Los pasillos del Centro Cívico de la Municipalidad de Vitacura se ven desolados esta tarde de enero. Con 34 grados, el concejal Maximiliano del Real (48) llega a su oficina en bicicleta, otras veces lo hace en scooter. Conoce casi de memoria las calles de la comuna. Creció en Alonso de Córdova y hoy vive ahí con su esposa y sus cuatro hijos (entre 17 y 11 años). Sus niños van a la Alianza Francesa y él fue al colegio Lo Castillo.

“Ojalá los vecinos se conocieran como antes en Vitacura y que mis nietos fueran al mismo colegio de mis hijos. Me motiva día a día trabajar para solucionar las necesidades de los vecinos”, dice.

Hace ocho años que Del Real, ingeniero civil de la U. de Chile, es concejal. El paso a la administración pública lo dio gracias al restaurante Miraolas de propiedad familiar, frecuentado por políticos y empresarios, donde conoció a muchos vecinos de la comuna. Ahí le tomó “el gustito” a la cosa pública. Eso lo llevó a ser presidente de la Junta de Vecinos Lo Castillo (2008) y dos años después a ser vicepresidente de la Unión Comunal. “Entre las mesas del Miraolas los clientes vieron como yo trabajaba y conocieron mi pasión por la comuna”, comenta.

Es fanático de Rolling Stones y Soda Stereo. Su padre, Eugenio del Real, es notario y dueño de la notaria Del Real (Ñuñoa) y su madre, Carmen Mihovilovic, fue parte del área financiera del Ministerio de Justicia y de Gendarmería en el gobierno de Pinochet. Además, de primera directora de finanzas de la Municipalidad de Vitacura en los 90. “Es curioso, pero en mi casa no eran pinochetistas. Mi papá era de centro izquierda y hoy a sus 81 años es más derechista. No pertenezco a una familia de grandes empresarios, soy de la meritocracia”, cuenta.

Antes de llegar al servicio público como ingeniero trabajó en Cosayach (Compañía Salitre y Yodo), y en Consulting Group de proyectos de tecnología e internet. Militante de Renovación Nacional desde 2012, el concejal es el segundo de cuatro hermanos. Una de ellas es la diputada de RN Catalina del Real. “Aunque nos hemos construido a nosotros mismos, mi hermana me da fuerza en mi carrera. Hoy la veo poco porque está metida en Valparaíso la mayor parte del tiempo; en los almuerzos familiares con la Cata tratamos de no hablar de política porque nuestros hijos se aburren”, comenta entre risas.

Pero sí le contó a la parlamentaria su decisión de ser candidato a alcalde por Vitacura en las municipales de 2020. “Ya lo conversé con mi familia, mi mujer y mis hijos y mi decisión de postularme como alcalde de Vitacura está ciento por ciento tomada”, afirma.

En su rol de concejal, Del Real preside la Comisión de Presupuesto y de Urbanismo y además es director de la Asociación de Municipalidades de la zona oriente. “Me rehusaba a trabajar en el servicio público porque veía los sacrificios de mi madre, era muy hostil. Pero con los años me fue apasionando y hoy estoy dispuesto a renunciar a todo por mi comuna. Quiero continuar la senda de desarrollo de Raúl Torrealba; he aprendido mucho de su gestión. Pero son buenos los cambios generacionales para darle nuevas oportunidades a la comuna”, cree.

“Vitacura no es un gueto”

Cuando a los 12 años Del Real jugaba en Alonso de Córdova no había locales comerciales. Su casa, que todavía está en esa calle, no tenía timbre ni cerradura. “Llegaba del colegio, dejaba la mochila y salía a jugar. La puerta estaba siempre abierta, mis amigos entraban como si fuera una prolongación de la calle”, recuerda.

En estos ocho años como concejal, el ingeniero ha sido parte de comisiones que han sacado proyectos como el nuevo centro comunitario para el adulto mayor que se inaugurará en marzo en Escrivá de Balaguer. “Queremos que nuestros vecinos tengan un envejecimiento apoyado en servicios de primer nivel en salud, entretención y acompañamiento”, dice.

—Vitacura no tiene poblaciones y según el Observatorio del Gasto Fiscal en 2019 su presupuesto por habitante tiene hasta ocho veces de diferencia con Cerro Navia, ¿es más fácil liderar una comuna rica?

—Sin duda administrar una comuna sin recursos debe ser muy difícil. Ese tema de los recursos permanentemente sale a relucir, es la etiqueta que le han puesto algunos políticos que curiosamente viven en la comuna. En Vitacura no hay pobreza extrema, ni gente que no tenga donde comer y tampoco hay que construir viviendas sociales. Pero las exigencias de servicios son altas. La mayor preocupación son los adultos mayores, que son el 25% en la comuna. Ellos deben pagar altas contribuciones, pero por sus bajas pensiones no pueden.

—En una entrevista contó que su madre era parte de una “pobreza con corbata” de la comuna.

