El futuro judicial de Anita María Pinochet Ribbeck, la esposa del excomandante en jefe del Ejército Juan Miguel Fuente-Alba, está ya en su última etapa de evaluación: teniendo en consideración la figura de “lavado negligente”, el fiscal José Morales espera decidir antes de fin de año si irá o no contra ella ante los tribunales, dicen fuentes cercanas al investigador.

“Se trata de una decisión estratégica”, continúan. Como están las cosas, con un Fuente-Alba procesado por malversación de gastos reservados y formalizado por lavado de activos, probablemente sea necesario llegar a juicio oral.

El excomandante insiste en negar cualquier uso de fondos fiscales con fines propios o para incremento de su patrimonio familiar. Por lo mismo, la defensa se encuentra reconstruyendo todas las operaciones financieras de la sociedad conyugal entre 2008 y 2016, intentando dar cuenta de que el patrimonio familiar no es tan alto como se plantea y que lo que hay, incluyendo el estilo de vida de la pareja, es producto de herencias, viáticos e inversiones.

Entre medio, Anita María Pinochet enfrenta los cuestionamientos, sosteniendo que “nunca tuve conocimiento alguno” de que su marido recibía $6 millones mensuales provenientes de gastos reservados. Su defensa podría alegar para ella “ausencia de delito base”, en caso que su marido fuera condenado.

“Pago por caja”

En marzo pasado, el fiscal José Morales interrogó por segunda vez como imputada a Anita María Pinochet.

La explicación de la defensa de Fuente-Alba es que los dineros provenían de la sociedad conyugal; es decir, la fuente y administrador es el marido.

Según informes allegados a la causa, entre 2011 y 2016 el matrimonio mantuvo ocho cuentas bancarias en diversos bancos, nacionales y extranjeros, y utilizó al menos 17 tarjetas de crédito. Los documentos reportan que en la tarjeta de crédito que ella más usaba se depositaban mensualmente, a modo de “pago por caja”, cifras en efectivo que alcanzaban los US$ 6 mil.

Ejemplo de eso serían los pagos de gastos realizados en el lapso de dos semanas de un viaje del 2011 que incluyó París y que Anita María Pinochet aprovechó para comprar en Le Bon Marché, Figaret, Hermes y Malles Bertault, mientras que desde Chile se realizaban “pagos por caja” por casi $4 millones de pesos.

Encargos de una amiga

En el primer interrogatorio del julio de 2016, Pinochet dijo no saber cómo habían sido cancelados los viajes y estadías que realizó junto a su marido mientras él fue comandante en jefe (se calcula una treintena). Tampoco conocía de dónde provenían los dineros para los “pagos por caja” de la tarjeta.

Después del procesamiento que la ministra Romy Rutherford dictó contra Fuente-Alba en febrero de este año, donde se incluían declaraciones de uso de gastos reservados para ello, en marzo de este año la mujer recordó ante Morales: “Hay pagos que realizó mi marido para mi tarjeta de crédito que corresponden a pagos que me entregaba mi amiga Verónica Blackburn. Ella realizaba encargos de compras en el extranjero que posteriormente pagaba en Chile. Se trataba de artículos que compraba en tiendas de mujer o artículos de cocina. El monto que ella me entregaba para estos encargos era de U$ 10.000 anuales”.

La cocinera, que falleció en 2016 y por tanto la versión no podrá ser contrastada, registraba frecuentes viajes fuera de Chile y además acostumbraba a realizar pedidos directamente a proveedores extranjeros. ¿Qué sentido tenía pedirle a su amiga encargos?, se preguntan todavía en el Ministerio Público.

Para los investigadores, hay algo que no calza. “Probablemente ella esté intentando justificar ciertos gastos atribuyéndoselos a una persona que ya no puede entregar su testimonio, la que además supuestamente le pagaba luego por ellos y por eso los depósitos en efectivo, lo que no tiene mucho sentido”, dice una persona cercana al caso.

La defensa del matrimonio dice, en cambio, que es posible acreditar el punto a través de boletas con los gastos, algo en lo que se está trabajando. De acuerdo a la versión entregada, los encargos se produjeron varias veces durante varios años: Blackburn pedía productos específicos y de ahí que Anita Pinochet volviera con maletas adicionales tras sus viajes, como se lee en la declaración del hombre encargado de despachar y recepcionar en el aeropuerto a las autoridades militares que viajaban fuera de Chile.

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De profesión secretaria ejecutiva, Anita Pinochet tuvo trabajos formales hasta 1975, año en que se casó con Fuente-Alba. Desde ese minuto —salvo un par de producciones culinarias , algunas en conjunto con su amiga Verónica Blackburn— no tuvo más ingresos por la vía laboral. Sí recibió un par de herencias: una propiedad en calle Vicente Reyes, otra en Bustos y la última en Ismael Valdés Vergara.

Cuando Fuente-Alba asumió como comandante en jefe el año 2010 comenzó a ser reconocida por la calidad de las fiestas que organizaba. En la residencia institucional, los invitados se encontraban con música de cámara en vivo, banquetes, adornos y regalos. Quienes trabajaban ahí han declarado que ella supervisaba todas las contrataciones a proveedores y las compras para las reuniones protocolares.

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