Ha llegado el momento en que la CPC y las otras ramas se pronuncien”,

exigió ante la toma de una de sus plantas por parte de trabajadores

en 2007.

Se juntaron sus ganas con la coyuntura. Sin estallido social, es muy probable que el nombre de Juan Sutil no hubiese concitado el apoyo que tiene: cuatro de los seis gremios le darán sus votos para presidir la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). La Cámara Chilena de la Construcción todavía no se pronuncia y la Cámara Nacional de Comercio sigue adelante con Ricardo Mewes.

Su candidatura no prendió a la primera ni a la segunda. Desde que el 20 de diciembre, los medios se enfocaron en la búsqueda del nuevo timonel de la CPC surgieron las figuras de Patricio Donoso (CChC), Bernardo Larraín (Sofofa), Guillermo Tagle, Patricio Jottar y Charles Kimber, además de Sutil.

La Sociedad Nacional de Agricultura, de la que es vicepresidente, oficializó su candidatura el 20 de enero y a la semana subsiguiente el comercio levantó a Ricardo Mewes. Y aparecieron otros: Claudio Muñoz, presidente de Icare y anfitrión de la Enade, quien declinó; Francisco Silva, presidente del Security, a quien la banca no respaldó. La Sofofa buscó nombres sin éxito, porque sus consejeras Carmen Román y Rosario Navarro no quisieron.

Recién cuando cerraron las inscripciones de candidaturas —26 de febrero—, Sutil logró un segundo apoyo: la Sonami.

Al final, su personalidad que no le hace honor a su apellido —directa y transparente, a veces frontal— terminó cuadrando con la necesidad de los empresarios de tener una voz en el debate que viene y del que han estado ausentes desde el 18 de octubre.

A los 58 años, Sutil, casado con Isabel Condon, padre de cuatro hijos, dueño de Empresas Sutil, que en 2018 vendió US$ 389 millones y anotó utilidades por US$ 1,5 millones y tiene pendiente la anunciada apertura en bolsa desde 2015, se convertirá en el tercer dirigente de la SNA en presidir la CPC en 30 años.

Vendedor que no se achica

La fama de duro lo persigue y los medios se lo preguntan cada vez que pueden. “Lo que me caracteriza es que siempre he sido muy directo y eso no significa ser duro. Es positivo en un proceso como el que está viviendo el país. Ser sincero, directo, claro y respetuoso es muy importante”, dijo en la Enade, el 29 de enero.

Sutil no se achica. Todo lo contrario. A su holding le puso Empresas Juan Sutil. Juega siempre a ganador como entrevistado frecuente de la prensa económica, que encuentra en él a uno de los pocos empresarios bien dispuestos a contar sus novedades y a opinar sobre otros temas.

Si compra una compañía o habla de las que tiene, destaca que es la número uno o dos en algún atributo. “Queremos liderar en cada una de las industrias en las que estamos. (...) Coagra (distribuidora de insumos agrícolas) es la segunda en volumen y primera en rentabilidad. Pacific Nut (una de las tres mayores exportadoras de frutos secos) con el nuevo plan de expansión será la número uno”, aseguró a “La Segunda” en 2010 junto con anunciar la compra de Abrantes, la mayor productora de champiñones.

“Esta es la segunda empresa de Chile en capacidad instalada de frutas y hortalizas congeladas”, afirmó en El Mercurio, en 2015, cuando adquirió el 51% de la Frutícola Olmué. “Vamos a ser los Steve Jobs de los alimentos del futuro”, declaró a Pulso en 2017, a raíz de una nueva tecnología para conservar los congelados que evaluaba Frutícola Olmué.

Entre las filiales de Empresas Sutil nunca faltó Hortifrut, pese a que él era socio minoritario, pero miembro del directorio y aportó a uno de sus hombres de confianza a la gerencia general. Habiendo vendido su participación en 2008, en la página del holding, donde se relata la historia, se lee: “En 1983 Víctor Moller y Juan Sutil fundan Hortifrut S.A. que luego se transformaría en líder de berries del hemisferio sur y principal productor de arándanos del mundo”.

Curiosamente, ser tan echado para adelante, en su caso, no cae mal. Él se define como un vendedor. Y como tal, sabe ser simpático. Partió en Galaval a los 17, recién salido del colegio Verbo Divino, como corredor de productos agrícolas. Siguió en Sutil y Cía, su primera empresa, creada a los 20 años, comprando granos a productores y vendiéndole a molinos.

