Trabajo 35 horas a la semana y gano tres veces más que en Chile. Y tengo cinco semanas de vacaciones”.

Natalie Caballic,

diseñadora gráfica.

No conversas mucho en el trabajo. El café lo tomas en las reuniones de trabajo y te pones al día después”.

Christine Martin,abogada.

El trabajo genera menos estrés, no existe el almuerzo ni el café de mediodía, pero deja mucho más tiempo para la familia y, sobre todo, uno no “llega reventado a la casa”. Así cuentan que es su jornada laboral ocho chilenos que decidieron dejar nuestro país para emplearse en Países Bajos, dando un salto desde uno de los países con la jornada laboral más extensa de la OCDE, con 45 horas a la semana, a otro con un promedio de 36 horas.

“Trabajo 35 horas a la semana y gano tres veces lo que ganaba en Chile. Además, tengo cinco semanas de vacaciones”, dice desde La Haya Natalie Caballic, diseñadora gráfica de 34 años que llegó hace un año a Holanda.

En ese país el trabajo y el descanso están claramente definidos. Caballic está a las 7.30 hrs en su escritorio, se toma 15 minutos para descansar a las 10.00 y luego otros 30 minutos para el “almuerzo” a las 13.00. Ahí trabaja otra tirada y a las 16.00 ya está en su casa.

Y el “almuerzo” va entre comillas porque no se toman una hora de colación para sentarse a comer y conversar. “La gente se come un sándwich y sigue trabajando. Aquí son productivos de verdad. Nadie se mete a Facebook o a Youtube. Ni siquiera ven el celular”, dice Claudio Sandoval, jefe de ventas en inglés y español de IPB Printing, desde Reusel.

Holanda es el séptimo país más productivo de la OCDE, superado por Irlanda, Noruega, Luxemburgo, Dinamarca, Estados Unidos y Bélgica, si se mira por PIB generado por hora trabajada. Y aunque el horario legal full-time es de 40 horas a la semana, solo un 0,5% de los empleados trabaja más de 50 horas, versus un 9,7% en Chile. Igual la cifra es poco frente a los países asiáticos: Japón tiene 17,9% y Corea del Sur 25,2%.

“Perder el tiempo o sacar la vuelta es mal visto acá”, dice Christine Martin, abogada de 35 años que trabaja en La Haya. “La gente en Chile es más lenta, se toma las cosas con más calma, porque además saben que la jornada es larga. Aquí no conversas mucho en el trabajo. El café te lo tomas en las reuniones de trabajo y te pones al día con tus amigos después del trabajo”, agrega.

Eso sí, en Holanda, el aumento de la productividad estuvo plana (0%) en junio, después de caer 0,6% en el último trimestre. En Chile, en cambio, la productividad anotó en agosto su mayor alza en seis años, de 2,8%, hasta US$30 la hora, según Conference Board. Y la realidad económica es muy diferente: el PIB per cápita de Holanda es de $48 mil, mientras que en Chile no llega a US$30 mil.

Mamá soltera

Sandoval además de ejecutivo de ventas, es patinador profesional y en Chile llegaba a las 7 de la tarde a su casa. “Obviamente no podía dedicarme a lo que quería porque llegaba muerto. Y si tienes hijos, es aún más difícil. Pero acá tienes el tiempo para hacer tus hobbies”, dice. El chileno llega a casa a las 4 de la tarde y en su nuevo país volvió a patinar.

Un holandés gasta 15,9 horas en ocio a la semana, versus 13 horas en Chile. “Sí puedes disfrutar del tiempo libre y tu dinero. Hay un equilibrio entre trabajo y ocio que le permite a la gente estar con sus familias y hacer las cosas que les gustan”, dice el doctor en biología molecular Gonzalo Córdova (42), desde Rotterdam.

Holanda es el país de la OCDE mejor posicionado en el ranking de Balance entre Trabajo y Vida. Chile es el tercero peor.

“No podría volver a trabajar a Chile, no tenía vida. Y como madre soltera, era imposible poder compartir con mi hijo”, dice Javiera Carrasco, publicista de 37.

La flexibilidad laboral, muy utilizada en Holanda sobre todo por las mujeres, le permite trabajar un día en la casa a ella y otro a su marido, lo que sumado a los viernes libres, hace más fácil tener más tiempo en familia. Un 74% de las mujeres en Holanda trabaja part-time, o sea entre 12 y 36 horas a la semana.

Con todo esto, ¿estos chilenos creen que podría haber una jornada así en Chile? “Aunque tengan cinco horas menos semanales, creo que seguirían metidos en Facebook o WhatsApp, sacando la vuelta”, cree Sandoval.

“En cantidad de horas, no se podría”, dice Martin. “No funcionaría, porque no se trata sólo de reducir las jornadas. Hay que mejorar las condiciones laborales generales”, dice Ángeles Tabilo, odontóloga chilena en Ámsterdam.

“Me da la impresión de que hace falta inversión, por ejemplo en infraestructura de transporte público y un cambio de mentalidad en las empresas. Acá entienden que se paga también por descansar, porque eso te hace más eficiente después en la oficina”, opina Córdova.

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