El español Rafael Yuste, ideólogo del proyecto BRAIN (que innova en el campo de la neurotecnología), está en una cruzada por establecer nuevos derechos humanos relativos a la protección de los datos mentales de las personas, a propósito de los avances que hoy permiten leerlos y, eventualmente, manipularlos.

Hoy se encuentra en Chile, apoyando un proyecto de ley redactado por el senador Guido Girardi (PPD), que será presentado al Congreso la próxima semana.

Durante la tarde del miércoles, Yuste estuvo en La Moneda, en una reunión con el Presidente Piñera, el Ministro de las Ciencias y la Tecnología, Andrés Couve y el senador Girardi, para plantear la posibilidad de que Chile sea el primer país que regule el uso de datos mentales.

La iniciativa supone un cambio en la Constitución, al establecer los neuroderechos como un derecho fundamental.

“Le planteamos al Presidente que el desafío que tiene la humanidad hoy es justamente desarrollar la inteligencia artificial, pero con pilotaje democrático. Porque todas estas teconologías, como la energía nuclear, pueden ser para el bien de la humanidad, pero también para intervenir totalmente la autonomía de los seres humanos y sus decisiones, para poder hacer una neuroprogramación de los cerebros y manipular a los seres humanos. La humanidad ya no puede vivir sin inteligencia artificial. Y por eso es tan importante que no sea monopolizada ni usada en intereses de unos pocos autores. Y uno de los elementos que está alimentando a la intelgencia artificial es la neurociencia”, explica Girardi.

Agrega: “Ya existe la neurotecnología para poder leer los pensamientos humanos, las emociones, sentimientos, recuerdos. Y así como se pueden leer, también se pueden introducir en el cerebro emociones, sentimientos, odio, que no son de la persona, sino que son ajenos y son usados para intervenir en su libre albedrío”.

El senador comenta que este proyecto de ley establece qué son los neurodatos y cuál es el estatus de los datos mentales, que asimiló al tratamiento de los órganos y los trasplantes. “Así como no puede haber tráfico de órganos, que no pueda haber tráfico de datos mentales”, dice. Además, explica que este proyecto debe incorporar una reforma constitucional que establezca los neuroderechos, que hasta ahora no están planteados.

El Ministro de las Ciencias y la Tecnología, Andrés Couve, se muestra positivo a legislar en la protección de los neurodatos: “Este proyecto es muy coherente con la visión que hemos propuesto desde el Ministerio de Ciencias, donde los avances tecnológicos deben hacerse siempre de la mano de temas regulatorios y éticos, con una orientación del beneficio de las personas y una visión respondable del uso de la tecnología”.

El futuro de la humanidad

“La idea es que Chile sea el pionero. Toda la humanidad va a ir para allá”, vaticina Girardi y adelanta que este proyecto además va a contar con la firma de los 25 neurocientíficos más importantes del mundo. “Le hemos planteado al Presidente Piñera que él lidere este tema y que Chile como país tenga este legado”.

Rafael Yuste añade que “hemos estado toda la tarde hablando de estos temas sin un atisbo de política. Era solo una conversación enfocada en el futuro de la humanidad, y qué puede hacer Chile como pionero. Chile puede ser el primer país del mundo donde se legisle este tema y puede ser seguido por otros”.

“Lo que está ocurriendo aquí me parece admirable”, remata Yuste, y aprovecha de contar que “al principo el Presidente quería informarse. No diría que fue crítico, pero sí neutral. Pero llegó un momento en que todas las preguntas que hacía no las hubiera hecho si no estuviera interesado en el tema y en incorporarse a ayudar. Dijo que lo va a estudiar el fin de semana para ver distintas maneras de apoyarlo”.

LEER MÁS
 

El doctor Rafael Yuste se encuentra en una cruzada por establecer neuroderechos que contemplen las nuevas tecnologías y que pongan al día la Convención Universal de Derechos Humanos, que no se ha modificado desde su creación, en el año 1948. Se refiere a:

Derecho a la privacidad de la informaciónproducida por la actividad cerebral, a la cual es posible acceder a través de la neurotecnología. Información útil y valiosa que, sin los debidos resguardos y medidas de seguridad apropiadas, abriría la puerta para la anulación de la privacidad o de la autodeterminación informativa.

Derecho a la identidad personal y la autodeterminación, pues la neurotecnología abre la posibilidad para anular o alterar la identidad de las personas. Así como se podría curar enfermedades como el Alzhéimer, representa un riesgo para la identidad de las personas, toda vez que podría constituir una herramienta para inhibir la conciencia.

Derecho a la igualdad frente al aumento de capacidad cerebral, pues ya es lograble, de manera artificial, aumentar la capacidad cerebral de las personas. Este solo hecho genera interrogantes jurídicas de gran importancia, pues ¿podrán todas las personas hacerlo?

Derecho al control de sesgos de los algoritmos: En virtud del avance tecnológico, muchas de las decisiones más cotidianas son adoptadas por máquinas a través de algoritmos de inteligencia artificial. Algunos de esos algoritmos discriminan contra minorías, ya que funcionan amplificando las tendencias.

LEER MÁS