La adquisición de esta munición no aparece en el portal Mercado Público, pues Carabineros la considera material estratégico.

Empresarios inmobiliarios, pero una tradición en el negocio de las armas, son los socios de TEC Harseim, la firma fabricante de los balines de goma cuyo uso Carabineros prefirió suspender luego que su propio laboratorio confirmara que tales municiones son 80% metálicos y solo 20% de caucho.

La adquisición de munición para escopetas antidisturbios por parte de Carabineros no aparece en el portal Mercado Público, dado que la policía uniformada la considera material estratégico.

Luego que un estudio de la Universidad de Chile —solicitado por la Unidad de Trauma Ocular del Hospital Salvador— divulgara que los perdigones no eran solo de goma, Carabineros optó por hacer su propio peritaje.

Dicha investigación, según informó el director general de Carabineros Mario Rozas, confirmó que las municiones no cumplían con los estándares informados en la ficha técnica que la empresa entregó a la institución. Situación que abre varios flancos a TEC Harseim (ver recuadro).

El uso de este tipo de munición ha sido muy cuestionado durante el estallido social, particularmente por las más de 200 personas que resultaron con heridas ocultares, varias de las cuales perdieron visión.

TEC Harseim fue constituida en diciembre de 1983 y su administración está a cargo de los cinco hermanos Harseim Hein: Bernardo, Enrique, Eric, Alex y Carlos, a los que se suma con un porcentaje de participación Alfonso de Iruarrizaga. El exvicecampeón olímpico en tiro al platillo, oficia además como gerente general de TEC Harseim y esta mañana no quiso responder consultas de La Segunda.

La familia Harseim Hein es fundadora y exdueña del Hotel Ritz Carlton y también promovieron el proyecto inmobiliario La Reserva, en Chicureo (Colina), de la cual vendieron el 85% a la constructora Belfi, ligada a la familia Elgueta.

También participan en Inversiones Lyon Plaza, propietaria de los hoteles Santiago Park Plaza, Park Suit, Park-Inn y Park Hotel.

El negocio del abuelo

El negocio de las armas vino por el lado de su abuelo paterno quien en 1935 fundó una empresa de explosivos que heredó a su hijo Erich Harseim Marijon y de ahí pasó a sus nietos. Esta firma fue vendida en 1997 a la noruega Dyno, pero decidieron conservar Tec Harseim Limitada, dedicada a la fabricación de cartuchos para caza y los polémicos balines de goma que también vendió al Ejército a fines de octubre. Asimismo provee de cartuchos a Gendarmería.

Otros compradores

Tec Harseim registra órdenes de compra con instituciones del Estado desde 2006. Además de Carabineros, ha sido proveedora de la Policía de Investigaciones (PDI), el Ejército, la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas, Gendarmería, la Dirección General de Aeronáutica Civil y la Municipalidad de Panguipulli, entre otros.

Entre las municiones que ha vendido, el 21 de octubre sirvió de proveedor al Ejército con la venta de 20 mil cartuchos antidisturbios por casi $18 millones. A esa rama castrense también le ha dado municiones deportivas para entrenamiento, mientras que a Gendarmería le vendió “municiones de distintos calibres”, como la de 9x19 mm Parabellum, la cual fue usada en la primera y la segunda guerra mundial.

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1 El caso profundiza las críticas a la institución, que ya eran masivas debido a los incumplimientos por parte de efectivos policiales de los protocolos de actuación. Por ejemplo, el martes 5 de noviembre, cuando un piquete ingresó al Liceo 7 de Niñas y una estudiante fue lesionada con perdigones. “Lo complejo políticamente es que puede deslegitimar aún más a Carabineros en el control del orden público. Hoy se culpa al proveedor, pero hay un problema de legitimidad del control institucional”, señala el exasesor de Interior durante el primer gobierno de Piñera, Tomás Duval (U. Autónoma).

2 La segunda dificultad es logística. “El agua y el gas sirven y contienen, pero de repente el uso de artefactos incendiarios, las piedras, balines de acero (...) Eso nos ha obligado (…) a usar la escopeta antidisturbios”, explicó el general Mario Rozas en Mega el 5 de noviembre. En subsidio de los balines, el senador y ex subsecretario de Interior, Felipe Harboe propone que “Carabineros aplique tecnología para identificar a los violentistas y sacarlos de circulación a través de procedimientos tácticos más sofisticados”.

3 El tercer tema es el legal y podría afectar a Carabineros por fallas en el control de calidad, pero no a los efectivos. De comprobarse la falta de la empresa que vende los balines, dice la penalista Catherine Latrop, esta habría puesto “irresponsablemente en el mercado un producto peligroso sin advertirlo, lo que haría responsable penalmente a su dueño o representante legal. El Estado como garante de la seguridad entregó de buena fe a Carabineros un producto que resultó ser otro, el que fue utilizado por los funcionarios policiales en la falsa creencia de su nula o baja nocividad; eso excluiría la responsabilidad al funcionario policial (en doctrina se conoce como error de tipo)”.

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