CESAR SILVA

Los empresarios siguen acumulando fuerza para enfrentar los proyectos de rebajas a la jornada laboral, pues ninguno los convence. Tanto el que presentó el gobierno, que propone reducir de 45 a 41 en promedio las horas y aumentar la flexibilidad, como el que impulsa la diputada PC Camila Vallejo que propone bajar a 40 horas la jornada, han levantado dudas en el sector. Ahora, desde la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) buscan unir esfuerzos con las pymes, la academia y hasta con los sindicatos.

Esta mañana, por más de una hora y 30 minutos, estuvieron reunidos distintos gremios y expertos para dialogar sobre la reducción de jornada laboral en las oficinas de la CPC. Al lugar llegaron representantes de los gremios de pymes, como el sempiterno Rafael Cumsille del Comercio Detallista o los más jóvenes Juan Pablo Swett y Alejandra Mustakis. Del mundo académico, el economista de la UC David Bravo, la economista jefe de Quiñenco Andrea Tokman y el miembro de Clapes UC Leonardo Hernández. Lo más sorpresivo fue la presencia de representantes de centrales sindicales, excepto la CUT. El que llamó más la atención y se sentó junto al presidente de la CPC, Alfonso Swett, fue Arturo Martínez (PS), ex titular de la CUT y que hoy lidera una multisindical que él mismo organizó, la Central de Trabajadores de Chile (CTCh). Además, fueron los presidentes de las ramas de la CPC.

El debate debía girar en torno a encontrar alternativas para los proyectos de 40 y 41 horas. Ayer, en T13 Radio, Alfonso Swett propuso reducir la jornada en media hora e ir viendo sus efectos gradualmente. Pero según los pariticpantes, la reunión tuvo otro foco. No salieron propuestas concretas. Mas bien se generó una mesa de trabajo entre los distintos actores para que cada uno pueda presentar propuestas concretas.

De aquí a una semana cada actor convocado a esta mesa deberá entregar una minuta y explicar su propuesta para que los tres expertos técnicos la analicen. “La academia se tomará a lo menos un par de semanas para analizar. Y yo creo que es una propuesta que vamos a entregar a la ciudadanía, no al gobierno”, manifestó el presidente de la CPC. “Lamentamos profundamente que esto se esté dando en una batalla comunicacional y política. Queremos llevar esta discusión a un diálogo que construya soluciones y provenga de los actores reales y sociales que vamos a vivir las consecuencias de una mala política pública”, agregó. “A nosotros lo que nos convoca no es establecer una agenda política, sino una buena política pública. Y en base a eso le hemos pedido ayuda a la academia para cuantificar y dimensionar las cosas que vamos a dialogar”.

Las reuniones para continuar el diálogo sobre jornada laboral seguirán realizándose de manera periódica. Pero al parecer ni las 40 ni a las 41 horas serán parte del debate de esta nueva mesa de trabajo.

“No se trata de buscar 40 o 41. Los dos proyectos tienen un pecado original y es que no salen del mundo del trabajo. Por eso nos hemos comprometido hoy a conversar con académicos”, dijo Arturo Martínez de la CTCh.

La CUT firme con Vallejo

La CUT, por su parte, no asistió a la reunión, pero se espera que Alfonso Swett se reúna con su presidenta hoy a las 18:00 horas. Pero antes del encuentro, para la titular de la CUT, Bárbara Figueroa (PC), la discusión entre ambos proyectos es clara. Esta multisindical respalda, como es lógico, el proyecto de la diputada Vallejo e, incluso, forman parte del equipo técnico que lo está impulsando. “Esa es una buena iniciativa, porque es una señal clara y potente desde el Estado de decirle a los trabajadores que hay una valorización de su rol en el desarrollo del país”, dijo Figuerra a La Segunda. “Respecto a los proyectos del gobierno, creemos que no hay puntos de convergencia en la rebaja de la jornada laboral y la flexibilidad que proponen”, advierte.

El principal problema del proyecto del gobierno, explica Figueroa, es que establece que la negociación por la jornada y la flexibilidad se debe hacer de manera individual entre el trabajador y la empresa. “Cuando en realidad la relación es asimétrica”, explica. Agrega que la legislación actual ya permite pactos de adaptabilidad. “El debate que el gobierno propone es engañoso. Detrás de lo que llaman libertad es una flexibilidad que solo redunda en mejores condiciones para el empleador. En vez de ser un proyecto que piensa en la mejor calidad de vida de los trabajadores, va en favor de que la empresa nunca deje de producir”.

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A tal nivel ha llegado la discusión mediática por la reducción de la jornada laboral, que los protagonistas de ambas partes copan la agenda política. Incluso medios internacionales lo destacan por lo inusual.

La agencia Bloomberg, en la portada de su página de noticias, titula “Dos parlamentarias comunistas súbitamente establecen la agenda en Chile”, aludiendo a que la dupla de diputadas PC Camila Vallejo y Karol Cariola levantó la idea de reducir la jornada de 45 a 40 horas y desviaron la estrategia legislativa del gobierno, enfocada en sus reformas. En esa línea, el artículo compara a Camila Vallejo como una “versión previa”, por su historia como dirigenta estudiantil en las protestas del 2011, a la de la congresista demócrata Alexandra Ocasio-Cortez, un fenómeno mediático en Estados Unidos por su estilo frontal contra el gobierno de Trump.

A su vez, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, consciente de la espiral comunicacional que ha agarrado este tema y que lo ha llevado a los matinales de televisión a explicar la propuesta del gobierno de recortar la jornada de 45 a 41 horas con flexibilidad horaria, esta vez se reunió con parlamentarios oficialistas para ratiticar su apoyo a la idea.

Al atardecer se reunió con un grupo de 25 congresales, diputados y senadores de la UDI, RN y Evópoli, para escuchar al consultor internacional en temas laborales Alejando Melamed, quien expuso sobre el efecto de los empleos del futuro en el mercado laboral. No fue una cena 100% formal, sino una especie de once-comida, con sándwiches, bebidas y vino y dulces de postre.

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