro hijos a Europa por 15 días recién salido de Latam. A su regreso, entró a Addval.

Ambos recibieron ofertas laborales, a través de head hunters. Ureta, tres, pero no le interesó. Tenía delineado cómo sería su nueva vida: destinaría el mayor tiempo a Addval para hacerla crecer, tomaría directorios y sería parte de algún emprendimiento. Así fue: actualmente es director de Etiquetas Zalaquett, de EFE y de Regional Foods, una distribuidora de alimentos saludables que conoció al ayudar a su hija Valentina con su emprendimiento Dulcería Aztlan, de ingredientes precolombinos.

Ihnen participó en un proceso de búsqueda, cuyo cargo le resultó atractivo porque era fuera de Chile, pero al final no fue el seleccionado. Los Cueto —sus antiguos empleadores-—lo llamaron para ser presidente del Club de Golf Valle Escondido, en una nueva etapa.

Volver a encontrarse

Pasaron de empleados a empleadores. Cada uno por su cuenta. “Lo que más me costó es que estaba acostumbrado a delegar y ahora tenía que hacerlo todo yo. Llamar gente, tratar de hacer reuniones, cuesta. Al principio no lo hice, porque me dediqué a planificar cómo crecer y mi hermano es más comercial”.

“Yo era vicepresidente y tenía todo solucionado desde el punto de vista del sueldo y bonos. Cuando pasas a ser empresario, entierras tu orgullo en cualquier parte. Tienes que pedir reuniones, a veces no te responden, hay una planilla de gente a la que pagar. A veces sale todo mal y al día siguiente mejora, pasas de la euforia a la angustia muy fácil”, asegura Ihnen.

En enero sus caminos volvieron a encontrarse. Ureta e Ihnen decidieron fusionar Addval y GEC en una sola consultora, Addval Consulting, que cuenta con 90 personas de planta, 140 clientes y un piso en un edificio de la calle Bucarest. “Eran bastante complementarias. Ahora tenemos dos grandes áreas de negocios: la de auditoría, contabilidad externa y cumplimiento tributario, y otra especializada en abastecimiento estratégico, gestión de procesos u optimización de estructuras organizacionales. Es un buen abanico para ayudar a las empresas a ser más competitivas”, afirma Ureta, uno de los cuatro socios junto a su hermano Guillermo Ihnen y Juan Enrique Guarda (ex gerente de control de gestión y abastecimiento de Latam).

Muchos clientes son medianos o extranjeros y una base importante son permanentes en los servicios de contabilidad. “El área de abastecimiento estratégico, por ejemplo, tiene un ahorro promedio de 23% en las categorías en que se focaliza la asesoría”, explica Ihnen.

Y en etapas de crisis -como la actual- la fórmula es un fijo más bajo y un variable más alto, que corresponde a un porcentaje del ahorro conseguido.

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