La saga de “Rápido y Furioso” se caracteriza por las carreras de autos, las escenas de acción que desafían la lógica… y la cerveza Corona.

A lo largo de 9 películas, la bebida alcohólica mexicana siempre ha acompañado a la banda liderada por Dominic Toretto, resultando en una de las asociaciones comerciales más rentables de la historia: con una recaudación que roza los 6 mil millones de dólares en taquilla, la agencia de márketing Apex estimó hace tres años que la franquicia le ha reportado a Corona más de US$ 15 millones en “publicidad gratuita”.

Sin embargo, todo ese boom promocional se podría estar perdiendo: a fines de febrero, una encuesta de la compañía 5WPR reveló que 38% de los consumidores regulares de cerveza en Estados Unidos no la comprarían “bajo ninguna circunstancia” en estos momentos. Otro 15% tampoco la ordenaría en un lugar público tampoco.

¿La razón? Al parecer, su alcance de nombre con el Coronavirus.

De hecho, según el analista de tendencia de SEMrush, las búsquedas online por “cerveza coronavirus” se disparó.

Respuesta “insensible”

Aunque el estudio no especificaba que la gente creyera que existe una relación entre el coronavirus y la cerveza, la información se propagó tan rápido como el mismo virus. Y no solo en tabloides y portales; The New York Post y CNN, entre otros, también lo replicaron.

Intentando aplacar el golpe mediático, Constellation Brands —la compañía cervecera que compró Corona a sus dueños mexicanos en 2013— ha lanzado una serie de mensajes virales tratando de aclarar el malentendido.

Sin embargo, han recibido muchas críticas porque su énfasis ha sido más en la sátira que la información.

Como el video que lanzaron la semana pasada, donde su CEO, Bill Newlands, dialoga con un consumidor… un hombre gordo y poco aseado sentado en el sofá de su casa que, para peor, habla como si tuviera un problema cognitivo serio.

“Hola, soy Bill y quiero dirigirme a ustedes, los consumidores estadounidenses”, dice Newlands, con una botella en la mano. “Déjenme aclarar esto: no hay ninguna, y me refiero a ninguna, conexión entre el coronavirus y esta perfectamente refrescante, sabrosa y libre de gérmenes cerveza Corona”.

—¿Y por qué nombraron su cerveza como un virus? Eso es tonto”

—No lo hicimos. Bautizamos nuestra cerveza primero. La razón por la que tenemos el mismo nombre es porque “Corona” significa ‘crown' en español (muestra el logo).

—Aaaaah, ¿así que son como los reyes de los virus?

—No, no se distraigan por favor. De nuevo, no hay conexión entre el coronavirus y la cerveza Corona.

—¿Cuántos ‘cases' (que se puede traducir tanto como 'casos' como ‘cajas de cerveza') tienen ahí afuera?

—¿De la cerveza? ¡Millones!

—¡Suena como una pandemia!

—¡Nooooooo! De nuevo, estás mezclando cosas diferentes.

Newlands tuvo que aclarar que la publicidad —catalogada en redes sociales como de mal gusto— era solo un intento de darle un poco de humor a la situación. Y que eso no significa que no estén ajenos a la crisis. “Nuestros rezos y oraciones están con los infectados por este terrible virus”, dijo mediante un comunicado.

La empresa, además viene de gastar más de 40 millones de dólares en publicidad para su nuevo producto, una Corona efervescente.

“En estos momentos, el silencio es la mejor posible respuesta de Corona”, apuntó el sitio especializado de márketing Fast Company.

¿Buena o mala publicidad?

Aunque hubo reportes de que en enero y febrero cerveza Corona sufrió pérdidas millonarias en China por la asociación de su nombre, desde Constellation han informado todo lo contrario.

Pese a lo devastador del sondeo, la empresa reportó que, aun así, las ventas de cerveza Corona aumentaron en un 5 por ciento en Estados Unidos, aunque eso solo consideraba un período hasta el 15 de febrero.

El temor de que el alcance mediático de la epidemia los afecte es real, pero hay voces que apuntan a todo lo contrario.

“El coronavirus no le hará daño a Corona, en realidad le ayudará”, analizó el experto en publicidad Mark Ritson. “Esta nueva pandemia ha reforzado la palabra ‘corona' a un máximo histórico. Y, en un giro posmoderno, aquellos que discuten el impacto del virus en las ventas de Corona están aumentando aún más la notoriedad de la marca y, por lo tanto, su impacto en las ventas”.

Bajo el concepto de que “no hay publicidad mala”, apuntan cómo la famosa persecución de O.J. Simpson en 1994 impulsó las ventas del vehículo que usaba, una camioneta Bronco blanca.

¿Qué pasará? Solo el tiempo lo dirá, aunque es probable que termine siendo algo anecdótico.

Como tuiteó ayer la guionista y escritora Heather Antos: “La gente que cree que el coronavirus viene de la cerveza Corona es la misma que cree que la leche con chocolate viene de vacas café”.

O el punto que tocó el actor y comediante Arthur Chu: “Hay gente cuya respuesta ante el coronavirus es dejar de tomar cerveza Corona, así que no anden por ahí pretendiendo que la información pública no es importante cuando se trata de temas de vida o muerte”.

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