En Chile muchos emprendedores medianos y pequeños han logrado prosperar en sus negocios a través de la participación como proveedores, colocándoles de paso nuevos desafíos que les permitiría crecer en su producción. Pero ocurre que a veces las ganas están, pero las “lucas” no, ya que el financiamiento lo obtienen una vez que les paguen, lo que en muchos casos ocurre en diferido –próximamente será máximo a 30 días, según modificación en el Congreso–, lo que ralentiza sus procesos de producción y venta, pudiendo en algunos provocar el cierre de operaciones.

Para evitar esto, a mediados de los 80 llegó a nuestro país el Factoring, herramienta que permite la venta y traspaso de facturas o cheques a una empresa “factor”, obteniendo a cambio liquidez inmediata.

Esta modalidad se ha modernizado en el tiempo y ya se usa el Factoring Electrónico. De acuerdo al Servicio de Impuestos Internos “la cesión electrónica es una herramienta de ayuda y financiamiento, que consiste en obtener liquidez inmediata mediante la transferencia o cesión de los derechos de un documento a un tercero, quien otorgará el financiamiento al emisor y se encargará de la cobranza al receptor de este (deudor)”.

El SII destaca que el e-Factoring “año a año se posiciona como una fuente importante de financiamiento, especialmente para las micro y pequeñas empresas del país, las que ven en esta industria un importante aliado para conseguir liquidez en forma oportuna”. Así lo demuestran las cifras, que ya sitúan por sobre 4,5 millones los documentos cedidos electrónicamente, con una importante alza en los últimos tres años.

La entidad afirma que lo anterior, traducido en montos, ha significado más de US$ 33 mil millones de financiamiento directo a las empresas del país.

Formas de acceso

El SII informa que “para acceder al Factoring electrónico se debe visitar el Registro Público Electrónico de Transferencia de Créditos (RPETC), administrado por el Servicio de Impuestos Internos, como también pueden hacerlo poniéndose en contacto directo con su proveedor de facturación electrónica o la empresa de Factoring a la cual se le solicitó el financiamiento”.

Agrega que “en dicho registro, la cesión puede ser materializada en menos de 24 horas.

Adicionalmente, el SII ha dispuesto de otras herramientas para facilitar el acceso al Factoring electrónico, como su portal de Publicación de Facturas, desde el cual los contribuyentes que desean ceder sus documentos pueden publicarlos en este portal, para que así las empresas de factoring puedan ponerse en contacto directo y acordar la cesión electrónica. Este portal está disponible en la opción destacados del sitio web del SII”.

Desafío

Ignacio Prado, presidente de la Asociación Chilena de Empresas de Factoring (Achef), resalta el funcionamiento y evolución que ha tenido el Factoring en general hasta hoy. “Es un producto financiero que facilita el financiamiento de capital de trabajo de las empresas, adquiriendo sus cuentas por cobrar y en el caso de los clientes pymes es la factura el principal instrumento, con lo cual se anticipa entre un 90% y 95% de su valor, incluso hasta un 100% dependiendo de la historia del cliente y también la historia (cliente-deudor). Con esto, la empresa de factoring se hace cargo de la gestión de cobranza, y entrega los recursos al cliente”.

Destaca como atributos el que “reduce los tiempos de cobro y riesgo de no pago de las cuentas por cobrar, externaliza la gestión de cobro, complementa las líneas de crédito tradicionales, amplía cobertura geográfica en las cobranzas, otorga protección por insolvencia de los clientes y permite exportar con tranquilidad mediante la cobertura de riesgo de sus compradores en el extranjero”.

Precisa Prado que las pymes siguen siendo uno de los principales usuarios y que han potenciado el crecimiento del factoring, representando aproximadamente un 65% (en cantidad de clientes). Respecto de los beneficios son muchos: liquidez, rapidez ya que la operación en línea permite tener los fondos prácticamente en 24 horas, fluidez, ahorro de costos, servicio cobranza, evaluación de riesgo crédito, entre otros”.

Y el desarrollo del e-Factoring ha sido importante en Chile y se espera que continúe su crecimiento.

“La industria ya está preparada para hacer operaciones 100% electrónicas –asegura el presidente de Achef– y evitar trámites engorrosos y ahorrar costos. En este sentido, el desafío es seguir desarrollando plataformas tecnológicas de auto atención para el factoring, que permitan el ingreso de más empresas, tanto pymes como microempresas. Cabe destacar, que la factura electrónica ha dado pie al desarrollo del factoring electrónico y podemos avizorar que antes de cinco años, toda la industria va estar operando en forma electrónica, con más actores y más empresas que utilicen el factoring, sobre todo en épocas que éstas se ven afectadas en su caja”.

Respecto a otro países, Prado expresa su satisfacción de cómo ha operado en nuestro país. “La industria en Chile es un referente en Latinoamérica y va a la vanguardia en todos los aspectos, más ahora con el desarrollo que está presentando en factoring electrónico”.

Resalta Ignacio Prado que “el factoring es una herramienta transversal que está presente en todas las actividades económicas. Por sus características y atributos puede ser utilizada por todo tipo de empresas, desde grandes y medianas y obviamente los emprendedores, que suelen ser un importante foco de clientes”.

Nueva normativa

Se espera que entre prontamente en vigencia –en marzo, después de haber sido despachada el año pasado por el Congreso– la ley que permitirá a las pymes recibir el pago a un máximo de 30 días, adelantándose en un año la puesta en vigencia de esta norma. Actualmente, se permiten pagos hasta 60 días y con excepciones una extensión.

“En términos generales creemos que esta ley es buena para las pymes, que son nuestros principales clientes. Esto permitirá que las pymes reciban antes los fondos de sus cuentas por cobrar desde las grandes empresas”, expresa Prado.

Por otra parte, esta normativa traerá una disminución de plazos de las operaciones y aumento en el volumen de negocios. “Implicará una disminución de los plazos de cobranza de las facturas y todas las empresas deberán mejorar sus procesos de pago, lo que es beneficioso principalmente para las pymes. Así también, las empresas de factoring se verán beneficiadas con nuevos y más negocios, porque además de financiamiento otorgan el servicio de cobranza. Al ser la cobranza más certera y ordenada, se disminuirán los riesgos operativos y aumentarán el volumen de facturas para negociar”.

Visualiza el presidente de Achef muchos desafíos en adelante:

1.- Aumentar considerablemente los volúmenes de negocios atendiendo cada día un número mayor de clientes, especialmente pymes. Lo que implica una importante difusión del producto.

2.- Es importante la utilización de las tecnologías disponibles, ya que hoy las facturas son electrónicas y el factoring –como hemos visto– se hace por medios digitales; es decir, electrónicamente.

3.- Se proyecta que las empresas de factoring irán desarrollando nuevos productos tecnológicos para sus clientes, de manera de hacer más eficiente, fácil y ágil la operación. Por ejemplo, transar facturas desde un smartphone o un portal de internet con un solo click.

4.- Desarrollar procesos de cobranza de facturas tecnológicamente y de forma eficiente, por cuanto la tendencia es realizar la cobranza por medios electrónicos. (Transferencias electrónicas).

5.- Apoyar y capacitar a los deudores (pagadores de Facturas) en sus procesos de pago para que lo se realicen correctamente.

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