Según las cifras de la Federación de Turismo de Chile, un total de 464 mil turistas ingresaron al país en noviembre de 2018. Un año después —y en medio del estallido social— el número cayó a 292 mil personas. Una disminución de 37%, que como era de esperar, golpeó a la industria hotelera.

Entre los afectados figura uno de los hoteles emblemáticos que se proyectaba para Santiago: el que se pretendía contruir en el Club de Golf Los Leones, que sería administrado por la exclusiva cadena Westin. La inversión de US$ 83 millones a cargo de P&G Larraín está oficialmente paralizada.

Tras un tortuoso camino que incluyó la oposición de socios y vecinos al club, cuestionamientos del Ministerio de Obras Públicas al Estudio de Impacto Vial, la iniciativa fue aprobada ambientalmente en junio de 2018.

Así, el proyecto —que contempla la construcción de dos edificios de cinco pisos cada uno, con un total de 493 habitaciones y once subterráneos— comenzó los trabajos de remosión y demarcación de tierras en la ladera del cerro San Luis a mediados del año pasado.

Sin embargo, hace varios meses que no se ve movimiento. Socios del Club Los Leones aseguraron a La Segunda que la obra estaba detenida por temas presupuestarios. Nicolás Urrutia, que figura como representante legal del proyecto en el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), confirmó la paralización de las obras, pero no quiso referirse a los motivos.

Tampoco quisieron hacerlo oficialmente en P&G Larraín y el Club de Golf Los Leones, que arrienda los terrenos para levantar la iniciativa.

Aperturas retrasadas

Lo sucedido es un ejemplo de un panorama difícil para todo el sector hotelero, así lo afirma Alejandro Hughes, vicepresidente de Hoteleros de Chile, el gremio que agrupa a este sector: “Hay una baja en el turismo, muchas de las cadenas internacionales habían invertido en ciertas inauguraciones y se tuvieron que retirar. Todo está complicado, es un escenario difícil”, describe.

En un año que ya era malo, fundamentalmente por la abrupta caída de turistas argentinos, las fichas estaban puestas, como es habitual en la industria, en el último trimestre del año. Sin embargo, el estallido social del 18 de octubre cambió todas las expectativas. Además, de la estacionalidad, en el sector varios esperaban “salvar el año” con los eventos internacionales que estaban programados para los últimos meses de 2018 como las reuniones de APEC, COP25 o la final de la Copa Libertadores. Benjamín Vivanco, gerente general de la Corporación Regional de Desarrollo Territorial y Turismo en Santiago, explicó: “Muchos de los dueños de las cadenas habían hecho inversiones para recibir esos eventos, y al no realizarlos, no pudieron capitalizar lo que habían invertido”.

Y el 18-O también generó problemas entre los hoteles que ya estaban preparados para recibir huéspedes. Claudia Espinosa, gerente de la Asociación de Hoteleros, cuenta por ejemplo que el hotel Nodo (de propiedad de Manfred Paulmann), ubicado en Providencia, se inauguraría en octubre, pero “tuvieron que aplazar su apertura para marzo”. Lo mismo sucedió con el debut del AC Hotel del Costanera Center que retrasó su inauguración desde octubre a la semana recien pasada. “De hecho, fue una apertura muy silenciosa, rodeada de latones”, lamenta Espinosa.

Hughes advierte que los recursos para nuevos proyectos serán más difíciles de levantar. “Los inversionistas extranjeros y nacionales que querían instalarse en Chile ahora la piensan dos veces, están mucho más reservados”.

Según datos entregados por el gremio hotelero, el sector tendría en su planificación 2019-2020 la construcción de 13 hoteles en la Región Metropolitana. De los cuales hay sólo cinco funcionando y uno detenido, el que se ubicaría en el club de golf.

No todo está perdido

A pesar del escenario adverso, no todo está perdido. Por ejemplo, la inmobiliaria BNV —de las familias Bunger Nahmias y Villaseca Nahmias, exdueños de la cadena Atton— abrió hace poco más de un mes las puertas de UGO Hotel en el centro de Providencia. El recinto cuenta con diez pisos y 95 habitaciones y a 2025 pretenden abrir dos más (en Santiago Centro y en los alrededores del aeropuerto) con una inversión total de US$ 70 millones.

Pese al difícil escenario turístico de Chile, Vivanco aclaró: “Lo que nosotros estamos haciendo es trabajar principalmente en reactivar el turismo local, ya que es la opción más cercana (...); va a ser un verano más lento que en otras ocasiones, pero el turismo local nos puede ayudar a contener los números y a dar estabilidad al empleo”

Juan Cantillana, académico de la Utem, es optimista respecto al futuro. “El turismo centrado en las grandes ciudades del país es el que se ha visto más afectado, pero aquellas que están lejos de Santiago han mantenido sus números (…). Se espera que durante el segundo semestre de 2020 el turismo extranjero vuelva a la normalidad”.

Para enfrentar la situación, el gremio hotelero está trabajando para dar soporte a sus socios y ha preparado distintas actividades de apoyo. Por ejemplo, la próxima semana realizarán una charla sobre estrategias comerciales en tiempos de cambio en el hotel Marriott.

25%

cayó la ocupación hotelera en el último trimestre de 2019, según Hoteleros de Chile.

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