No podemos desmentir que vivimos en una sociedad que está siendo testigo y víctima de los efectos del cambio climático en el planeta. Por ello, tenemos la necesidad de realizar transformaciones drásticas en nuestras vidas y procesos, buscando aminorar sus consecuencias.

Hace solo algunas semanas se realizó la COP25, instancia en la cual los 196 países pertenecientes a la ONU intentaron firmar acuerdos para limitar que la temperatura del planeta supere los 1,5°C en relación con la temperatura media global anterior a la revolución industrial. Los resultados de la cumbre no fueron del todo satisfactorios y es en esta línea que las empresas no pueden delegar toda la responsabilidad en los gobiernos de crear iniciativas que corrijan esta grave situación. Desde la industria tecnológica tenemos la oportunidad única de poner tecnologías emergentes a disposición de nuestros clientes, que permitan generar soluciones disruptivas para problemas históricos, que hoy no le están dando respiro al planeta.

Un ejemplo es la incipiente utilización de Blockchain, que permite a los usuarios tener seguridad en sus procesos, al generar un chequeo de información a lo largo de toda la cadena, procesando ágilmente las transacciones que el negocio requiera. Esta tecnología ha sido utilizada exitosamente por distintas compañías, como Volvo Cars, que implementó, junto a la empresa inglesa Circular, una plataforma que utiliza Oracle Blockchain para rastrear el cobalto de las baterías que utilizan en sus vehículos eléctricos, identificando el material que se puede reciclar de este elemento químico.

A nivel local, las empresas tienen mucho que aportar. En Oracle, por ejemplo, hemos fomentado el uso de la tecnología en estudiantes, buscando potenciar sus habilidades con herramientas digitales. Este 2019 realizamos por segundo año consecutivo el AI (Artificial Intelligence) for Good, evento que buscó soluciones a problemáticas en comunidades de jóvenes, en las cuales el cuidado y la toma de conciencia medioambiental fue uno de los temas principales. Con inteligencia artificial crearon prototipos de proyectos que promueven y educan sobre el reciclaje.

Como empresas debemos estar comprometidos con construir un mejor futuro para las nuevas generaciones, y es por eso que en Oracle buscamos ser sustentables en todos los ámbitos de nuestro negocio, pero también buscamos convertirnos en aliados de otras organizaciones que tienen la urgencia de revisar cómo están haciendo las cosas y cómo pueden disminuir su impacto. Con la constante evolución de las tecnologías, estamos seguros de que podemos construir un futuro resiliente para nuestro planeta.

Vinicius Dias, gerente general de Oracle Chile.

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Álvaro Ossa, director de Transferencia y Desarrollo Pontificia Universidad Católica de Chile

El Dr. Hernán González, académico de la UC y cirujano de cabeza y cuello, desarrolló un test de detección temprana del cáncer de tiroides, que permite evitar cirugías de alto costo económico y emocional, que ya está siendo aplicado en Chile y el extranjero.

Su investigación comenzó en 2006, y tomó más de 10 años en llegar al mercado de la mano del consorcio BMRC y de la creación del spin-off GeneproDX, que hoy es el encargado de comercializar una tecnología que se presenta como la mejor solución actual a la detección de los nódulos cancerígenos en la tiroides.

Las universidades estamos desarrollando innovaciones de alto valor para el sector productivo, que podrían impactar positivamente la vida de las personas; pero ¿qué condiciones se requieren para promover la transferencia de tecnologías en nuestro país?

Es fundamental contar con normativas que definan reglas claras y generen los incentivos para que investigadores, universidades, empresas e inversionistas se involucren en procesos de transferencia tecnológica. Hace un año, el Ejecutivo ingresó al Congreso un nuevo proyecto que modifica la legislación sobre propiedad industrial en Chile, tema clave a la hora de mediar la relación academia-industria. Por otro lado, ya existe un primer borrador de ley de transferencia tecnológica, el que debiera entrar a discusión parlamentaria en los próximos meses.

Otro punto clave es el apoyo a emprendimientos basados en ciencia. Fue el caso de GeneproDX del Dr. González, quien, a partir de sus resultados de investigación, creó esta empresa que comercializa su innovación. Es muy esperanzador notar que una de las líneas estratégicas del Ministerio de Ciencia y Tecnología es el apoyo a este tipo de emprendimientos.

Sin duda que uno de los factores necesarios es estrechar la relación academia-empresa. Académicos y empresarios hablan lenguajes distintos y a veces persiguen objetivos divergentes. Sin embargo, existen puntos de encuentro que pueden ser potenciados y fortalecidos. La sinergia entre el mundo académico y el sector productivo será el factor clave para que la innovación y la transferencia tecnológica se conviertan en puntos centrales del desarrollo social y productivo de nuestro país.

Finalmente es fundamental que la academia esté cada vez, y en forma más permanente, conectada con las necesidades y la realidad de la sociedad. Debemos, desde la investigación y el desarrollo, contribuir a resolver los problemas país para alcanzar una sociedad más justa y colaborar con el bienestar de todos los chilenos.

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