Hoy es impensable en la industria de la minería abordar proyectos sin contar con los aspectos ambientales que la sustenten. El manejo de pasivos, por tanto, es clave.

“Siendo la actividad minera tan extensa y antigua en Chile, contamos con un número importante de relaves dispersos en el territorio, tanto activos e inactivos como en estado de abandono. Por su parte, la ruptura de la presa de Brumadinho en Brasil, a principios de este año, ha puesto los depósitos de relaves en la palestra mundial respecto de cómo abordar los riesgos que suponen, así como las normas y metodologías que regulan su diseño, operación y mantención”, señala Alfonso Domeyko, director nacional del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin).

Precisa que la normativa relativa al diseño y operación de relaves en Chile se inició en 1970, por lo que existe experiencia en la materia. La norma fue actualizada en 2006, con el DS N° 248 de Minería, y en estos momentos se trabaja con una mesa compuesta por académicos e ingenieros del Sernageomin, analizando actualizaciones sobre la base de la experiencia adquirida y el uso de la tecnología que viene de la mano del Programa Tranque. “De esta forma, queremos enfrentar el problema de la estabilidad física a largo plazo de los depósitos”, señala.

Explica Domeyko que “el relave de minería no necesariamente es un residuo tóxico, sino que es fundamentalmente roca molida y agua, por lo que no es considerado un material tóxico por el DS N° 148 del Ministerio de Salud. La toxicidad puede generarse cuando ciertos relaves reaccionan con agua y solubilizan tóxicos que se pueden transportar disueltos en agua, pero dicha situación se debe analizar en cada caso en particular. Ahora, para evitar el contacto de las aguas se exigen canales de contorno y obras receptadoras de aguas, entre otras medidas, lo que puede minimizar el problema. Estos canales de contorno y otras obras deben ser mantenidas luego del cierre y durante el poscierre, lo que será fiscalizado por el servicio de acuerdo con la ley”.

Respecto de los relaves que contienen elementos que pueden ser considerados tóxicos para el ser humano, la ley establece que las empresas mineras deben resguardar que dichas reacciones de solubilización de tóxicos sean mitigadas para proteger la salud humana y el ambiente, lo cual también es fiscalizado tanto por el Sernageomin como por otros órganos públicos.

Carlos Gajardo, gerente de Medio Ambiente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), señala que es importante contar con un buen sistema de monitoreo en tiempo real, que permita a la población tener tranquilidad respecto de los tranques, especialmente frente a sismos, aluviones o desastre naturales.

“De la misma manera, consideramos relevante la puesta en valor de los relaves. Como ha quedado demostrado en algunos proyectos, en estos depósitos hay minerales que es posible aprovechar como fuente de riqueza para el país, particularmente considerando que parte importante del proceso minero ya está hecho”, precisa.

Destaca que dentro de la Política Nacional de Relaves del actual gobierno se contempla la remediación de pasivos ambientales, esto es, antiguos relaves abandonados, utilizando como medio el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental para compensar los impactos asociados a la actividad minera.

Asimismo, Gajardo plantea que las empresas mineras reconocen que sus proyectos son parte de un sistema, y que las comunidades cercanas deben estar informadas desde etapas tempranas. “Estamos convencidos de que la transparencia en la información contribuye a una mayor sostenibilidad de la actividad”, señala.

Actualmente, Sonami participa en el Programa Tranque, que lidera Fundación Chile, coordinando y facilitando la participación de los productores en la definición de herramientas que permitan monitorear los aspectos clave del depósito de relaves.

El mismo ministro de Minería, Baldo Prokurica, resalta que grandes desafíos medioambientales del sector se tratan en la mesa “Minería Verde”, que desarrolla la cartera a su cargo y que se lanzó a fines de julio con actores del sector público y privado.

“Además, estamos impulsando el Plan Nacional de Depósitos de Relaves para una Minería Sostenible, que busca establecer directrices, programas y herramientas para la gestión de depósitos de relaves mineros, tanto los que se encuentran abandonados como los que están inactivos y activos. Actualmente está en su fase final de desarrollo y debiera publicarse oficialmente antes de fin de año”, señala la autoridad.

Programa Tranque

Ángela Oblasser, subgerenta de Sustentabilidad de Fundación Chile y directora del Programa Tranque, indica que además de los evidentes trastornos del paisaje debido a la presencia de los relaves abandonados y los peligros asociados a su estabilidad o integridad física, las preocupaciones ambientales son la afectación de la calidad del aire por arrastre de material particulado debido a la acción del viento, afectación de la calidad del suelo y alteración de la calidad de las aguas naturales circundantes por infiltración o arrastre de relaves hacia los cauces.

“Asimismo, la existencia de relaves abandonados puede significar en algunos casos cambios en el régimen hidrológico y/o hidrogeológico local. Como consecuencia, estas afectaciones pueden provocar un impacto sobre la biodiversidad o degradación de ecosistemas terrestres y acuáticos, y significar finalmente un riesgo para la salud de las personas”, afirma.

En este sentido, Fundación Chile tiene una amplia experiencia en trabajos con la industria minera. De hecho, en materia de relaves está desarrollando la iniciativa Programa Tranque, una alianza público-privada que busca contribuir a la operación segura y confiable de los depósitos de relaves, desarrollando herramientas para mejorar el monitoreo de la estabilidad física y el potencial impacto en las aguas circundantes, entregando información de calidad y oportuna a autoridades, compañías mineras y comunidades, mejorando así la comunicación entre las partes y la respuesta ante situaciones de emergencias.

La iniciativa público-privada, bajo el alero de la Corporación Alta Ley, es codiseñada e implementada por Fundación Chile, Corfo, Ministerio de Minería, Sernageomin, Onemi, SMA, DGA, Antofagasta Minerals, Codelco, BHP, Enami, Inria Chile, AMTC, Sonami y Valor Compartido.

Paralelamente, se está desarrollando una aplicación de monitoreo remoto de depósitos abandonados a través de imágenes satelitales, que alimentará la plataforma con información de este tipo de depósitos.

El director nacional de Sernageomin señala que entre las medidas que contempla el plan de acción del servicio está la creación de un Observatorio de Depósitos de Relaves en la entidad para 2020, permitiendo el monitoreo en línea y centralizado de dichos depósitos a través de herramientas de inteligencia artificial, así como un modelo para monitoreo satelital de los depósitos de relaves inactivos y abandonados.

En la misma línea se trabaja en un equipo multidisciplinario en la actualización del DS N° 248 de Minería que fija las normas técnicas para el diseño y operación de relaves, así como también la creación de un nuevo protocolo de emergencias en coordinación con Onemi y otros servicios públicos.

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