Hasta el año 2010 todas las entibaciones y socalzados que se realizaban en las construcciones en Chile se desarrollaban sin una normativa clara y expresa. Cada profesional entonces enfrentaba el problema con los conocimientos que tenía, todo porque no había un reglamento que los guiara en el proceso.

De ahí que la norma NCh 3206 “Geotecnia-Excavaciones, Entibaciones y Socalzado-Requerimientos”, despachada en noviembre de 2010 —luego del trabajo conjunto de un comité de expertos— haya marcado un antes y un después en la materia en nuestro país.

“Definitivamente, fue un gran avance”, asegura Francisco Ruz, ingeniero civil, miembro del Comité Mecánica de Suelos: Seguridad en Obras de Excavaciones del Instituto de la Construcción (IC).

“Con esta norma se estableció un estándar mínimo que deben cumplir las excavaciones abiertas, las entibaciones y los socalzados de las distintas obras del país. Esta norma ha especificado pautas de diseño y constructivas para los distintos sistemas de entibación con la experiencia hasta el 2010. Asimismo, permite que los profesionales que son parte del registro de revisores estructurales verifiquen que sus colegas están cumpliendo con la normativa vigente y que todos los profesionales trabajemos con un mismo estándar”, agrega Francisco Ruz.

De la misma idea es Rodrigo Mujica, miembro de la especialidad civil del Colegio de Ingenieros de Chile A.G.

“Es bueno contar con un marco normativo, principalmente para la definición de la demanda sísmica necesaria para el diseño de las entibaciones”. Y agrega que se está trabajando en una nueva versión de la Norma Nch 3206 del 2010. “Se encuentra en desarrollo y debiera ampliar el alcance de la norma actual y dar recomendaciones para diversas materias”.

Francisco Ruz añade que en el Instituto de la Construcción se está trabajando en una norma que es mucho más específica, donde se corrigen algunos puntos que se han observado a través del uso por tantos años de la norma.

“Se hace hincapié en la exploración geotécnica adecuada y en los ensayos de laboratorio requeridos, deformaciones admisibles, secuencias de excavación y deformaciones, requisitos de seguridad… En términos generales es una norma con mayor nivel de detalle que la actual y actualizada a los nuevos desafíos a los que se ve enfrentado el país. Está bien avanzada y esperamos que el borrador de esta norma se finalice este año”.

Formación de profesionales

Se sabe que para la instalación correcta de sistemas de entibados es fundamental contar con profesionales y técnicos capacitados en la materia. Pero, ¿ha mejorado la formación de los profesionales que trabajan en este tipo de excavaciones y entibaciones?

“Falta, pero cada vez se forman mejores profesionales, ya que tienen una pauta a seguir que les permite dar cumplimiento a la norma que existe en esta materia. La geotecnia es un área muy específica dentro de la ingeniería civil. Los cursos que imparten las universidades no tienen el tiempo necesario para ahondar en esta materia. Es un tema tan importante que deberían existir diplomados formales de excavaciones y entibaciones”, sostiene Francisco Ruz.

Rodrigo Mujica, por su parte, estima que existen o se encuentran disponibles en Chile o en el extranjero cursos, diplomados y máster en Geotécnica, que permiten la especialización de los ingenieros chilenos.

“Además, la Cámara Chilena de la Construcción ofrece permanentemente seminarios que contribuyen a mejorar el conocimiento de nuevas tecnologías”.

Y en cuanto a los trabajadores que trabajan al interior de las excavaciones, ¿ha aumentado la seguridad laboral con los nuevos métodos de entibaciones?

“Cada vez hay más conciencia de seguridad en obra, pero todavía faltan capacitaciones formales de buen nivel para los capataces, excavadores y jefes de terreno a través de las mutuales de seguridad, por ejemplo. Algunas empresas privadas solicitan que se dicten estas capacitaciones en terreno y ha sido un gran éxito”, concluye Francisco Ruz.

LEER MÁS
 

“Es urgente que el Ministerio de Vivienda y Urbanismo efectué los cambios legales necesarios para poder regularizar la colocación de anclajes temporales bajo los deslindes vecinos”, enfatiza Francisco Ruz, miembro del Comité Mecánica de Suelos del Instituto de la Construcción.

“Actualmente, como esto no está claro en el ámbito legal y depende del criterio de cada revisor, las municipalidades terminan aprobando un plano que sabe que no se puede construir o finalmente se termina construyendo con puntales, lo que es más riesgoso para los trabajadores de la obra y las estructuras vecinas. Además, se aumentan los costos y plazos encareciendo el producto para el comprador”, concluye.

LEER MÁS
 
LEER MÁS