El martes 22 de octubre se registró una impensada y multitudinaria manifestación en las cercanías de Escuela Militar, lo que se contrarrestó con una abultada presencia militar que incluyó francotiradores desde los tejados vecinos. Los vecinos dicen que nunca habían visto tal despliegue.

Carmen Ibáñez (29). Residente

"¡Olvídate, este es el lugar más seguro de todo Santiago!" le aseguré a mis amigos cuando me advirtieron lo que pasaba en la ciudad. Vivo en el piso 26 de un edificio en Américo Vespucio, entre Los Militares y El Trovador. Desde ahí, tengo una vista panorámica. Acá las marchas empezaron el domingo. Vino un poco de gente a tocar cacerolas y ollas al frente de la Escuela, cosa que nunca había pasado, y después se empezó a conglomerar un poquito más de gente. Unos bailarines se metieron un poco más en la entrada y ahí salieron los primeros militares, por primera vez. Raro, igual mala onda que la gente vaya ahí como a incitar, pero igual nada que ver que los militares hayan salido tan rápido. Poco necesario. En la calle se veía poca gente cuando se aglutinaban, pero cuando se ponían a caminar eran un montón. Por Apoquindo, siempre por Apoquindo. La gente se movía sobre el puente y hacia Manquehue. Había mucha gente de acá. Yo en un momento toqué las ollas desde mi departamento, estoy muy de acuerdo con lo que está pasando.

Héctor Rodríguez, tiene casi 80 años. Es dueño del kiosco a la salida norte del Metro. Junto a su hermano menor, Luis, llevan sesenta años trabajando en el barrio.

Luis: La protesta fue tranquila, nada de desmanes. La gente estaba aquí, por Apoquindo, pero tranquilos. Cuando terminó la protesta se fueron. Había carabineros y militares. Amigable todo. Yo creía que iba a ser contrario pero me sorprendió. Porque ahora hay puro vandalismo en todos lados y aquí no. Pura paz, cantando.

Héctor: Aquí no pasa nada, la gente limpia cuando cierran el Metro. Problemas graves no hay acá. Si aquí lo que se necesita es protestar, gritar, saltar, tener letreros, tener banderas, y tirar todos arriba,...pero sin hacer tira nada, no hacer daño. ¿Cuántos cientos miles de millones cuesta esto? esta cuestión tenemos que pagarla nosotros. Como a todos, nos han bajado las ventas, pero ya tendrán que subir. Esta cuestión tendrá que terminarse luego, todo con tranquilidad anda bien. Si toda la gente protestara sin hacer daño, andaríamos todos contentos.”

Víctor de la Cruz, chofer de colectivo

“Todo fue desastroso, me impedían trabajar. Acá inclusive tuvieron que cerrar la puerta del Metro. Vi cuando empezaron los militares a disparar, balines o balas de salva, se pusieron en una situación bastante peligrosa para la gente. Yo estaba parado aquí (calle los Militares a la salida del Metro). Los militares disparaban desde la esquina hacia la manifestación que venía bajando (por Los Militares), era un grupo que venía del parque Arauco, protestando con ollas. Y para parar la cosa tuvieron que ponerse como francotiradores en medio de la pista. No pensé que gente de aquí, del barrio alto, estaría pidiendo lo mismo, que respeten sus derechos. Eso me hace ver este sector de otra forma”.

Eduardo Ulloa, supervisor del edificio Cruz del Sur (La juguera)

“Viví todo desde el otro lado de la calle y en el subsuelo. Había bastante gente tapando Apoquindo, mucha gente gritando y golpeando ollas, pero bastante tranquilo. Lo que sí había era bastante personal de carabineros y militares, justo en frente de este edificio. Yo trabajo ya hace cinco años acá, en este sector. No había visto nada parecido. Pero yo vivo en la comuna de Lo Prado. Allá sí hubo destrozos, robos, en cambio acá para nada. Como que uno se siente hasta más seguro en esta área”.

José Oyarzún. Jefe de operaciones del edificio Cruz del Sur

La semana pasada fue un caos en todo, no había dónde comprar nada, los guardias no tenían dónde comprar una colación, tuvimos que ingeniarnos para comprar más temprano, traer cosas de la casa...ahí con la solidaridad de todos no más.

Me extrañó que el edificio se mantuviera intacto, no tuvimos ni un rayado, nadie se metió a hacer ni un destrozo, todo el sector de vidrio intacto, entonces en ese sentido fue una manifestación tranquila. Ahora veo que la gente también es más solidaria, nos apoyanmos con el tema de los traslados, y de compartirnos información.

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