Munay Sisters es una marca de vestuario sustentable, pero también es un dúo de gemelas completamente afinadas en el trabajo, aunque aseguran que, como todas las hermanas, entre sí son diferentes y con gustos distintos.

Loreto y Pía Leiva tienen actualmente 30 años y la historia de cómo llegaron a fundar Munay Sisters —palabra quechua que significa producir con amor— es ejemplar. Pía estudió diseño de vestuario y Loreto educación parvularia. Actualmente Pía es la directora creativa de la marca y Loreto se encarga de las relaciones públicas y las ventas.

Tras titularse viajaron a Nueva Zelandia con una beca de Work & Holiday para mejorar su inglés y allí Loreto se quedó tres años y Pía, cinco. “Trabajamos de meseras en dos restoranes súper taquillas, Prefab en Wellington y The Perc en Dunedin”, cuenta Pía.

“Munay nació cuando hubo una explosión en la cocina de Prefab y me quemé la cara, el cuello y el brazo izquierdo, lo que me inhabilitó para seguir trabajando y salir a la calle. Mi recuperación tomaba tres meses, así que me compré un computador para diseñar y armar un proyecto que en definitiva se transformó en Munay Sisters”, agrega.

Y cuenta: “La marca demoró un año en gestarse. Sacamos las primeras muestras desde 2015 a 2016; le mostré a Loreto lo que quería hacer y me dijo ‘yo te apaño, démosle'. Para fines de 2016 vinimos a Chile a visitar a la familia y fuimos a Perú a comprar tela para darle vida al proyecto. Todo lo ahorrado se fue directamente a Munay Sisters, que en ese entonces había tenido como 5 nombres distintos…”.

Después de tres meses, volvieron a Nueva Zelandia con prendas listas para mostrar. “Partimos al revés de lo usual; no hicimos una colección completa, sino que comenzamos con siete modelos de poleras, que son los básicos permanentes hasta hoy. A la gente le gustó el producto y también que fuéramos de Sudamérica, usando colores como el rojo mezclado con el rosado y no con el negro. Hoy tenemos nuevamente ofertas para vender allá, mediante envío internacional”.

Pía explica que “no estaba en nuestro radar hacer ropa, pero cuando estábamos en la universidad trabajamos en producciones de fotos y así conocimos el mundo de la moda en Santiago. También vivimos en Buenos Aires, donde Loreto estudió y yo hice mi práctica. El viajar nos mostró el lado más lindo de la moda, donde las personas comunican con el vestuario pensamientos políticos, gustos musicales, experiencias, sensibilidad. Eso me quedó súper marcado, había romanticismo. Y queríamos hacer algo que tuviera un sentido profundo, más relacionado a nuestros valores, no a nuestra apariencia”.

Lo más vendido de Munay Sisters es su línea de básicos: vestidos, poleras, enteritos y camisas que forman alrededor de treinta diseños. Explican que no hacen colecciones por temporada, sino prendas que van sumándose a esa línea permanente, todo confeccionado principalmente en algodón Pima orgánico certificado. “Eso te asegura que en todo el proceso de producción de la tela hay respeto hacia el medio ambiente, las personas y la salud. Además trabajamos con Lana Bellavista Oveja Tomé y productos de segunda mano que quedaron sin uso”.

Pía explica que “el algodón Pima orgánico es transversal a la estaciones, puede ser usado en invierno y verano. Al contacto con la piel es muy suave y, a diferencia de los algodones convencionales, las prendas son más durables, más suaves; no produce pilling o pelotitas al ser lavado y tampoco se deforma”.

Utilizan tonos puros, sin estampados “porque nos gusta que los colores y el tipo de tela sean los elementos diferenciadores, eso que visualmente te gusta o no te gusta. El sobreponer telas unas sobre otras, generando volúmenes, del mismo color o combinados, es un juego infinito que te hace diferenciarte con algo simple. Es muy cargado a lo emocional”.

—Nuestro estilo es funcional, dinámico, de uso diario, minimal y elegante. En lo simple y los detalles está nuestra apuesta, ya que son diseños donde el peso de las telas, cómo caen sobre el cuerpo y los colores son lo más importante. Siempre nos fijamos en que eso sea nuestro elemento diferenciador. Diseñamos en base a lo que tenemos, a las telas, a los colores y no al revés.