Un freno al potente desarrollo inmobiliario que se vivía en la comuna puso la decisión del concejo municipal de Ñuñoa presidido por el alcalde Andrés Zarhi, de cambiar el plan regulador. El tema no cayó nada bien en la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), gremio que ha advertido varias veces que las viviendas se están volviendo un bien inalcanzable, en parte por los planes reguladores más estrictos que encarecen los valores de los suelos.

“Medidas que apuntan a una restricción no equilibrada del número de viviendas a desarrollar en un determinado territorio agudizan el problema de acceso a éstas, en especial si, como en el caso de Ñuñoa, se trata de zonas altamente demandadas por parte de las familias, lo que impulsa al alza los precios en ellas”, comenta el gerente de Vivienda y Urbanismo de la CChC, Tomás Riedel.

“Las alturas con esta modificación se limitan a un máximo de 15 pisos en los ejes de Vicuña Mackenna y en Irarrázaval con Américo Vespucio. De ahí, en los otros ejes de Irarrázabal y José Pedro Alessandri va bajando entre 10 a 8 y 5 pisos. Y en los barrios interiores la altura máxima quedó en tres pisos. Con esto se va realizando una gradualidad en las alturas, permitiendo una morfología más acorde a la vialidad y los antiguos residentes, pero sin negarse la llegada de nuevos residentes”, comenta el alcalde Zarhi.

Pero en el gremio no están tan de acuerdo. “Así es como se va agravando la crisis de acceso a la vivienda que hoy existe en el país”, señala Riedel.

Los que zafaron

Pero algunos grandes proyectos inmobiliarios se salvaron, y por poco, ya que el cambio no es retroactivo y quienes ya contaban con permisos de edificación podrán seguir construyendo.

Entre estos está el último mall de Ñuñoa (ya que el cambio en el plan regulador no permitirá nuevos centros comerciales). El proyecto Mall Vivo Santiago, Vivo Corp, ligada al empresario Álvaro Saieh, cuenta con permiso aprobado por la Dirección de Obras Municipales de Ñuñoa desde el 4 de febrero de 2019. El centro comercial de 7 pisos con una torre de 22 pisos de departamento y apart hotel. Todo suma una inversión de US$200 millones.

Otro que se salvó fue el Proyecto Egaña Sustentable, de la constructora Fundamenta, ligada al empresario Pablo Medina. Este consideraba una inversión de US$105 millones y cuatro torres, la mayor de 32 pisos, en la esquina de Irarrázaval y Américo Vespucio. Egaña Sustentable obtuvo aprobación para su desarrollo por la autoridad ambiental en abril de este año.

También está el Condominio San Eugenio del Grupo Icom, que contempla una inversión de US$50 millones para cuatro torres de 17 pisos, el que se levantará en avenida San Eugenio, en los ex terrenos de la empresa Monarch.

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Las licencias médicas tramitadas han aumentado 25,9% en los últimos cuatro, según un informe de la Superintendencia de Seguridad Social, Fonasa y la Superintendencia de Salud dado a conocer hoy.

En 2018 se tramitaron 7,5% licencias más que en el año anterior. Y entre ellas, el diagnóstico que lideró fueron las enfermedades de carácter mental (el 22,9% del total), seguidas por las osteomusculares (20,9%) y las respiratorias (14,2%).

Las patologías mentales son el diagnóstico con más rechazos en el sistema, pero además marcan una fuerte diferencia entre Fonasa y las Isapres. Mientras Fonasa rechaza solo el 11,4%, las Isapres rechazan el 40,6%, es decir, cuatro de cada diez. Expertos critican esta diferencia y advierten que, incluso, puedem estar empeorando los casos de enfermedades mentales. “Es muy elevado, el promedio de otras patologías es inferior al 20%”, dice Óscar Román, académico de Medicina de la UPV.

Concuerda Mariano Montenegro, director de Espacio Publico. “Es absolutamente inaceptable. Es escandaloso que se estigmatice las enfermedades mentales y se produzca un rechazo a un porcentaje enorme de licencias. Hay un estigma como si no fueran enfermedades válidas”, agrega.

Desde la Asociación de Isapres, por su parte, defienden estos rechazos. “En salud mental, las Isapres cuentan con adecuados recursos y con especialistas para revisar las licencias presentadas por esta materia y por esto pueden identificar los casos respecto de los cuales hay dudas de su necesidad. Esta labor se ejecuta conforme las facultades y la actividad que la normativa le encarga”, dice Gonzalo Simon, gerente general de la asociación.

Perpetuar trastornos

Montenegro advierte que el alto rechazo de las Isapres puede estar generando más sufrimiento a las personas. Explica que, además, los trámites por los que tienen que pasar los pacientes para obtener la licencia son contraproducentes: “Me parece crítico a nivel ético. Las Isapres citan a personas a un peritaje que las angustia más. Tienen que demostrar que están enfermas con un psiquiatra que ellos no eligieron y que, además, tiene el rol de cuidar los intereses de la Isapre. Eso les genera una angustia adicional que puede incluso perpetuar el trastorno de salud mental”.

7,5%

aumentaron las licencias tramitadas en 2018.

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