US$2,6

billones vende Miniso en el mundo

Hace tres meses, la cadena china de diseño japonés Miniso se lanzó en Chile con una agresiva campaña de medios y de marketing que tiene tomadas varias calles de Santiago. Anuncios en paletas publicitarias e inauguraciones de tiendas promueven el reciente aterrizaje de la retailer de más acelerado crecimiento en el mundo en el último quinquenio.

Pero esto es un déjà-vu. Miniso partió en Chile hace casi dos años. En diciembre de 2017, un supuesto representante de Miniso, Tony Tsao, cortó la cinta de la primera tienda en Chile de esta cadena. Ni más ni menos que en el Costanera Center.

La explicación de este doble aterrizaje tiene más de conflictos que de casualidades. Y la firma asiática ha querido que se mantenga lo más confidencial posible. Sin embargo, los propios vendedores de las tiendas saben de oídas la historia y la cuentan con algunas inexactitudes.

“Llegaron unos Miniso que no eran los originales. Pero hicieron tan mal la pega, que mezclaron productos originales con copias chinas, que tuvieron que venir de China a quitarles la licencia”, cuenta un trabajador de una tienda nueva que pide que ni siquiera digamos de qué local es. Pero lo que sabe el vendedor va bien encaminado.

Un retail veloz

En 2013, el empresario chino Ye Guofu reunió a un equipo de diseñadores japoneses liderados por Miyake Junya para crear un modelo de negocio distinto a lo que había en el retail offline, una red de tiendas que vendieran productos útiles con buen diseño, cuenta la página web institucional de Miniso. “Buena calidad a bajo precio” fue su eslogan. En solo cinco años, han abierto 3.500 tiendas en 79 países y cuentan con 30 mil empleados en el mundo. Al cierre de 2018, sus ventas llegaron a un equivalente de US$ 2.400 millones.

En su última junta de accionistas, Guofu sostuvo que su meta es llegar a 10 mil tiendas en 100 países y ventas por US$ 14 mil millones, y su objetivo es “convertir la marca en una compañía minorista de clase mundial”.

Franquicia compleja

Para lograr su objetivo, el primer aterrizaje de Miniso en Chile se hizo a través de la franquicia chino-canadiense, que tenía presencia en Canadá con al menos 45 tiendas. También abrió un par en Perú y los planes de expansión que contemplaban a Argentina no se concretaron nunca. Los problemas venían de antes. Es que a fines de 2018 la matriz de Miniso en China presentó una solicitud ante un tribunal de Vancouver para llevar a la división canadiense a la quiebra en medio de reclamos de fraude.

En Chile esos problemas también se manifestaron. “Eran tremendamente desordenados y querían hacer las cosas a su estilo, y la verdad es que nosotros no trabajamos con empresas así. Si firmamos un contrato es para respetarlo y las leyes del trabajo hay que respetarlas”, dice quien los representó legalmente en un comienzo, José Luis Ilabaca. Cuenta que él junto a un equipo de trabajo los instalaron a fines de 2017. “Los ayudamos en los primeros cinco contratos de arrendamiento y después dejamos de trabajar con ellos básicamente por temas de comunicación, es imposible comunicarse con ellos”, agrega.

Otra persona que también los ayudó, y que pide mantener su nombre en reserva, cuenta que los problemas pasaban por la administración, ya que era todo a puerta cerrada. “No pagaban nada, debían bodegas, arriendos. No tenían contabilidad, no había estructura, no había pago de cotizaciones, les daba lo mismo pagar las multas. Y todas las decisiones se tomaban en videoconferencia con Canadá”, agrega, y recuerda que no querían gastar ni un peso y que para la inauguración de la primera tienda en Costanera Center les pasaron apenas $200 mil, aun cuando en otros países estos eventos eran mucho más glamorosos. “El desorden era tal que compraban los productos en Estación Central, no había semejanza alguna con tiendas de otros países”, cuenta.

Cuando los primeros asesores no quisieron seguir trabajando con ellos, quien tomó las riendas fue Tsu-Hsin Chen, de estudio Eluchans. Consultado al respecto fue bastante escueto. “Asesoré una etapa de la primera franquicia y también conversamos un poco sobre la segunda venida (...) Me imagino que hubo un cambio, pero detrás de eso no tengo más información”, comentó Chen.

Cambio de administración

Ya en marzo de este año, a través de su cuenta de Instagram, la matriz de Miniso comunicó que habían alcanzado un acuerdo, en el cual Miniso China se haría cargo de todas las tiendas en Canadá. Es así como también sacó a los encargados en Chile y Perú, e integraron un nuevo socio. Ahora la franquicia, al menos en Latinoamérica, está en manos de la mexicana Sanborns, del empresario Carlos Slim. Con este grupo, Miniso ahora tiene presencia en Chile, Colombia, Perú, México y próximamente Panamá. “La expansión es rápida y favorable, hoy vendemos alrededor de US$ 2,6 billones en el mundo”, cuenta el director comercial de Miniso Chile, Franco Cosignani, y agrega que las ventas en el país han sido mucho mayor a lo esperado, por lo que para este año pretenden abrir 20 locales y para el próximo 50 más. Consultado por la franquicia anterior se limitó a comentar que “la compra de esa franquicia incluía todos esos problemas de administración”.

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