—Se mal entendió, mi mamá es jubilada, pero tiene sus rentas, si no, no tendría cómo hacerlo. Lo que pasa es que yo me sensibilizo con muchos adultos mayores de la comuna que solo viven con la jubilación. Es muy complicado mantener el costo de vida en Vitacura a esa edad.

—El alcalde, Raúl Torrealba, dijo en 2016 a The Clinic que “Vitacura es lo más aspiracional que hay”

—Más que ser aspiracional en términos sociales o de plata es una comuna segura, con espacios públicos y áreas verdes de calidad e interesantes ofertas de colegios. Todo eso la hace apetecida. Hay quienes han vivido toda la vida, recién casados con niños y muchos emigrantes, lo que se ve en sus clubs como el Croata y el Manquehue. La identidad de Vitacura está en ser una comuna residencial, de barrio, el 80% del territorio está construido en casas de baja altura. Con mi equipo hemos trabajado para que se mantenga su Plan Regulador. También, hay que destacar que tenemos un convenio de colaboración económica y de gestión de recursos humanos con más de 150 comunas.

—Torrealba, también vicepresidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, apoyó el anuncio de Piñera para la redistribución de fondos municipales que mejoren la equidad del país.

—Cerca de un 40% del presupuesto de la comuna va a ese fondo, además del apoyo en políticas públicas que se otorga a otras comunas. Vitacura no es un gueto, es un modelo de desarrollo para que otras comunas se inspiren. Si llego a ser alcalde quiero posicionar a Vitacura como una comuna preocupada de los problemas de Chile.

—¿Concuerda con el polémico proyecto de integración de viviendas sociales del alcalde Lavín en la Rotonda Atenas?

—Claro que sí, las ciudades deben ser integradas, no deben existir diferencias entre ricos y pobres. El tema es que Vitacura está construida casi a cabalidad y el valor de los terrenos hace inviable que se desarrollen viviendas sociales. Sin embargo, ha seguido con un modelo de integración en áreas verdes para los chilenos. Más de un 90% de los visitantes al parque Bicentenario no son de la comuna.

El apoyo de Desbordes

Del Real lleva ocho años trabajando en el Comité Ambiental Comunal integrado por representantes de organizaciones civiles, ambientales y sociales en la preservación del medio ambiente. “Me preocupa cómo el cambio climático afectará las políticas públicas en el cuidado del agua para mantener los espacios públicos de Vitacura”, comenta.

—¿Por qué quiere ser alcalde?

—Tengo una vocación de trabajo público y social que he ido dando paso a paso. Soy parte de la comuna, he sido miembro de organizaciones comunales y llevo a Vitacura en el corazón. Como parte de mi generación tengo la responsabilidad de asumir soluciones para el país; todo el conflicto social ha agudizado mi compromiso.

—¿Quién lo apoya en esta apuesta?

—Me reuní hace poco a conversar largo con Mario Desbordes en el Congreso y me felicitó por mi carrera en la comuna. Cuento con su apoyo y del partido para ser alcalde. También con el respaldo del alcalde Torrealba y de muchos vecinos. Esta candidatura más que una aspiración personal es un proyecto colectivo. Utilizaremos el boca a boca, redes sociales y salidas a terreno para presentar nuestros proyectos. La visión clásica de llegar con muchos recursos y saturar las calles ya no pega.

—El sueldo de un alcalde de una comuna con recursos rodea los cinco millones, ¿está dispuesto a ganar menos que en un puesto del sector privado?

—Eso me tiene sin cuidado, no veo el problema en eso, estoy por un tema de vocación. Tengo ahorros e inversiones, todo en transparencia.

—¿Qué decidió sobre la nueva Constitución? En RN se le dio libertad de acción a sus militantes.

—Yo todavía estoy en reflexión. He conversado con amigos de ambas posiciones y todos me han dado buenos argumentos. Espero tomar una decisión con una base sólida pensando en lo que nuestro país necesita para salir de esta crisis.

—Considerando que uno de los problemas de su comuna es el adulto mayor, ¿está a favor de “No más AFP”?

—Aunque no soy experto del área hay que corregir falencias del sistema. Sí me gustaría impulsar programas laborales dirigidos a los adultos mayores para insertarlos en actividades de la comuna. La idea es que se sientan dignificados. Por ejemplo, podríamos tener adultos mayores que resguarden las plazas de la comuna.

—Tiempo atrás la periodista Catalina Edwards recibió duras críticas por proponer darle trabajo a los jubilados.

—Están los adultos mayores que tienen todo su derecho a jubilar y a descansar como merecen. Y también he conversado con muchos que pretenden seguir trabajando, más allá de lo económico, quieren sentirse útiles. Quiero apoyar a quienes quieren seguir realizándose en actividades remuneradas y voluntarias. Una experiencia muy positiva ha sido la de los anfitriones del parque Bicentenario, adultos mayores que cumplen una valiosa labor educativa en la flora y fauna del parque.

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