“Confiamos en que las autoridades evalúen los permisos teniendo siempre presente el beneficio para la comunidad”.

Claudia Lasch

Andes Central

“Esperamos que eventuales impactos no previstos sean siempre comunicados”.

Paula Henríquez

Corporación Adelanto Farellones

“Se ha diseñado para cumplir con criterios de sustentabilidad que se relacionan con la no afectación de glaciares”.

Juan Carlos Román, gerente general Anglo American Sur, en el EIA.

“Seremos duros

en la defensa de los glaciares y de la montaña”.

Nicolás Carvallo

Chile Nieve

Este lunes, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) abrió el proceso de participación ciudadana (PAC) de la mayor inversión prevista para la Región Metropolitana. La minera anglosudafricana Anglo American proyecta desembolsar US$ 3.000 millones para asegurar la continuidad operacionales de su yacimiento de cobre Los Bronces hasta el año 2036.

La tarea no será fácil, pues deberá hacer frente a las observaciones, y en algunos casos la férrea oposición, de los vecinos y el ojo avizor de las autoridades en un procedimiento obligatorio que se extenderá hasta el 4 de noviembre y que es vinculante para obtener la licencia ambiental. Pero la principal valla que deberá sortear la minera es asegurar que bajo ninguna circunstancia afectará al glaciar La Paloma, situado en el cerro del mismo nombre y que mira directamente a Santiago, ni al vecino Santuario de la Naturaleza Yerba Loca. Más aún cuando la firma desarrollará una fase de su proyecto a 600 metros de profundidad, exactamente por debajo del parque natural.

El parque fue declarado santuario el 24 de julio 1973 y todos los días recibe a amantes del montañismo, del trekking y del camping, que disfrutan de sus más de 30 kilómetros de senderos. Yerba Loca está bajo la tutela de la Municipalidad de Lo Barnechea y la administración está en manos de la empresa Outlife.

“Somos los principales guardianes del parque Yerba Loca y no permitiremos que exista ningún daño. No puede haber impactos en la flora, en la fauna, ni en el curso de los ríos por causa del proyecto, y pelearemos por eso, ya que es nuestra responsabilidad”, sostiene el alcalde de Lo Barnechea, Felipe Guevara.

El jefe comunal deberá firmar uno de los permisos sectoriales que debe obtener la minera para tener la licencia ambiental que le permita construir. Guevara ya asegura que contratará a un grupo de expertos para tener una opinión técnica fundada de Los Bronces.

“Vamos a usar la misma estrategia que usamos cuando peleamos con Andina 244 de Codelco, que al final desistió. Nos vamos a asesorar por profesionales externos expertos en cuidados de recursos naturales, glaciares, contaminación, y vamos a ser muy opositores a cualquier proyecto que altere la naturaleza en nuestra comuna”, agrega.

Además del jefe comunal, deberán manifestar su opinión en el SEIA el alcalde de Colina, Mario Olavarría; la intendenta metropolitana, Karla Rubilar, e incluso el intendente de Valparaíso, Jorge Martínez Durán, ya que el proyecto traspasa el límite regional hacia el norte.

“Confiamos en que las autoridades evalúen los permisos y consentimientos necesarios, teniendo siempre presente el beneficio para la comunidad y la cordillera”, comenta Claudia Lasch, vocera y directora de Andes Central, gremio que reúne a los centros invernales de Valle Nevado, La Parva y El Colorado, entre otros.

La voz de la comunidad

Desde el SEA, organismo coordinador del proceso de participación ciudadana, explican que durará 60 días hábiles. Se desarrollarán actividades de puerta a puerta y talleres, de modo que la ciudadanía pueda plantear sus inquietudes. Entre ellas, la fórmula para no afectar a Yerba Loca.

“Seremos duros en la defensa de los glaciares y de la montaña. También queremos hacer notar que la mina está a 36 kilómetros en línea recta a Santiago y queremos que la empresa sea sincera en cuanto a los posibles efectos. El cobre es muy importante para el país, pero debemos hacer las cosas bien”, comenta Nicolás Carvallo Pirola, fundador de la comunidad Chile Nieve, que reúne a deportistas invernales del sector.

Otra agrupación vecinal es la Corporación de Adelanto de Farellones, entidad que ha participado activamente en la elaboración de políticas de planificación en la zona, como el plan regulador de montañas, que salió a la luz a mediados de 2018.

“Entendemos que Anglo American es un actor relevante de la zona centro de montaña, con el cual debemos convivir, y por eso esperamos que el proyecto Los Bronces Integrado cumpla los más altos estándares de cuidado, como asimismo de toda la normativa legal y medioambiental que se exige para un proyecto de esta magnitud. También esperamos que eventuales impactos no previstos sean siempre comunicados a la comunidad, que hoy está más consciente y preocupada del cuidado, conservación y preservación del ecosistema”, explica la presidenta de la corporación, Paula Henríquez.

Tecnología subterránea

En un informe encargado por Anglo American a la consultora ambiental Jaime Illanes & Asociados, se explican las tres etapas que seguirá Anglo American para desarrollar su proyecto. Contempla una fase oriente, con una ampliación del rajo hacia la zona minera de la División Andina de Codelco. Su fase poniente considera su ampliación hacia la zona industrial de la operación Los Bronces. Según la firma, ambas fases no afectarán a los glaciares de roca situados en el entorno, como el Infiernillo y el Observatorio.

En cuanto a la tercera fase, la subterránea, estará ubicada aproximadamente a 5 kilómetros al sur del rajo actual de la mina, por debajo del extremo norte del Santuario de la Naturaleza Yerba Loca.

Este es el tramo que mayor preocupación genera en la comunidad, pero en la minera afirman que “para cumplir con los criterios de sustentabilidad del proyecto, esta fase es completamente subterránea sin ninguna intervención en la superficie del santuario ni de sus objetos de protección, evitando con ello la generación de impactos significativos en glaciares, la biodiversidad y el suelo que la sustenta, así como las aguas superficiales y subterráneas de la cuenca del estero Yerba Loca”.

Para no dañar el parque, la empresa utilizará un sistema llamado “Sublevel Stoping”, que considera extraer el mineral en sentido vertical con el sistema de caserones, los que luego son rellenados —con el mismo material estéril, generalmente— para evitar impactos en la superficie de la zona, como desestabilización del terreno o pérdida de agua, debido a la operación.

Con el fin de conocer previamente la sensibilidad de las comunidades vecinas, la empresa ya realizó en los últimos tres años un plan de Participación Ciudadana Anticipada, con cuatro “casas abiertas” en Lo Barnechea y una en Colina.

Con ello, definió “lineamientos de diseño o criterios de sustentabilidad” que comprometen a la empresa en aspectos claves como: “no afectación de glaciares, no incorporación de más agua fresca en los procesos, no afectación de la biodiversidad en áreas protegidas, el uso de las mismas plantas de proceso y capacidad de depósito de relaves existente, y no sumar flujo vehicular en el camino a Farellones”, que comparte con los vecinos de El Arrayán y de los centros de esquí.

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