En su junta de accionistas de abril, Gasco abrió la puerta a la llegada de un partner. ¿La razón? La empresa presidida por Matías Pérez Cruz quiere dejar atrás su imagen ligada exclusivamente al balón de gas y demostrar que tiene otras unidades de negocio que son atractivas para algún inversionista extranjero con billetera.

Tras desprenderse de CGE, que fue vendida a Fenosa, la firma decidió mostrar una nueva cara e implementó su “Plan Estratégico 2017-2022”. Se crearon nuevas filiales y se potenciaron otras. Un foco de crecimiento es el de generación eléctrica en base a gas a través de la empresa Inersa (donde tienen el 50%). Por ejemplo, su planta en Teno puede inyectar energía al sistema interconectado o bien prestar servicios de respaldo a otros generadores con proyectos renovables como Enel o Colbún.

Otro segmento para sacar lustre es el de terminales portuarios para importar gas y luego comercializarlo. En esta área ya tiene experiencia con su filial Gasmar. Sin embargo, tienen un nuevo proyecto para ofrecer, el terminal de gas de Caldera que atenderá a la zona industrial de Atacama. Ahí compite con otros players como GNL Quintero o GNL Mejillones que tienen importante presencia en el mercado.

Otras dos apuestas son fortalecer Gasco Luz, generadora fotovoltaica que desafiará a Enel y Aes Gener. Finalmente, otro espacio de crecimiento su filial Unigas, que comercializa y distribuye gas licuado en Colombia.

A buscar dinero

Pero nada es gratis en la vida. Según los expertos, la empresa requiere una inyección de capital para lograr consolidar su crecimiento y diversificación. Se habla de unos US$ 350 millones. Por eso Gasco contrató a BNP Paribas como asesor en la búsqueda de un socio y ya hay interesados en entrar. Global Infraestructure Partners (GIP) y Kuwait Investment Authority (KIA) son dos de ellos. La primera firma tiene sede en Nueva York y es especialista en grandes inversiones de infraestructura de energía. KIA, en tanto, es el fondo soberano de Kuwait y cuenta con US$ 200 mil millones en activos

Financieros opinan

En el mundo financiero miran Gasco con interés. Según, Cristián Araya, de Vantrust Capital, “desde inicios de junio, la acción ha tenido un desempeño positivo de 12,6% aproximadamente”.

A pesar que Gasco valga 43% menos que su competidor Lipigas —US$ 570 millones versus US$ 819 millones de capitalización bursátil—, los analistas ven potencial en la firma de los Pérez Cruz. “Es una empresa interesante para invertir, porque es inmune a los ciclos económicos”, comenta Manuel Bengolea, de Octogone. Coincide la clasificadora Humphreys (que tiene a Gasco con clasificación A), que destaca la estabilidad de flujo que caracteriza a la industria del gas.

“Otros elementos positivos son la atomización de su base de clientes y la baja tasa de incobrabilidad”, comenta Carlos García, gerente de la clasificadora.

Pero la empresa también tiene flancos. Según Humphreys, la alta concentración de las ventas de gas licuado en la Región Metropolitana, donde la empresa vende cerca del 59% de las toneladas de gas licuado, es otro elemento que afecta su clasificación, debido a que la capital corresponde a una zona de crecimiento para el mercado de gas natural”, apunta García.

El experto agrega que otro flanco puede ser su operación internacional. “Si bien la presencia de Gasco en Colombia es positiva en términos de expansión de la compañía, ese país exhibe un mayor riesgo operacional, en comparación a Chile, lo que eleva la incertidumbre respecto de los flujos futuros provenientes de esa nación. Además, Colombia presenta un mayor nivel de informalidad en la venta del combustible”.

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