Ya pasaron los años en que las entibaciones de madera reinaban como sistema de sostenimiento en las faenas, con el consiguiente riesgo de derrumbes.

Actualmente, según los expertos de la revista Bit, de la Corporación de Desarrollo Tecnológico (CDT) de la Cámara Chilena de la Construcción, la tipología más aplicada actualmente para la contención en excavaciones de zanjas es la entibación metálica.

Estos equipos, modulares y flexibles, se fabrican industrialmente y se aplican en todo tipo de suelos, en distintos anchos y profundidades.

En Chile, las empresas comercializadoras de estos equipos venden y/o arriendan a las constructoras, quienes son las encargadas de la instalación tras la capacitación impartida por los proveedores.

En general, aseguran en Bit, se trata de equipos importados, de procedencia francesa o alemana. El sistema consta de paneles de acero de 10 cm de espesor, de pilares o rieles también de acero y de riostras o puntales de acero forjado.

Entre las principales ventajas de las entibaciones metálicas, los proveedores destacan la seguridad que proporcionan tanto para el personal de instalación como para el resto de los equipos y maquinarias que participan en la faena. Además, con este sistema se aseguran plazos determinados de construcción y se optimiza el tamaño de las excavaciones, ya que se logra el menor ancho posible.

Por otra parte, señalan en la publicación, se reducen los costos. El costo final de m2 entibado en zanja depende de la velocidad con que se ejecute la colocación de los tubos y los rellenos compactados, que varía según el tipo de terreno, ancho y profundidad de las excavaciones y del personal y equipos de la empresa constructora.

Excavar entibando

Las entibaciones metálicas protegen en todo momento las paredes de las excavaciones porque tras la instalación de los módulos en la superficie del terreno, la excavación se realiza por el interior de estos.

El concepto que se aplica es excavar entibando o entibar excavando. El proceso se ejecuta por medio de máquinas (normalmente es una excavadora) que excava por el interior de los módulos de entibación y presiona hacia abajo cada panel lateral en forma alternada a medida que se profundiza la zanja.

Para esta faena se emplean distintos sistemas, según la profundidad de entibación requerida, las características del terreno y el ancho y profundidad de la zanja.

Los principales corresponden al sistema de cajones o box armados fuera de la zanja, y al sistema deslizante o de guías, cuyos componentes se arman en la misma excavación.

Se trata de un conjunto de entibación formado por dos paneles laterales, los que pueden alcanzar profundidades medias de 3 m. En caso de ser necesario se emplean paneles realza o de extensión, los que se utilizan para aumentar la profundidad de la excavación, logrando llegar con estos a 4 m entibados.

Los paneles cuentan con rieles incorporados, en los que se fijan las riostras que unen ambas caras por medio de pasadores. El panel base y el panel extensión se fijan mediante acoples metálicos asegurados con pasadores.

Sistema Deslizante

Este tipo de entibación se caracteriza por su armado al interior de la zanja. Se pueden encontrar dos tipos de entibaciones metálicas deslizantes, el sistema corredera y el sistema paralelo.

El sistema corredera se compone de dos paneles laterales y permite una profundidad total entibada de 4,80 metros. En primer lugar se deberá realizar afuera de la zanja el montaje de pórticos, que son las estructuras formadas por un par de rieles instalado uno frente al otro unidos mediante tres líneas de riostras, lo más distanciadas posibles una de otra. La riostra se inserta cerrada en los rieles y se fija mediante los pasadores y los seguros. Una vez armado el par de rieles con las riostras se da la medida interior requerida girando las riostras. La parte inferior de los rieles debe quedar unos 8 a 10 cm más abierta que la parte superior, de manera que estos penetren cortando el terreno. Todos los pórticos que se armen deben tener las mismas medidas interiores, de modo que los paneles encajen en estos perfectamente.

Por su parte, el sistema paralelo consta de un panel más que el sistema anterior, un panel extensión por lado, gracias a lo que puede llegar a una entibación total de 6,10 m. Mediante el uso de extensiones de viga puede superar los 8 m. Al igual que en el sistema corredera, en primer lugar se deberá realizar el montaje de los pórticos, que son las estructuras formadas por rieles, carretillas y vigas de extensión.

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Los trabajos en excavaciones y, en general, los movimientos de tierra a menor y gran escala, son considerados tareas críticas, dado su alto potencial de generar accidentes graves y fatales debido a la falta de control.

