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En total son dos las autodenuncias que —hasta ahora— presentó Francisco Frei Ruiz-Tagle a la Fiscalía Centro Norte. A la primera, de fecha 16 de agosto, se suma una presentada el martes recién pasado (27 de agosto).

Ambas acciones habrían sido sugeridas por el abogado Luciano Fouillioux, quien no ha tomado ni tomará la representación oficial del caso. De ahí, que ambos escritos, no estén suscritos por un abogado y solo estén firmados por el hermano del expresidente.

De hecho, justamente Francisco se encuentra buscando una defensa, pues no se concretó que asumiera Mauricio Daza cuyo nombre inicialmente se vinculó a este rol.

La investigación que lleva el fiscal adjunto Francisco Jacir aún está en una etapa inicial. Si bien se incautó documentación en seis allanamientos (oficinas y bodegas y a las residencias de Francisco Frei y su contadora), las autodenuncias eran generales y no incluyeron detalles.

Sin embargo, independiente de la investigación, analistas y abogados ya plantean, al menos, cinco interrogantes del caso.

1. ¿Cuánto sabía Eduardo Frei?

Max Colodro, académico de la UAI, recalca que esa pregunta es inevitable. “Pienso que para mucha gente, cuesta mucho imaginarse que el hermano de mayor confianza de Eduardo haya falsificado su firma y sobre todo haya falsificado su huella digital. Queda la duda de si él no tenía ningún conocimiento y de si el hermano está aquí asumiendo responsabilidades para que el expresidente no se vea afectado”, comenta.

Lo mismo advierte Mauricio Morales, académico de la U. de Talca y cercano a la DC, quien plantea que “llama la atención la facilidad con que se falsificó la firma de un expresidente de la República, además de las huellas dactilares. Francisco Frei no actuó solo. Es cierto que se culpó, pero claro está que no es fácil falsificar estos instrumentos”.

2. ¿Daña el prestigio de los Frei?

Aunque no es la primera vez que la familia Frei se ve enfrentada a divisiones internas, a juicio de Felipe Edwards, socio de Azerta, este caso podría tener un impacto negativo en la reputación del clan. “El apellido Frei es una marca importante por la historia (...) Si uno lo lleva a otras familias políticas conocidas del mundo, como los Kennedy, comparte que son queridas por la sociedad, pero que ya hacen noticias por hechos distintos a la política, como conflictos y rencillas”, dice.

Colodro considera que “hay un impacto en el sentido de que esto viene a reafirmar un cierto sentir de que las personas vinculadas a la política están asociadas a algún tipo de irregularidades, en el mundo de la administración de sus patrimonios, de sus negocios, a tráfico de influencias”.

El caso, complementa Colodro, también podría abrir dudas respecto de lo que ha estado haciendo Eduardo Frei, en su calidad de embajador ante el Asia Pacífico, y de la gestión de Francisco como director de TVN.

3. ¿Cuál es el monto involucrado?

“Me quedan muchas dudas respecto de la magnitud del caso”, dice Edwards, respecto a los montos involucrados. Lo mismo opina Morales. “Me llaman la atención los montos y que nadie se haya percatado.

En su autodenuncia, Francisco Frei asumió que adeuda pagos distintos factoring por $538,6 millones. Sin embargo, se dice que el número de esas firmas que tienen negocios con el hermano del expresidente o con alguna de sus empresas es mayor y que el monto involucrado podría llegar incluso a los $2 mil millones.

4. ¿Cuándo comenzaron y se supieron los hechos?

Según la versión que trascendió a los medios, los Frei Larraechea se enteraron de este asunto por el contacto de uno de los acreedores que pedía el pago de la deuda. Inmediatamente decidieron sacar a Francisco Frei de la gerencia general de Saturno y nombrar en su reemplazo —el 30 de julio— a las hijas de Eduardo (ver nota secundaria).

Luego de esas medidas administrativas fueron en la búsqueda de un abogado y contactaron a Alejandro Laura, socio de Pedro Yaconi (pareja de Magdalena Frei) en el estudio de abogados YLMV, y luego al penalista Juan Domingo Acosta.

No obstante, aún se desconoce la fecha en que habrían comenzado los presuntos ilícitos.

Según el abogado penalista Juan Carlos Manríquez, la fecha de inicio de estas conductas es importante, porque determina, por una parte, cuál es el tribunal y fiscalía competentes.

Explica que si la conducta de apoderamiento o de distracción de dinero se ha mantenido en el tiempo, y se comenzó a cometer antes de la ley que tipificó la administración desleal, se podría considerar un solo delito continuado y no delito reiterado.

5. ¿Hasta dónde pueden llegar las responsabilidades?

Manríquez explica que es necesario determinar la existencia o no de “murallas chinas” al interior de las empresas involucradas, es decir, si por ejemplo, quien se autodenunció se protegió de que los demás socios no pudieran ver lo que él hacía, por una parte; y por otra, descartar que en las potenciales víctimas no exista lo que se llama una “ceguera autoprovocada”, porque podría considerarse que el que se ciega voluntariamente es, al menos, un cómplice. Eso se conoce como “irresponsabilidad organizada”, dice.

