Las siete ramas de las familias Solari y Del Río que integran el grupo controlador de Falabella han ido cediendo espacios en los últimos diez años. Y no poco.

Del 85,3% que poseían en 2009, pasaron al 70,9% al cierre del año pasado, lo que ha seguido disminuyendo este año, en que se han visto varias ventas pequeñas, como las de la semana pasada, cuando el holding Bethia (Liliana Solari y sus hijos) y Juan Cúneo (Grupo Liguria) vendieron el 0,2% cada uno.

Si ese casi 15% de la propiedad de la que se han desprendido en una década se tradujera a dinero al nivel de capitalización bursátil actual (con un precio de la acción en $4.087 en que cerró ayer), significaría ventas por un poco más de US$2.100 millones. Pero el precio actual está bastante por debajo de lo que fue su mejor momento. En enero del año pasado, la acción del retailer logró un record de $6.498, con lo que su valor en la bolsa superó los US$26.000 millones. En esas fechas, el 15% era equivalente a unos US$3.900 millones.

Las ramas de María Luisa Solari (Auguri, hoy conducida por su hija María Cecila Karlezi), Teresa Solari (Corso) y Reinaldo Solari (San Vitto, manejada por sus hijos Piero, Sandro y Carlo), son las que menos han bajado en participación en la década, manteniendo todas entre el 11% y 12%. Al igual que Sergio Cardone Solari, que mantuvo casi inalterable su 2,2%.

En donde sí se evidencian cambios es en el holding Dersa, de los hermanos Del Río, que se desprendieron de casi el 5% en estos años. Las ramas de Juan Cúneo y Liliana Solari también han retrocedido poco más de un 3% cada una.

El pacto controlador de Falabella se selló en octubre de 2003, cuando culminó la fusión entre Falabella y Sodimac. La familia Del Río se quedó con el 22,4% de la nueva empresa, las hermanas Liliana, María Luisa y Teresa Solari, mantuvieron alrededor del 13% cada una, Reinaldo Solari quedó con el 12,8%, Juan Cúneo con el 12,6% y Sergio Cardone Solari con el 2,4%. En suma, todos juntos poseían casi el 89%.

Camino propio

¿Como se explica este retroceso? Desde dos de estos family office explicaron que las ventas tienen como raíz común la idea de diversificar sus inversiones, “no tener los huevos en la misma canasta”.

“Es un proceso natural de las nuevas generaciones que están interesadas en diversificar sus inversiones. De todas maneras el involucramiento de las familias fundadoras a nivel de directorio sigue muy activo”, describe Carolina Ratto, head equities research – retail de Credicorp Capital.

Entre lo más público, por ejemplo, está lo que ha hecho Bethia, que tiene participaciones en la isapre Colmena, Latam Airlines y Aguas Andinas y Mega, entre otras. O el camino de Cecilia Karlezi en el grupo Auguri, que también compró participaciones en Cruzados, el Hipódromo, Enaex y en la Clínica Las Condes, donde hace pocos días lanzó una OPA que busca lograr el control.

Desde una corredora de bolsa evaluaron positivamente que aumente la cantidad de acciones de una empresa disponibles en el mercado, lo que se conoce como free float. “Es positivo tener más free float y diversificar la base accionaria de la compañía. Un free float mayor ayuda a darle más credibilidad al valor de la acción, porque en empresas que no tienen muchas acciones en el mercado con pequeños movimientos de compra y venta el valor del papel se mueve mucho”, explican.

En el caso de Falabella destacan que las ventas del grupo controlador han permitido la llegada de distintos fondos nacionales e internacionales. No obstante, el año pasado, cuando la firma realizó un aumento de capital por US$ 550 millones, el mercado castigó la acción del retailer tras conocer que sus controladores no asumirían su parte en el aumento, que buscaba fondos para avanzar en la digitalización de la firma y el desarrollo del e-commerce.

En el mercado también se destaca que pese a la dilución de los controladores, la compañía mantiene un camino claro de crecimiento. “Consideramos positivos los esfuerzos realizados por la compañía para seguir creciendo, manteniendo una posición financiera sólida que le permite continuar invirtiendo para diversificar su base de productos, y mantenerse como líder digital del sector”, dice Camila Cousiño, analista de Bci Corredor de Bolsa.

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