Amante de los autos, Ignacio Detmer (34), ingeniero comercial de la UC, pasó de tener un taller mecánico en Macul con tres clientes que le entregaban vehículos chocados y un incipiente sitio de remate de autos a ser integrante de una start up local llamada Frontier Car Group (FCG).

El nombre no dice mucho, pero sí su filial chilena vendenostuauto.com, una aplicación que cotiza en línea, inspecciona sin costo y promete comprar un auto en efectivo en una hora. Y que posee otro sitio a través del cual los vende a automotoras y comerciantes: autobastas.cl.

FCG hace lo mismo en Nigeria, Indonesia, Pakistán, India y Polonia, y en América, además de Chile, tiene presencia en México, Argentina, Colombia y Estados Unidos, el único país al que entraron comprando una plataforma existente.

—¿Por qué en Chile no hay unicornios, emprendimientos tecnológicos valorados en más de US$ 1.000 millones?

—Porque nos faltan seis meses —responde, muy seguro— al referirse a FCG.

Como gerente general de vendenostuauto.com y de operaciones para América de FCG, explica: “Según las proyecciones, (la empresa costará) US$ 1.000 millones en 2020, seguro. La pregunta es en qué momento vamos a hacer un evento que fije ese precio”.

El aporte de capital de US$ 400 millones de OLX Group, la plataforma global de compraventas en línea, a FCG valorizó la empresa en US$ 700 millones, por lo que Detmer cree estar muy cerca de su sueño.

Lo que puede resultar difícil es saber si FCG es una start up chilena: de los tres cofundadores, Sujay Tyle, actual co-CEO, es estadounidense; Peter Lindholm, co-CEO, sueco; André Kussmann, gerente de operaciones, alemán. Los tres están basados en Berlín, donde se instaló el hub de tecnología. A ellos se suman los chilenos Ignacio Detmer y Ricardo Donoso (44), emprendedor que creó Azumi y Celmedia, y que vivió hasta los 16 en Suecia. Ambos son cofundadores de Americas Car Group, la división para esta región, según la página web de FCG.

—¿Es chilena FCG?

—Nosotros decimos que del founding team, dos somos chilenos, y cuando sea un unicornio, estaremos felices de decir que emprendedores chilenos fundaron una empresa que se transformó en unicornio.

—Mientras no haya uno en Chile, la pregunta vale. ¿Qué falta?

—Si alguien quiere puede hacerlo, pero para lograrlo hay que tener ambición global, buen modelo de negocios, suerte y trabajar muy duro.

—¿No tienen ambición los emprendedores locales?

—No me he dedicado a hacer un análisis. Nosotros siempre tuvimos la ambición global.

En un inicio, Americas Car Group y FCG tenían razones sociales distintas, ambas constituidas en Delaware, Estados Unidos, el estado conocido por sus beneficios tributarios y el preferido por los fondos de inversión. “Hoy es una sola, las fusionamos este año”, aclara Detmer, asegurando que él y Donoso (CEO de America y de viaje en México) son socios de la matriz FCG.

Mientras en Chile hay un millón de transacciones de autos usados al año, en Argentina, 1,8 millones; siete millones en México; 800 mil en Colombia, y 40 millones en Estados Unidos, cuenta Detmer.

Vendenostuauto.com compró 6.655 vehículos usados a septiembre y él aclara que no son modelos tan antiguos: “el año que más compramos es 2017”.

La plataforma, según él, representa 80% a 90% del negocio digital de compraventa de vehículos usados. Mientras que en autobastas.cl se vendieron 6.405 autos a septiembre. “El 20% vende por apuro. El resto valora la facilidad, rapidez y seguridad del proceso”, explica.

La velocidad de los países difiere por más digital que sea la operación. “En Argentina, en el mejor escenario demora una semana, porque hay que sacar un certificado de propiedad autorizado por un notario y por un Registro Nacional de Vehículos, y algunos de esos documentos deben ser hechos a mano”.

En México tarda cuatro horas. La factura de compra debe ser original y luego endosada al vendedor, hay que chequear que la patente que depende de cada estado no tenga deudas o multas. “Las facturas falsas son el principal problema y tenemos un equipo grande de prevención de fraudes”.

—¿Cómo les explicaste el estallido social a los socios extranjeros?

—Les explicaba que es una situación absolutamente atípica en los últimos 30 años, que confiamos en que si durante largo tiempo hemos hecho las cosas bien, pasado este período, seremos capaces de buscar los puntos de unión y sacar adelante las reformas.

—¿Tienen responsabilidad los empresarios?

—No hay nadie que no tenga responsabilidad, porque todos habitamos el mismo país, pero los casos de empresas que han afectado directamente el bolsillo de las personas tienen una responsabilidad mayor.