Los expertos de la Asociación Chilena de Seguridad entregan algunas recomendaciones para quienes trabajan con entibaciones y otros tipos de reforzamientos de terreno.

“En la mirada del control de riesgos para la ejecución de estas tareas, es fundamental reconocer las características del macizo a intervenir, profundidades a alcanzar y condiciones del entorno existentes (vibraciones por vías de alto tránsito, cursos de agua, redes eléctricas preexistentes, entre otras). Estas entregarán información específica para el desarrollo de los procedimientos de trabajo que incorporarán las medidas de control a aplicar”, destacan.

Nuestro país presenta una diversidad de suelos con características estructurales específicas, las que deben ser conocidas por aquellos profesionales del sector Construcción que se desarrollan en esta especialidad.

Causas más frecuentes de accidentes en faenas de zanjas y excavaciones:

• Caídas de materiales o herramientas al interior de zanja o excavación.

• Presencia de gases en el interior de la excavación.

• Pérdida de humedad en el terreno intervenido.

• Ruptura de redes subterráneas existentes o filtraciones.

• Obras con presencia de vibraciones en el entorno de la excavación.

Accidentes más frecuentes en faenas de excavaciones:

• Atrapamientos (aplastamiento por socavación o derrumbes del talud de la excavación).

• Caídas de personas al interior de la excavación.

• Golpes por caídas de herramientas o materiales acopiados en el entorno.

• Caídas desde rampas, pasarelas o escalas.

• Contacto eléctrico con redes subterráneas existentes.

• Intoxicación por acumulación de gases al interior de la excavación.

• Golpes por máquinas o herramientas en apoyo a las tareas de excavación y/o movimientos de tierra.

Recomendaciones para el control de condiciones al interior:

• Cuando el espacio lo permita, se ejecutarán taludes de acuerdo al ángulo de reposo del terreno.

• Para ejecutar excavaciones a profundidades mayores de 1,3 m. sin entibar, se debe calcular la altura crítica.

• Cuando el talud se ha socavado, se debe provocar la caída del terreno sobresaliente o deformado, mediante procedimiento evaluado por profesional competente.

• Cuando el talud refleja presencia de material granular, se debe proteger las paredes de la excavación o zanja, a través de mallas, controlando posibles desprendimientos.

• Se debe asegurar la mantención de humedad natural del macizo intervenido, protegiendo los taludes del resecamiento por temperatura o por vientos (pérdida de cohesión).

• De existir presencia de napas a nivel de taludes o en las bases de los cortes de terreno, las medidas de control deben ser indicadas por el mecánico de suelos.

• Es necesario proteger los taludes o paredes de la excavación-zanja, del arrastre de finos y socavamientos, producto de lluvia y/o presencia general de agua.

• Toda excavación masiva o en extensión, debe disponer de escalas de mano y/o sistemas de elevación, que permitan el acceso a nivel de sellos de fundación.

• Para zanjas en extensión, las escalas de mano dispuestas en acceso y/o vía de escape frente a eventos, deberán instalarse a 15 metros entre sí y se extenderán 1 metro sobre el borde de apoyo superior.

• Se instalarán pasarelas de al menos 0,75 m de ancho para uso solo de tránsito peatonal o 1 m en caso de tránsito con carga, cada 30 m en la extensión.

• No utilizar pino para estructurar pasarelas de tránsito y/o superficies de trabajo.

• Delimitar y señalizar perímetros de excavaciones y zanjas.

• Asegurar distanciamiento de seguridad en a lo menos 1,5 veces la profundidad de la zanja, a trabajos con vibración. Especial control se debe aplicar al compactar sellos y bordes perimetrales.

• Acopiar materiales a una distancia igual o superior a la mitad de la profundidad de la zanja con un mínimo de 0,6 m.

• Revisar permanentemente las paredes de la excavación para detectar la presencia de material suelto, fisuras o grietas que anuncien fallas en el talud.

• Detener trabajos al interior de zanjas y excavaciones, en caso de lluvia o sismo fuerte.

• No retirar entibaciones sin evaluar efectos a la estructura que soporta.

• No utilizar herramientas o extensiones eléctricas en el interior de la excavación cuando exista presencia de agua.

• Revisar permanentemente el filo de palas, picotas, chuzos, cuñas, puntos, a efecto de mantener el control de herramientas.

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