El abogado penalista Gabriel Zaliasnik, en tanto, agrega que otro factor que determinará el alcance de las responsabilidades es si existió o no el delito de falsificación de instrumento privado mercantil. “Desconozco los detalles, pero puede ser que no haya habido falsificación de huella digital, es muy habitual la práctica de dejar hojas con firma y huella cuando se otorga un poder, y en ese caso puede haber un mal uso de la firma y la huella”, explica Zaliasnik, quien añade que “la autodenuncia en sí misma no protege ni a Francisco ni a Eduardo, es un ejercicio que se hace muy ocasionalmente para anticipar un eventual escenario”.

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El martes 30 de julio pasado la familia del expresidente Eduardo Frei decidió dar un categórico golpe de timón en su sociedad cerrada, Inversiones Saturno S.A., y tras una junta de accionistas revocó el directorio y los poderes otorgados al entonces gerente general, Francisco Frei dejando al mando de la compañía a dos de sus hijas: Magdalena y Catalina Frei Larraechea.

Catalina Frei fue designada presidenta de la sociedad, mientras que su hermana Magdalena aceptó además la gerencia general de la firma, asumiendo de paso un encargo especial y que develaría que la familia ya conocía la crisis financiera que enfrentaba la empresa, principalmente por las quejas de algunos acreedores de la empresa, por documentos impagos.

Ambas hermanas, además, quedaron acompañadas en el directorio por otro familiar, el martillero Domingo Eyzaguirre Marchant (casado con Cecilia Frei Larraechea).

Según consta en el extracto del acta de directorio de Inversiones Saturno (inscrito en el Registro de Comercio de Santiago) en una reunión que se extendió por una hora y treinta minutos (iniciada a las 20:00 del 30 de julio), el nuevo directorio encargó a Magdalena Frei “en carácter de urgente” una “auditoría contable, legal y tributaria de la sociedad que permita conocer el verdadero estado de los negocios y verificar la forma cómo fue administrada”.

Todo “a fin de resolver si amerita el eventual inicio de acciones legales” dice el extracto del acta de directorio.

Resolución que se tomó luego que la familia Frei Larraechea resolviera en una junta de accionistas que se realizó ese mismo día que Francisco Frei “sea cesado en el cargo de gerente general” quitándole todos los poderes de administración y representación que mantenía desde el 25 de septiembre de 1991.

Esa misma jornada, la familia había determinado sacar del directorio de Inversiones Saturno a Alberto Coddou Claramunt y al fallecido Alvaro Santa Cruz Goeche, quien aún figuraba como presidente, según confirmó el abogado de la familia Juan Domingo Acosta.

La polémica sociedad

Inversiones Saturno fue constituida por la familia del expresidente en octubre de 1988, con el propósito de dedicarse a la venta, arriendo e inversiones en bienes raíces e instrumentos financieros, entre otros, y contaba con un capital declarado de $450 millones,

Según los registros comerciales la sociedad tiene entre sus activos ocho propiedades con un avalúo fiscal de $798 millones y figura como accionista de la Inmobiliaria Club de Golf Valle Escondido.

Pese a ello, la empresa tiene asociado el mayor riesgo de crédito que otorga el sistema financiero a una persona natural o jurídica, tras presentar cuatro documentos morosos por $114 millones.

Según los mismos registros comerciales, el expresidente participa también en las sociedades Marítima de Exportaciones Ltda. Inmobiliaria Lircay Vitacura Ltda. e Inversiones San Nicolás S.A.

La hija más política

Magdalena es la tercera de las cuatro hijas de Eduardo Frei. Su hermana Cecilia, abogada, “pintaba” para ser algo así como la heredera política del ex Presidente, el “Eduardito” que Frei siempre quiso tener. Pero Cecilia entró al Ministerio Público y renunció a su militancia DC, y así Magdalena —ingeniero comercial de la UC— se transformó en mano derecha de su padre.

Empezó como directora ejecutiva de la Fundación Frei Montalva y de la Casa Museo. Luego, en 2009, se metió de lleno en la campaña presidencial de su padre. Allí fue parte del comité ejecutivo de “Océanos Azules” y trabajó en las áreas ejecutiva y de coordinación.

Magdalena estuvo casada con Edmundo Pérez Vergara, nieto de Edmundo Pérez Zujovic e hijo de Edmundo Pérez Yoma. Se separó y hoy está emparejada con el abogado DC y también mano derecha de Frei, Pedro Yaconi.

De personalidad alegre, en una entrevista en revista Ya en 2009 se dijo de ella que “según sus amigas, es atlética, buena para el deporte. Según sus amigos, la más atractiva de las hermanas Frei”. En ese mismo medio, dijo que “a mi me da risa… una vez incluso los medios dijeron que yo era la favorita de mi papá... Cecilia tiene una gran capacidad de oratoria y no me cabe duda de que en el futuro ella también pueda tomar la opción política”.

Desde esa frustrada campaña de 2009 no ha parado. Se enfrentó a Eugenio Tironi cuando éste criticó a Frei en un libro sobre esa derrota. “Parece que varios necesitan terapia para desahogarse... y clases de ética”, le espetó en Twitter.

Fue varios años miembro del directorio de EFE.

En medio de la investigación por las platas políticas en el caso SQM, debió declarar como testigo en 2017 pues la ex contadora Clara Bensan dijo que ella habría tenido participación en las finanzas del comando de la campaña del ex Mandatario. Acusación que ella negó. En esa campaña, el recaudador de dinero fue el abogado Pedro Yaconi, su pareja.

En 2013 Magdalena hizo noticia por algo más mundano: junto a su hermana Catalina se lanzaron con una línea de camisería masculina de lujo.

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