Codelco considera desembolsar US$882 millones en la extensión por 10 años de la vida útil de la División Radomiro Tomic hasta (a 25 kilómetros de Calama), mediante la actualización de su plan minero en la división.

El proyecto, considera la explotación de nuevas zonas con minerales en el sector noreste de su actual yacimiento, lo que permitirá “rentabilizar la operación” de sus plantas y extenderá la vida de sus procesos de lixiviación.

El plan de la minera estatal apunta a iniciar las obras en junio de 2020, proyectando que en la etapa de construcción genere más de 2.000 puestos de trabajo.

Según ha detallado el Gobierno, las divisiones que componen el denominado Distrito Norte de Codelco invertirán US$3.514 millones en los próximos años en seis proyectos estructurales y de desarrollo que están en etapa de construcción y evaluación ambiental.

En ese contexto, para la extensión de Radomiro Tomic, Codelco señaló al Sistema de Evaluación Ambiental que deberá demoler y desmantelar la infraestructura que hoy posee en el sector, relacionadas a las faenas de chancado, mantenimiento y servicios, las que serán reubicadas en sectores alejados del área de expansión del rajo.

En paralelo, se contempla ampliar la superficie actual del rajo, en 335 hectáreas (de un total de 6.900 hectáreas que ocupa el yacimiento), y profundizarlo en 75 metros. También considera aumentar la superficie de sus depósitos de lastres, en extensión y altura

Todas estás modificaciones “permitirán maximizar la recuperación de cobre en la línea de proceso de lixiviación con respecto a la actual operación de la división”.

A cuatro años y medio de que una serie de aluviones afectaran a la ciudad de Copiapó y el norte chico del país, el Ministerio de Obras Públicas destinará más de US$115 millones a la construcción de defensas en el cauce del Río Copiapó y quebrada Cerrillos.

El proyecto de inversión pública ingresado a evaluación ambiental busca ampliar los cauces en varios puntos, junto con construir alrededor de seis kilómetros de defensas en las riberas del río, además de parques inundables y un muro de retención aluvional.

A partir del acuerdo político del jueves, donde comienza un proceso más que cerrar una etapa, viene el tiempo de escuchar y, en paralelo, el tiempo de actuar. Muchas mujeres en Chile sufren brechas importantes —el 58% de las mujeres asalariadas reciben un ingreso igual o menor a dos sueldos mínimos, versus el 48% de los hombres— por lo que de redactarse una nueva Constitución, ellas deben ser escuchadas y su dignidad garantizada en la nueva carta fundamental.

Debemos, además, buscar una estrategia que permita el desarrollo económico y empresarial junto con una mayor igualdad de oportunidades para hombres y mujeres; madres y padres. ¿Estamos valorando la maternidad en los lugares de trabajo cuando la mayor causa de inactividad laboral femenina son las razones familiares? ¿Estamos valorando la paternidad cuando solo el 0,2% de los padres hace uso del posnatal paternal? Si bien la Constitución establece que la familia es el núcleo fundamental de la sociedad, en la práctica, las cifras y percepciones nos indican lo contrario. Adaptar las condiciones laborales a las realidades familiares de las personas genera un triangulo virtuoso pues permite a las personas desarrollarse profesionalmente, cuidar de su familia y a la vez humanizar la relación entre trabajador(a) y empleador(a). Muchas empresas en Chile pueden dar testimonio de aquello.

En buena hora tenemos dos oídos y solo una boca. Es tiempo de escucharnos y de actuar para visibilizar situaciones que no conversan con un país justo ni tampoco con una empresa que se adapta al siglo 21. Como nunca, es importante focalizarse en lo que de verdad importa.

Airbnb y el Comité Olímpico Internacional (COI) firmaron un acuerdo mediante el cual la empresa de alquileres se convertirá en patrocinador olímpico. El acuerdo, que involucró el pago al COI de unos US$500 millones, apunta a que “cientos de miles” de anfitriones de Airbnb ofrezcan alojamientos y experiencias locales a los visitantes a los juegos.

El acuerdo, firmado por el cofundador de Airbnb, Joe Gebbia, y el presidente del COI, Tomas Bach (en la foto), regirá para los cinco próximos Juegos Olímpicos, tres de verano (Tokio 2020, París 2024 y Los Ángeles 2028) y dos de invierno (Pekín 2022 y Milán-Cortina 2026). Una de las posibilidades que se evalúa es lanzar Experiencias Olímpicas Airbnb para “dar a los atletas la oportunidad de obtener ingresos”, por ejemplo, ofreciendo entrenamientos o siendo guías turísticos.