Las policías en el ojo del huracán. En un contexto de protestas sociales que sacuden a países de la región, el actuar de algunas fuerzas de seguridad del continente está siendo fuertemente cuestionado. Y en Colombia, tal como en Chile, también se abrió el debate tras siete días de una ola de protestas contra los planes económicos del Presidente Iván Duque.

Y todo apunta al Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional de Colombia, más conocido como ESMAD. Se trata del escuadrón de fuerzas especiales de la policía de ese país.

Con la muerte del estudiante de 18 años Dilan Cruz este fin de semana que pasó, ya son cuatro los fallecidos durante las protestas que comenzaron el 21 de noviembre. Una situación que ha hecho que numerosas asociaciones denuncien violaciones contra los derechos humanos. Además, en los últimos días se sumó la exigencia de disolver este escuadrón antidisturbios por parte de los líderes de las protestas para sentarse a negociar con el gobierno colombiano.

Aunque el caso de Dilan fue el que indignó a los colombianos, desde la ONG Defender la Libertad aseguran que desde que comenzaron en ese país “se han contabilizado 14 agresiones a órganos blandos, de las cuales tres de ellas han acabado con pérdidas de ojos”. La organización además asegura que durante estos seis días de movilizaciones “se han denunciado más de 400 casos en los que se ejercía un abuso de la autoridad por parte de la policía y los miembros del ESMAD”.

En Cali, durante el toque de queda impuesto el día del paro nacional el pasado jueves, un joven resultó gravemente herido al ser baleado, supuestamente por las fuerzas del ESMAD, en la espalda. Está hospitalizado con pronóstico grave.

Con proyectil artesanal

La ESMAD es un cuerpo que fue fundado en 1999 y su único objetivo es apoyar a la misma policía cuando es sobrepasada. Según datos del diario El Tiempo de Bogotá, cuenta con 3.876 integrantes, 3.770 hombres y 106 mujeres. Cada escuadrón está compuesto por cinco oficiales y ocho suboficiales. Así, tienen 24 escuadrones repartidos por Colombia: en Bogotá, Cali, Barranquilla, Popayán, Cúcuta y Medellín es donde más presencia marcan.

Respecto a sus pertrechos, estas fuerzas especiales cuentan con 108 tanquetas para efectuar sus operativos. 48 de ellas son lanzaguas y las otras 60 son para transporte de personal. Solo este 2019 compraron cinco vehículos lanzaguas.

Sobre la indumentaria que ocupan los policías del ESMAD, el Ministerio de Defensa colombiano asegura que sus efectivos utilizan un protector corporal antimotín; un escudo antimotín, un casco antimotín y una camiseta balística nivel IIIA de protección. El armamento que portan va desde lanzadores de proyectil múltiple, pasando por varios tipos de cartuchos eléctricos de gas y de aturdimiento, como marcadoras y esferas de paintball.

Sin embargo, la polémica se armó después de que se supo, tras la autopsia a Dilan, que el ESMAD habría disparado una escopeta calibre 12 cargada con una “recalzada”, un proyectil hecho a mano que consiste en pequeños fragmentos de metal, cristal o balines envueltos en una tela o depositados dentro del recipiente del gas lacrimógeno. Aunque esta arma “artesanal” está prohibida, son usadas por el Esmad para dispersar las marchas porque al desperdigarse los pequeños proyectiles pueden impactar distintas personas.

Sin embargo, en Colombia no es la primera vez que el ESMAD ha sido señalado de usar este tipo de municiones y de causar la muerte a manifestantes con ellas. La posición del gobierno de Duque frente a la polémica fue darle el total respaldo al cuerpo policial, asegurando que siempre se actuó dentro de los protocolos. Sin embargo la fiscalía colombiana ya aseguró que en el caso de las protestas del sábado estas fuerzas especiales hicieron uso desmedido de la fuerza.

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