“Voy a hacer lo mismo que he hecho toda mi vida, agarrar la maleta y así como salí a vender nueces, vinos o acompañé a Víctor (Moller) a vender berries, voy a salir a vender servicios financieros”, dijo a El Mercurio en 2009 al anunciar la creación de Banagro, que presta dinero a pequeños productores y tiene un factoring.

Esa personalidad, que devela no poca seguridad en sí mismo, lo tiene a un tris de presidir la CPC en el período más complejo desde 1990.

La toma de sus plantas

Cuando el 6 de agosto de 2007 un recién formado sindicato de temporeros de Pacific Nut se tomó las dos plantas de la exportadora exigiendo mejoras salariales, Sutil logró entrar a la toma. Así lo relató a “La Segunda”: “Me apersoné con la fuerza pública a la planta 2, la cual estaba encadenada (...), por lo cual tuve que saltar la reja, ingresar al taller, traer una galleta (herramienta) y personalmente cortar los candados para permitir el acceso del personal que no está en huelga”.

A la otra planta también lo hizo con Carabineros —“no puedo permitir por ningún motivo que se viole el derecho al libre acceso a la empresa y al trabajo”— y 200 trabajadores temporales que no estaban en la ocupación. A raíz de que la Dirección del Trabajo (DT) multó a la empresa por despedir a cuatro dirigentes sindicales, ya que el organismo los consideró permanentes, Sutil fue a los tribunales. Ganó en las Cortes de Apelaciones y Suprema, que revocaron las multas y calificaron de ilegal el actuar de la DT.

“Corresponde que, al menos, la directora del Trabajo presente su renuncia”, declaró a El Mercurio en 2008.

Y no dejó pasar un hecho. Cuando no se conocían los fallos judiciales, contó que él recibió el apoyo gremial, “pero no fue público, ha llegado el momento en que la CPC y las otras ramas se pronuncien, porque solo la SNA ha expresado una opinión clara”, planteó en La Tercera.

Retroceder, jamás

Como candidato oficial de la SNA y sabiendo la repercusión de sus palabras anunció, el 27 de enero, que votará Rechazo en el plebiscito del 26 de abril, con una argumentación hábil. “Pienso que tiene que haber un equilibrio en las posiciones para poderte sentar en la mesa a conversar cómo construir el futuro”.

Y abrió, sin darse cuenta, una ventana que le costó una columna de Daniel Matamala (“Mala Raza”) en La Tercera el domingo siguiente. “Si yo viviera en otro país, en un país más bien anglosajón, donde tú miras el futuro yo hubiera votado probablemente Apruebo. Sin embargo, si nos vamos a sentar a la mesa a construir el futuro con un 20% de Rechazo y 80% de Apruebo, hasta dónde se puede desbordar la situación. Es mejor que sea 40% - 60% o 45% - 55% para encontrar acuerdos”.

Curiosamente, lo dijo en Agenda Económica de CNN, el canal al que Empresas Sutil le había retirado la publicidad a su espacio Agenda Agrícola dos meses antes. La parte más dura de un mensaje que el empresario envió a un productor del programa por WhatsApp —“obedece a la deplorable actitud de CNN y CHV en los momentos en que Chile necesitaba de un periodismo serio, objetivo y libre de sesgo político”— se filtró.

No fue el único en tomar esa decisión, porque también hubo bancos, pero él se refirió en forma pública al asunto. “Empiezan a transmitir y a hacer una persecución a través de una actitud de desinformación, de incitación en algunos casos (...) con una parcialidad total respecto a la acción de la fuerza pública y las Fuerzas Armadas o cualquier persona que discrepa”, sostuvo en Radio Agricultura, el 8 de noviembre.

Sutil no echa pie atrás en sus decisiones. No volvió a avisar en CNN, los bancos sí. Tampoco se arrepiente de sus dichos.

—Usted dijo que votará rechazo, ¿fue un error? —le preguntó El Mercurio el domingo pasado.

—No, porque es muy importante en la vida ser transparente. Contesté en términos personales. Cada cual tiene derecho a manifestar su opinión.

A la siguiente consulta, ¿qué podría cambiarse de la Constitución?, puso sus puntos sobre la mesa. “No podemos perder la certeza jurídica, el derecho de propiedad y la estabilidad democrática del país para seguir empujando el desarrollo, el emprendimiento, la inclusión”.

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