Solo un Trump puede hablar por Trump”, dicen en el Partido Republicano, respecto de la participación de los hijos del Presidente en la campaña electoral.

Si en la campaña 2016 se rodeó de nombres ajenos a su entorno, hoy el panorama es totalmente distinto. “Solo un Trump puede hablar por Trump”, dicen en el Partido Republicano. Y bajo esta premisa, la familia del Presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, desembarcó con todo en el comando presidencial que impulsa su reelección. Y será la protagonista de la misma.

Este 2019, por la Trump Tower de Nueva York, a diferencia de 2016, ya no circulan nombres como los de Paul Manafort, Corey Lewandowski, Hope Hicks, Paul Manafort, Steve Bannon y Kellyanne Conway. Ahora los pesos pesados son los propios miembros de la familia. Hijos, nuera, polola y yerno. Y para esta año tienen más recursos e infraestructura para consolidar su estatus en la campaña a diferencia de lo sucedido cuatro años atrás, cuando Ivanka y su marido, Jared Kushner, fueron los que adoptaron un rol relevante hasta el día de hoy en la Casa Blanca.

Ahora, a ellos dos, se suman Donald Trump Jr., Eric Trump, Kimberly Guilfoyle (la polola de Donald Jr.) y Lara Trump (la mujer de Eric). Mientras de los dos más chicos del clan Trump, Tiffany (de 25 años) y Baron (13 años, pero que ya alcanzó la estatura de su padre), no se espera que desempeñen ningún papel en la campaña, aparte de aparecer en el evento ocasional tal como en la campaña de 2016.

Así, a pesar de que una campaña está conformada por estrategas, abogados y agentes de comunicación, los miembros de la familia Trump siguen siendo las personas en las que más confía el Presidente y las personas a las que acude para controlar los gastos.

¿Una familia política?

Las “familias políticas” en Estados Unidos no son algo nuevo: sólo hay que recordar a los Kennedy. Por ejemplo, la “dinastía Bush” produjo dos presidentes y un gobernador, y toda la familia participando en las campañas. Chelsea Clinton tuvo una importante participación en la campaña de su madre, Hillary Clinton, en 2016, y la familia de Mitt Romney, con cinco hijos, también lo hizo en 2008.

Sin embargo, aunque muchos al interior del Partido Republicano aprecian la presencia de la familia Trump desplegada en la campaña, algunos insinúan el surgimiento de posibles problemas: sobre todo, es imposible evitar que hijos del Presidente Trump hagan lo que creen que es mejor sin preguntarle a nadie. Están seguros de que algunas veces lo harán bien, pero en otras sus discursos o mensajes pueden transformase en misiles no guiados. “La diferencia entre ellos y los Bush o Kennedy es que todo este grupo no tiene experiencia”, dice el sitio Politico.com.

Y es que en EE.UU. y sobre todo el Congreso en Washington no se olvidan de los errores importantes cometidos por la familia Trump en la campaña de 2016: por ejemplo cuando Kushner y Donald Jr. se reunieron en la Trump Tower con rusos que les prometieron información sensible respecto de su rival, Hillary Clinton, y que hasta el día de hoy es parte de la investigación que lleva a cabo la justicia estadounidense respecto a la interferencia de Moscú en las pasadas elecciones.

Los roles de cada uno

Así, el sobredimensionado rol que desempeñará la familia Trump en la campaña de 2020 irá desde ayudar a recaudar fondos hasta promocionar las políticas de Trump por televisión, pasando por encabezar actos proselitistas, cenas y reuniones.

Y en esta primera etapa de campaña, el rol que los hijos de Trump desempeñan ha sido principalmente el de recaudadores de fondos para la misma. De hecho, ya se jactaron que en un solo día juntaron más de US$ 24 millones.

Donald Jr. es el hombre que lidera el equipo de 50 recaudadores de fondos del Comité Nacional Republicano. Su rol es motivar a su gente para atraer a donantes de alto poder adquisitivo. Y no tiene problemas de llamar, él mismo por teléfono, pidiendo plata para la campaña.

Aunque al interior del Partido Republicano no niegan que tenga sus propias ambiciones políticas, por ahora está 100% enfocado en ayudar a su padre a ser reelegido. Además su polola, Kimberly Guilfoyle, una famosa lectora de noticias de Fox News, también ayuda a atraer gente.

Mientras que Eric está actuando como orador en los mítines, pero también ayuda a controlar las finanzas de la campaña. Y el papel de su mujer, Lara Trump, es ayudar a atraer a las mujeres republicanas (próximamente lanzará la plataforma Women for Trump), aparecer en los eventos y difundir el mensaje de Trump en la TV aprovechando su experiencia como productora de televisión.

Mientras que Ivanka, quien se ha empoderado como parte del staff de la Casa Blanca durante los últimos años, no tiene planes de dejar su puesto para unirse a la campaña. Y su marido, Jared, que también trabaja como asesor del Presidente, es el nexo del gobierno con el jefe de campaña, Brad Parscale. Se reúnen todas las semanas.

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