A los 23 años Ricardo Massu, ingeniero en finanzas, se convirtió en el primer chileno en trabajar en un banco británico que pertenecía al Bank of America.

Hoy lidera como presidente a Tanner Servicios Financieros, holding que ayer firmó una alianza con Nissan —que antes tenía un acuerdo con Forum— para expandir las operaciones de Credinissan, el área de financiamiento de la japonesa. Un hito relevante, considerando que Tanner ya es uno de los tres mayores actores en este mercado, con créditos automotrices por unos US$487 millones en 2019.

Tras esta expansión está Massu (67), el mismo que además fue uno de los primeros chilenos en llegar al Babson College, de Estados Unidos (donde tiene un MBA), y en el fue compañero, entre otros, de Andrónico Luksic, con quien hoy mantiene su amistad.

Junto a sus hermanos, Julio y Eduardo, conforma el grupo Massu, dueño del 52% de Tanner.

Casado con Alejandra Heiremans, tiene cuatro hijos, dos que estudiaron en Eton College (donde fueron los primeros chilenos) y otras dos que estudiaron en St Mary's Ascot, ambas instituciones inglesas.

Massu, es reconocido en el mundo empresarial y financiero por no tener brecha generacional, ya que tiene amigos de todas las edades. Juega polo con jugadores mucho más jóvenes en el Club de Polo San Cristóbal e incluso los principales ejecutivos de su compañía están dentro de la categoría “sub 45”, dicen cercanos a él.

De formación y tradición bancaria, en 1978 llegó a Inglaterra a trabajar como operador en la mesa de dinero de un banco inglés y en 1986 entró al control del ex Banco BHIF, donde estuvo por 20 años junto a José Said y su familia, tras lo cual vendió su participación a los españoles del BBVA.

En 1993 fundó Tanner junto a la familia Said, quienes luego le vendieron su participación. Y si bien gran parte de sus negocios están en Chile, sus cercanos comentan que Massu hoy vive más en Inglaterra que en Chile.

Panelistas del más alto nivel y pocas veces vistos juntos convocaron los senadores Ricardo Lagos (PPD), Carlos Montes (PS) y Jorge Pizarro (DC) que el jueves liderarán un dialogo para ver “como financiar los cambios sociales que Chile necesita”.

Se trata del ministro de Hacienda, Ignacio Briones, el extitular de esa cartera, Nicolás Eyzaguirre, el expresidente de Codelco, Oscar Landerretche, y los ex presidentes del Banco Central, Rodrigo Vergara y Roberto Zahler.

En Chile la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres es un desafío pendiente. La participación laboral femenina está estancada en un 49%, en gerencias de primera línea es de un 13% y en directorios un 8%. Las causas de esta realidad son principalmente culturales y se relacionan con el rol asociado al cuidado de los hijos y las tareas del hogar. Según la Encuesta de Uso del Tiempo (INE, 2015), en un día tipo, una mujer chilena destina en promedio 5,89 horas a trabajo no remunerado y cuidado de hijos, frente a las 2,74 horas de los hombres.

Hoy se están debatiendo los mecanismos para elegir representantes que —de ganar la opción sí— serán los encargados de elaborar una nueva constitución.

Los que se oponen a escaños garantizados para igual proporción entre hombres y mujeres argumentan que será la población quién decida, sin embargo, este razonamiento no incorpora las barreras que enfrentan hoy las mujeres para lograr mayor representación: baja autonomía económica, falta de redes de contacto y de apoyo, razones familiares, sistema político masculinizado, etc. No es casualidad que en la última elección todos los partidos debieron incorporar al menos 40% de mujeres en sus listas, sin embargo hoy la Cámara de Diputados cuenta con un 22,58% de representación femenina y el Senado, con un 26,1%. La nueva Constitución no tiene tiempo para esperar el cambio cultural que necesitamos en Chile para tener una cancha pareja en espacios de representación. Es por eso que necesitamos medidas que resguarden que la representación de hombres y mujeres sea un reflejo de nuestra sociedad. Sólo así será una Constitución legítima para los próximos años, al ser democrática y a la vez representativa.

El fundador de Microsoft, Bill Gates, sumó este año US$16.000 millones a su patrimonio neto, elevando su riqueza hasta los US$106 mil millones, la segunda mayor del mundo, tras la de Jeff Bezos (Amazon), según Bloomberg.

“Nosotros no estamos, ya sabes, en una postura de inversión defensiva, más bien estamos mayoritariamente líquidos, o algo así”, dijo Gates en una entrevista publicada hoy por la agencia Bloomberg. “La estrategia de inversiones que hemos utilizado es superar el 60% en renta variable”, esto es unos US$60.000 millones en acciones o fondos accionarios, lo que conforma una cartera de inversiones agresiva incluso para el promedio de familias millonarias de Estados Unidos, que en promedio mantienen un 32% de sus activos en acciones, según un informe de Campden Wealth.