Que es segregadora, que es injusta, que genera mucho estrés, que castiga a los más pobres, que no mide habilidades, que es anti-pedagógica, que atenta contra el derecho de la educación... Los argumentos contra la Prueba de Selección Universitaria (PSU) este año —con el estallido social— tomaron vuelo y la convocatoria estudiantil para boicotearla dejó a 42 mil alumnos sin poder rendir los examenes de Lenguaje, Ciencias y Matemática.

Pero fue la filtración de uno de los cuatro facsímiles de Historia —que obligó la suspensión a nivel nacional del test en que estaban inscritos 202 mil alumnos— lo que terminó por desacreditar no solo el examen. También a quien lo administra (el Demre y el Consejo de Rectores, CRUCh) y al propio gobierno (ver nota en página 4).

Los primeros son los responsables del proceso de admisión universitario (el Demre —departamento de la U. de Chile— es el organismo técnico encargado) y el gobierno a través del Ministerio del Interior debe garantizar el orden público, mientras que la ministra de Educación, Marcela Cubillos, es quien preside el Consejo de Rectores.

“Siempre estuvo en el escenario la posibilidad de disturbios en algunos locales, y que un grupo menor de postulantes rindiera pruebas de igual validez predictiva días después. Pero lo que no estaba en nuestro radar era una filtración de este tipo”, admite uno de los rectores que ha estado cerca del proceso.

Más allá de que aún no se conoce el origen exacto de la filtración —para lo cual el Demre estaba reuniendo los antecedentes para iniciar acciones legales—, son varios los misterios que rondan el hecho:

lFacsímil a color

La prueba de Historia que se filtró corresponde a la forma 124, una de las cuatro que se elaboraron para este proceso de admisión. Fue difundida por redes sociales (a través de una cuenta privada Instagram) fotografiando sus páginas.

A muchos estudiantes sorprendió que el texto filtrado estuviera en colores, lo que les llamó la atención porque los facsímiles que han recibido normalmente son blanco y negro. Sin embargo, en el caso de la prueba de Historia algunas preguntas podrían incluir imágenes en colores (como mapas o gráficos) cuando el alumno debe diferenciar elementos de manera comparativa.

lSe entregó hoja de respuestas

En los pantallazos de la filtración no sólo aparecieron las preguntas. También se difundió una supuesta hoja de respuestas del examen donde se indicaba cuál era la alternativa correcta (no está comprobado que sea efectiva la alternativa sugerida).

La duda en torno al tema surge porque los facsímiles no son entregados con hojas de respuesta en los locales de rendición. ¿De dónde salió esa hoja de respuestas? No hay claridad, porque el material que el Demre envió al local de rendición son solo los facsímiles en sus distintas formas más las hojas de respuesta en blanco.

Sin embargo, en los pantallazos filtrados aparece tipeada una hoja de las respuestas (ver fotos).

Tampoco hay certeza de si las repuestas son correctas. De ser así, quiere decir que quien accedió al facsímil también lo hizo a la hoja de respuestas o bien desarrolló la prueba con suficiente tiempo de antelación.

lApareció en cuenta de instagram

La filtración del examen se viralizó rápidamente en las redes sociales. Primero, a través de una cuenta privada de Instagram, que no ha sido aun identificada. Luego, las imágenes se difundieron rápidamente por medio de otros usuarios y pasó a otras plataformas como Twitter, Facebook y grupos de WhatsApp.

lSe difundió el contenido poco antes del inicio del examen

No se sabe a ciencia cierta el momento exacto de la filtración. Hay dos teorías.

Una es que fue durante la mañana. Esta postula que la prueba fue robada durante la vandalización de algunos locales en Santiago, donde se produjeron violentos disturbios. Y, desde allí, habría sido difundida mediante redes sociales.

La otra es que fue robada con antelación y que solo se difundió su contenido poco antes para poner en jaque a las autoridades y dejarlos sin otra posibilidad que suspender a nivel nacional.

Lo que hasta ahora se maneja es que el Demre recibió una alerta antes del mediodía en torno a que se había filtrado una de las fórmulas de la prueba. La información fue compartida al Consjeo de Rectores y al gobierno, que inmediatamente decidieron —por sugerencia del Demre— suspender el test a nivel nacional.

Los jefes de local recibieron la información mediante un correo minutos antes las 14 horas, a solo 30 minutos de que se iniciara el test. A esa altura, cientos de postulantes ya estaban revisando en redes sociales las preguntas del examen. Sin embargo, hubo algunos locales que no alcanzaron a recibir la información y tomaron igual el test, como en Santa Juana (VIII región).

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Una jornada de emergencia tendrá hoy el Consejo de Rectores. Su Comité Ejecutivo —formado por siete rectores— se auto convocó para las 13.30 horas en el Ministerio de Educación.

La idea es concordar propuestas para plantear al resto de los rectores, cuyo pleno (donde debieran asistir una treintena de ellos) fueron citados a las 19 horas de hoy en el Hotel San Francisco. Allí deberán definir qué hacer.

Las alternativas no son muchas. El tiempo les juega en contra para llevar a cabo el proceso de admisión que ya está retrasado en más de un mes (la prueba originalmente se rendiría en noviembre). Según trascendió la próxima semana sería la más adecuada para tomar los exámenes pendientes. Sin embargo, el tema de orden público les apremia.

“No podemos dejar de tomar lo que queda de Lenguaje, Matemática y Ciencias porque una parte de los postulantes ya la dio. Estamos en la mitad del río, hay que seguir”, dice un rector. Y agrega: “Pero con la de Historia, eventualmente podemos no tomarla”. El tema ha sido socializado informalmente entre varios rectores, quienes incluso plantean trasladar esa ponderación al test de Lenguaje.

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