Ocupar un sillón en el directorio de una empresa es el cierre ideal para una carrera ejecutiva. Pero la ecuación es desigual: muchos quieren, pocos lo logran.

Cuestión de calcular que solo entre las que designan las AFP, que fueron 14 directores este año —mitad hombres, mitad mujeres—, hay 496 postulantes en el registro de la Superintendencia de Pensiones que data de 2008.

“A los ejecutivos y ejecutivas los están jubilando más temprano, entre 50 y 55 años, se ven con mucha energía, y tienen expectativas de que un directorio les daráplata y un desarrollo profesional. Es muy bien visto, pero chocan con la realidad”, apunta Eduardo Zamora, socio de Pleasant Work, que se dedica al outplacement y coaching.

“ Las compañías son cada vez más exigentes en tener personas con competencias diferentes y se preocupan de llenar las brechas que les faltan. Los candidatos (as) deben ser capaces de mostrar cuál es su valor agregado ”, dice Luis José Garreaud, socio de Egon Zehnder, firma que concentra un 20% de sus búsquedas en directores.

“Más de un año, de todas maneras, demora conseguir un directorio, porque no se renuevan todos los años, son muy pocas las vacantes, y las empresas familiares son aún muy tímidas para traer gente de afuera”, asegura Andrea Aleman, socia de B2B Trust, que se dedica a la búsqueda de ejecutivos y coaching.

1. La recomendación es partir por informar a los head hunters el interés por sentarse en la mesa de una empresa. E inscribirse, si desean ser elegidos por las AFP, en el registro de la superintendencia.

2. El paso siguiente, activar las redes a partir de las confianzas ganadas. “A los directorios, a excepción de los designados por las AFP; se llega por la confianza. El o la candidata debe reunirse con el dueño de la compañía, contarle que terminó su carrera ejecutiva, que está postulando a ser director y estaría interesado en aportar a su directorio cuando haya una oportunidad”, explica Aleman.

En esas reuniones debe mostrar sus fortalezas, valor agregado y experiencia diferenciadora.

Precedido por altos cargos en el grupo argentino Pérez Companc, Rafael Fernández fue elegido por las AFP como director de Enersis, donde ganó respeto: fue el único que consideró un millonario aumento de capital como una operación entre partes relacionadas. Más tarde, entró como director de Australis por los minoritarios y hace poco, a Cencosud Shopping por las AFP. “Lo que se valora es la independencia, dedicación, juicio propio en situaciones complejas que pueden ser controvertidas”, asegura Fernández.

3. Otro camino es la consultoría. “Recibo dos clientes al mes, he visto que ninguno logra ser director a menos que sea asesor y después de un año recién le ofrecen un directorio”, asegura Zamora.

4. Las fundaciones son otro punto de partida. “Cada vez más necesitan buenos directores, algunos son pagados y otros no ”, apunta Garreaud. Es una forma de acercarse a los grandes grupos que junto a sus empresas productivas cuentan con fundaciones sin fines de lucro.