“Al aguaite, así está Andrés con todo esto”. La frase se escucha en el entorno de Andrés Velasco Brañes —excandidato presidencial y uno de los fundadores de Ciudadanos— a la hora de preguntar por el futuro político de quien fuera ministro de Hacienda del primer gobierno de Michelle Bachelet.

Hasta antes de la crisis, el camino era medianamente claro: apostar por una alianza entre Ciudadanos y el mundo DC —con el cual Velasco siempre ha tenido cercanía—, para consensuar una propuesta electoral en las municipales y parlamentarias. “Pero también estaba rondando la idea de que este acercamiento pudiera dar pie para crear una suerte de bloque entre ambos mundos para contrarrestar el tradicional eje PS-PPD-PR, porque al final siempre la DC queda arrinconada”, admite un dirigente decé.

La idea había tomado vuelo entre algunos intelectuales de ese partido, sobre todo los Cieplan, donde Velasco tiene mucha llegada. De hecho, más de alguno se ha tentado con la idea de proyectarlo —desde ahí— a las presidenciales. “Pero con esta crisis social se está rebarajando el naipe político. Habrá que ver qué pasa después de esto”, dice un ex-DC que ha estado en las conversaciones.

El pacto electoral con la DC

Lo concreto es que el trabajo entre ambos sectores, que partió hace meses e incluyó diversos encuentros entre Velasco; la presidenta de Ciudadanos, Ignacia Gómez, y el presidente del partido, Fuad Chahin, estaba dando frutos.

Días antes de que estallara la revuelta social, el director de comunicaciones de la DC, Juan Cristóbal Portales (candidato a diputado por Las Condes, Vitacura, Lo Barnechea, La Reina y Peñalolén) tuvo una reunión con todos los concejales DC de ese distrito y la directiva de Ciudadanos para comenzar a articular el trabajo.

Pero con la crisis, las conversaciones se suspendieron. “Tuvimos negociaciones sobre una lista conjunta de concejales y avanzamos mucho. Con la DC debiéramos proyectarnos y en conjunto liderar algún espacio político más allá de una elección municipal. Eso quedó en pausa por la situación que estamos viviendo. Cuando sea el minuto, lo retomaremos asumiendo que los acuerdos a los lleguemos se respetan”, explica desde Ciudadanos su presidenta, Ignacia Gómez.

Desde la DC, el secretario nacional David Morales lo confirma: “Tenemos una relación instalada con Ciudadanos. Somos aliados. Pero con el nuevo escenario, el tema electoral ahora no es tema”.

La “indolencia” de los gobiernos de transición

Mientras, Velasco ha ido aumentando gradualmente su visibilidad en Chile. Sobre todo, después de que los acercamientos quedaron a firme: “Lo más valioso es que hay un centro socialcristiano y un centro liberal de acuerdo en presentar propuestas en conjunto y construir un proyecto político para ofrecerlo al país. En la DC y en nosotros está la voluntad de convocar a los demócratas de centro para hacer propuestas. Ese espacio debiera fortalecerse más ahora en que parecen primar los extremos”, dice Gómez.

Aún no hay decisiones respecto de si Velasco terminará su período como decano en Londres (en dos años más) para aterrizar justo para las presidenciales chilenas; o si prefiere regresar antes. El economista, que el año pasado se radicó en esa ciudad para asumir como decano del Instituto de Políticas Públicas de la London School of Economics, durante meses prácticamente desapareció del debate.

Pero ya a principios de año advirtió en diversos seminarios sobre los peligros del populismo, y en mayo lanzó —junto a Daniel Brieba, de la Escuela de Gobierno de la UAI— el libro “Liberalismo en tiempos del cólera”, donde plantea la necesidad de reconstruir el centro político. A fines de agosto hizo el lanzamiento oficial en la UAI, hasta donde llegaron militantes y algunos ex DC. Ahí estaban los exministros René Cortázar, Ignacio Walker y Alejandro Foxley, el expresidente de Metro Clemente Pérez, José Pablo Arellano y Patricio Walker, entre otros.

Hace solo tres meses —el 18 de agosto en entrevista con El Mercurio— alabó lo que estaba haciendo la DC (sentarse a conversar con el Gobierno en torno a las reformas). “Eso es hacer buena política”, dijo. Y, consultado si estaba disponible para ser candidato presidencial, sostuvo: “Primero tiene que rearmarse una coalición, decidir cómo va a ser el vehículo, y después haremos la conversación de quién y cómo lo conduce”, sostuvo.

Ya explotada la crisis —y tras haber criticado duramente los proyectos originales del Gobierno de reforma tributaria y reducción de jornada laboral—, sus opiniones florecieron tanto en los periódicos como en las redes sociales pidiendo dialogar y cuidar la democracia.

Junto a Ignacio Walker (expresidente DC) escribió una columna en La Tercera, planteando que la apuesta de crecimiento hecha por los gobiernos de la Concertación “dio sus frutos, pero perdió empuje. Hoy corresponde entrar en una nueva etapa”.

Sin embargo, su postura anti-reformista cuando fue ministro de Hacienda —frenó la reforma laboral, se opuso al pago de la deuda histórica de los profesores y descartó la discusión constitucional del derecho de agua y la AFP estatal— podría jugarle en contra, si es que no ha cambiado la mirada. “Hay que asumir que en los gobiernos de la transición no fuimos capaces de auscultar que, tras aparentes éxitos, se escondían mucha desigualdad y abuso. Hubo cierta indolencia”, dice el exministro del Trabajo de Bachelet Osvaldo Andrade (PS), quien compartió gabinete con Velasco y más de una polémica por temas laborales.

“Si tengo que hacer una crítica, lo haría a una camada de economistas o técnicos que encuentran que las cifras son más importantes que las personas. Y ello ocurrió cuando fuimos gobierno, porque lo que en un momento era una necesidad, lo transformaron en una virtud”, señaló.

Hace 10 días Velasco escribió su última columna sobre contingencia chilena. Esta vez junto al ex ministro Luis Felipe Céspedes. Habló de cambios tributarios, inversión, estabilidad política y social. Desde Londres sigue al dedillo lo que pasa en nuestro país y en los próximos días lo abordará públicamente.

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