Un hijo de David Arellano junto a expresidentes de la U y la UC trabajaron en la construcción del Monumental”.

Esta semana se cumplen 30 años de la inauguración del Estadio Monumental, que durante toda su existencia ha cargado con una sombra: los rivales de Colo-Colo acusan que es “el estadio de Pinochet”. En efecto, en 1988, cuando Colo-Colo buscaba el financiamiento para construir su estadio, el general ofreció $300 millones.

Fabián Valenzuela (30), ingeniero informático y aficionado investigador colocolino, acaba de terminar una investigación en la que estuvo trabajando durante cuatro años y que culminó en el libro “Una historia Monumental”, que está próximo a publicarse. Para esto, Valenzuela, fundador del sitio Datos Albos y autor del libro del mismo nombre, se entrevistó con decenas de personas, incluyendo a 15 dirigentes históricos del club.

El libro recorre la historia del estadio Monumental, desde las primeras comisiones proestadio en la década del 30, pasando por los tres eventos de apertura del monumental (1974, 1975 y 1989) y aclarando definitivamente la polémica intervención del régimen militar en su construcción definitiva. Además, entrega datos curiosos que arrojó la investigación de Valenzuela, como que el estadio no tuvo originalmente ese nombre y era llamado por la prensa “el monumental estadio”, o que en su construcción trabajó un hijo de David Arellano y dos expresidentes de Universidad Católica (Augusto Gómez) y Universidad de Chile (Emilio Torrealba).

“Demasiado popular”

“Pinochet ofreció la plata para el Monumental faltando 5 días para el plebiscito, con el claro afán de influir en la masa popular antes de las elecciones, pero no es cierto que el Monumental sea el estadio de Pinochet. Él no puso ni un peso para la construcción del estadio”, explica Valenzuela.

En efecto, en el libro documenta por qué no es posible efectuar el aporte, y que incluso hubo acercamientos para que Büchi lo cumpliera, pagándolo en cuotas de $50 millones, pero que eso tampoco se hizo. “Es más, el gobierno, a través de la Digeder puso amplias trabas para finalizar la construcción del estadio, porque no querían que el Estadio Nacional perdiera a Colo Colo como anfitrión”, agrega.

En el libro explica que, en cuanto a las fechas, durante 1988 Colo Colo hizo la campaña “El Monumental va”, que empezó el 15 de septiembre de 1988 y finalizó a fines de mes. El libro muestra registros de que para septiembre de 1988 se juntaron $270 millones. Entonces, cuando Pinochet hizo el ofrecimiento, la plata ya estaba.

“La venta de Hugo Rubio en 1988 le reportó 727.000 dólares a Colo Colo. Eso era una tremenda cantidad de plata para la época, pero faltaba un poco más de recursos, por eso se hizo la Colotón y se recurrió a empresas mediante canje publicitario”, cuenta Valenzuela. “Si hubiese habido aporte del gobierno, ese además debería quedar registrado en los balances que se entregaban a la superintendencia (hoy CMF)”.

El canje publicitario, explica, se hizo a través de Coca-Cola. Los dirigentes se enteraron de que la Universidad Católica había firmado un acuerdo con Pepsi y le ofrecieron un acuerdo a su competencia, pero Coca-Cola lo rechazó, porque el público de Colo Colo era “demasiado popular”. “Entonces, Antonio Labán, que era amigo de Joao Havelange (histórico expresidente de la FIFA), aprovechó sus contactos con Coca-Cola, y tras unas gestiones recibieron un llamado de Atlanta que confirmaba el patrocinio de Coca-Cola, que fue su canje más importante, de aproximadamente 400 millones de pesos”, desclasifica Valenzuela.

“Lo cierto es que el Monumental se construyó con el dinero de los socios, aportes de empresas, campañas económicas, transferencias de jugadores y revolving credit”, dice, y explica que el régimen militar, entonces, ofreció la plata para realizar una segunda etapa del proyecto, que consistía en una universidad del deporte. “Para eso se aceptó el ofrecimiento de los $300 millones, que nunca llegaron. Y eso no es un rumor: todos los movimientos financieros del estadio de Colo Colo pasan por la sociedad anónima, que es una inmobiliaria”.

Pinochet, presidente honorífico

“Pinochet fue nombrado presidente honorífico de Colo Colo en 1981, por la gestión de dirigentes como Patricio Vildósola, que estaban bastante comprometidos con el régimen. Esto ha sido un estigma, pero la verdad es que es un título que se les entrega a todos los Presidentes que tienen acercamiento con el club”.

—¿A Allende se lo entregaron?

—Allende no fue presidente honorario, ya que era hincha de Everton. Incluso fue atleta del club, aunque tenía mucha cercanía con la U y con Colo Colo. Pero, por ejemplo, fueron presidentes honoríficos Luis Barros Borgoño, Arturo Alessandri Palma y Jorge Alessandri. La asamblea debía autorizar dichos nombramientos, lo que no fue tal con Pinochet. Por eso en 2015 la asamblea de socios del Club Social y Deportivo decidió desconocer tal nombramiento.

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