El 6 de noviembre, el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, leyó la noticia y tomó el teléfono.

La tradicional radio Beethoven, fundada en 1981 por dos ex profesores de música de la UC, Fernando Rosas y Adolfo Flores, dejaría de transmitir el 30 de noviembre, pues la frecuencia había sido vendida, pero no así la marca.

Se comunicó de inmediato con Andrés Benítez, gerente general de Copesa, el holding de medios de Alvaro Saieh dueño de la Beethoven, cuya frecuencia había sido traspasada a un grupo evangélico.

Sánchez le manifestó el interés de la UC a Benítez, a quien conocía, pues coincidieron como rectores cuando Benítez estaba al frente de la UAI.

La UC se había desvinculado ya de tres radios: Play (ex Radio Chilena) y Sonar (ex radio X) fueron compradas y desarrolladas por la universidad, pero se quedaron en el Canal 13 cuando la estación se vendió en dos etapas —2010 y 2017— a Andrónico Luksic. Y la radio María, la más antigua, no pudo concretar su proyecto, ya que su autor Patricio Donoso, entonces director ejecutivo del naciente Centro Extensión que había solicitado la concesión, se fue como profesor a tiempo completo de la Escuela de Administración de la UC. Cuando se obtuvo la concesión, él ya no estaba, tomó la posta el joven ingeniero Rodrigo Fernández, quien optó porque la nueva radio tuviera música. Y al poco tiempo, la UC le arrendó la frecuencia en la 89.3 a Radio María Internacional y en 2015 se la traspasó.

Así las cosas, una radio de música clásica le permitía a la UC el regreso a los medios de comunicación. Había un problema: existía la marca Beethoven, pero no una frecuencia donde operar.

Copesa quería a la UC

Sánchez y Benítez continuaron conversando. Otros interesados, según confirmó La Segunda, también llamaron para explorar fórmulas y consultaron el precio.

El conglomerado de Saieh barajó la alternativa de entregar una frecuencia a Beethoven, lo que implicaba cerrar una de las tres radios en poder de Copesa: Duna, Disney o Zero.

No era fácil, porque ya había cerrado y vendido Paula a la Cámara Chilena de la Construcción (hoy radio Pauta) y Carolina, que mantuvo su nombre, a Mega.

Zero fue la opción, lo que implicó otro cierre. A esas alturas, el rector Sánchez había entregado el valor que estaba dispuesta a pagar la UC tras consultarlo con Patricio Donoso, actual prorrector de gestión institucional que se ocupa de las empresas externas de la UC (Red de Salud, Duoc, Dictuc y antes Canal 13). Y dicen que no se movió de ahí.

Para Saieh era importante que la radio Beethoven mantuviera la tradición y la UC era el comprador ideal.

La cifra que pagará la UC, según distintas fuentes consultadas, asciende a US$3 millones.

Feuc votó en contra

Como Sánchez no había sido reelegido rector, decidió que el Consejo Superior votara la operación de compra de la nueva radio, cosa que no era necesaria por estatutos, el viernes 10 de enero.

De sus 37 miembros, no todos presentes, la presidenta de la Feuc y la consejera superior votaron en contra. Una de sus peticiones no cumplidas por razones económicas ha sido que los trabajadores subcontratados pasen a la planta. Se abstuvo el decano de Ingeniería, Juan Carlos de la Llera, quien integró la terna de candidatos a rector junto a la historiadora Sol Serrano y a Sánchez.

La compra se aprobó en una reunión que duró cinco horas, una más de lo habitual. De inmediato el rector Sánchez mandó un correo a la comunidad, a las 16:20: “La misión de la UC es aportar a un mayor acceso y desarrollo de la cultura en el país (..) sin duda, la crisis social que afecta hoy a Chile es también reflejo de una crisis cultural”. Es largo, con varias alusiones al estallido del 18 de octubre y explica que los fondos saldrán del “patrimonio de reserva”. Estos son terrenos en San Carlos de Apoquindo que aún conserva la UC y acciones, es decir, dinero no destinado a la gestión educativa.

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