Foto referencial de archivo.

A las 10:30 horas comenzó en el Juzgado de Garantía de Talca el control de detención de Matías Ugalde Vásquez, el presunto interesado en comprar el fusil AK-47, quien se entregó ayer, luego de ser buscado en el marco de la investigación de la PDI por los delitos de porte y tenencia de armas de fuego y municiones. Así se sumó a quien sería el vendedor, Joaquín Valdés Muñoz, quien ayer quedó en prisión preventiva tras ser formalizado en el Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago, junto a otras cuatro personas.

El caso comenzó a ventilarse el 17 de febrero, cuando Radio Biobío publicó que la PDI indagaba la transacción del arma, en un negocio supuestamente asociado con los eventuales desórdenes de marzo, apoyándose para ello en audios de interceptaciones telefónicas, en que Joaquín le decía a Matías que el fusil le pertenece a su hermana, quien habría militado en el MIR. Joaquín además habló con otro sujeto al que le afirmó querer proveer a “terceros” para cuando se reinicie el estallido social.

En la audiencia de ayer, el defensor de Matías Ugalde aseguró que la transacción por $ 1.500.000 no fue tal, pues “él pensó que era broma que esta persona tenía un arma de esa naturaleza y luego, con el envío de una fotografía, se dio cuenta de que era verdad. Y él por ningún motivo iba a comprar”.

Negociante

Fuera o no fuera a comprar el arma, a Matías Ugalde (47 y vecino de Lo Barnechea) el asunto le está costando caro. No solo él quedó detenido: su esposa, Valeria Bancalari Palma (39), quedó con arresto domiciliario nocturno por el proceso de adquisición.

Se destaca de Ugalde su perfil como negociante diverso. Según información del Diario Oficial, ha constituido sociedades de distintos rubros. En 2011 formó una empresa de venta de cobre y explotación de yacimientos mineros; en 2013 formó parte de la administración de una sociedad agrícola y ganadera, y ese mismo año formó una sociedad dedicada a los bienes raíces. En 2011 además se dedicó a servicios de limpieza y barridos mecanizados. Según su boletín comercial, tiene un total de 17 sociedades constituidas.

Su padre es Hernán Ugalde Pinochet, quien según su perfil de Facebook fue parte de la promoción de 1964 de la Escuela Militar. En la red social su papá comparte imágenes en contra del aborto, en contra del gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro y críticas al rol del Presidente Piñera por el resguardo del orden público.

Según publicó Ciper en 2015, durante 2013 Ugalde fue imputado por estafa y suplantación de identidad, ya que en diciembre de 2011 se identificó como “Matías Ugalde Pinochet (en vez de Ugalde Vásquez)” y compró en Las Condes una camioneta por $28 millones con ocho cheques, que estaban a nombre de una sociedad suya, pero al momento de girarse la sociedad había dejado de existir. Entonces Ugalde también tenía tres juicios por giro doloso de cheques. Según Ciper, se creó una página web para denunciar sus presuntas estafas.

Vendedor “Youtuber”

Por su parte, el vendedor Joaquín Valdés (41) le explicó al imputado como comprador que el AK 47 fue requisado en 1973, que en su familia “hay varios militares” y que su tío abuelo fue quien finalmente se quedó con el fusil.

Residente de Las Condes, Valdés es piloto y “tuerca”. Registra cinco vehículos de su propiedad, dos de ellos motos fabricadas en 1997 y 1989.

Valdés tiene un canal de Youtube, cuyo primer video corresponde a un documental de una hora y media sobre las AK 47, el que es replicado desde la cuenta de otro usuario. También él replica una serie de videos relacionados con la dictadura, los cuales aglutina en una lista de reproducción que tituló “Pinochet 73”. Tiene también una playlist, en la que solo hay un video, que denominó “Tibet Paz”.

De su propia producción, se pueden encontrar videos sobrevolando Santiago en una avioneta Cessna 182, los que ambienta con música de la banda mexicana Zoe. Otros registros, subidos por el imputado, tienen relación con actividades de deportes extremos, como competencias de skate y mountain bike. Junto a él, también fue formalizado por la misma causa, el martes su padre C.V.P., de 80 años, quien quedó con firma mensual y arraigo nacional.

Según el abogado de Valdés, Felipe Moraga, éste había “heredado” el arma, la cual mantenía como coleccionista, y la vendía por “problemas económicos”.

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Cuando en 2011 el ministro en visita por la muerte de Salvador Allende, Mario Carroza, pidió al Ejército el fusil AK-47 con que Salvador Allende se quitó la vida, la respuesta fue que se instruyó una investigación en la Fiscalía Militar para esclarecer su paradero. El magistrado cerró la causa en 2013, asentando como verdad judicial que el expresidente se suicidó, pero no logró dar con el arma que Fidel Castro le regaló.

“Todo lo que hay de la muerte de Allende son tesis. Partiendo de eso, lo último que se sabe (del AK-47) es por el testimonio del doctor Arturo Jirón, quien dijo que vio cuando Allende se disparó y que, en shock, se acercó al cadáver, tomó el arma, se la quitó de las manos y la puso en el sofá. Cuando llegaron los militares encontraron a Jirón, el cadáver y el arma en el sofá”, dice el periodista Alfredo Sepúlveda, quien en junio publicará el libro “La Unidad Popular. Los 1.000 días de Salvador Allende y la vía al socialismo chileno” (Editorial Sudamericana).

“Luego se produce un espacio en blanco, porque Salvador Allende muere alrededor de las 14:00 horas, su cuerpo sigue en La Moneda hasta las 16:00 y llega (a la morgue) a las 17:30. La Policía de Investigaciones llega de noche para estudiar el sitio del suceso, pero el cuerpo ya no estaba. Ese AK además no pertenecía a La Moneda, sino que era un regalo que tenía la supuesta inscripción que le hace Fidel y que el Presidente tenía en su casa de Tomás Moro.

—¿Qué tan común fue el AK 47 en esa época?

—El GAP los obtuvo por dos vías: una fueron los que de regalo dejaron la seguridad cubana que acompañó a Fidel Castro y la otra una internación hormiga mediante valijas diplomáticas transportadas por Cubana de Aviación, que entonces volaba dos o tres veces a la semana a Chile. Cuando el MIR sale del GAP por una disputa con el PC, se llevan la mitad de las armas. Después del golpe, el Ejército dice que en total requisó unas 4 mil armas, entre ellas AK 47, pero eso parece ser una cifra inventada con fines propagandísticos. No hay cifras confiables.

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